La lechona tolimense llegó a los festivales gastronómicos de Estados Unidos

El plato típico es ofertado en el Festival de Vinos y Comidas de South Beach, de la mano de Ana María Herrera, una chef colombiana

La lechona es heredera de la tradición ibérica del cerdo asado. Gobernación del Tolima.

Piel crocante del cerdo, rellena de arroz, arveja amarilla y carne de cerdo son los primeros ingredientes que vienen a la cabeza de los colombianos cuando piensan en la lechona, que a pesar de ser plato típico del Tolima, es uno de los manjares favoritos en el país.

La lechona es heredera de la tradición ibérica del cerdo asado, pero la historia y arraigo en el territorio nacional la sazonó con matices que la diferencian de cualquier otro plato de la gastronomía mundial.

Ahora, de la mano de una tolimense Ana María Herrera, este plato llega a los Estados Unidos y se expondrá por primera vez en el Festival de Vinos y Comidas de South Beach, un evento gastronómico destinado a exponer los mejores manjares presentes en el sur del país norteamericano.

Durante el fin de semana del 23 al 26 de febrero, Ana María Herrera participará en el festival con su emprendimiento, Sabor Colombia US, con el también oferta: empanadas, arepas rellenas, deditos de queso, picadas, entre otros platos típicos colombianos.

Su negocio opera desde un 'food truck', que ubica en distintas zonas de Miami. @saborcolombiaus/Instagram.

Esta embajadora de la gastronomía nacional llegó a los Estados Unidos con tan solo 12 años, su familia estaba en busca de oportunidades que Colombia no podía ofrecer, pero esto no significó que olvidara sus raíces. Orientada por sus antojos, inició su emprendimiento, y apoyada por su mamá su proyecto cuenta con más de seis años de historia.

Su negocio opera desde un food truck que ubica en distintas zonas de la puerta de las Américas, pero no se limita a este, también usa de las redes sociales y plataformas tecnológicas para ofertar su comida.

“Ye tenemos seis años trabajando de manera formal con la gastronomía, con tamales, lechona tolimense y otros productos colombianos como empanadas, arepas y pandebonos. Ha sido todo un proceso y ha sido lindo ver la respuesta de los colombianos y de la comunidad internacional”, declaró Ana María para La FM.

Ante ese medio expresó su orgullo de participar en el festival, un sentimiento que es bien merecido, pues se trata de un espacio con gran impacto y relevancia en el campo de la gastronomía.

Vende una bandeja de lechona para diez comensales por 130 dólares. En una de sus historias de Instagram describe el plato así: “llego para complacer tu paladar con el exquisito sabor a lechona de verdad la que comíamos todos los fines de semana en Colombia y sentirnos más felices estando lejos” (sic).

En otras publicaciones le recuerda a su clientela que, “Estamos siempre a la orden” y en otra historia comparte el inconfundible sonido de la piel de la lechona cuando se corta, también ha colaborado con otros emprendedores colombianos, que le ayudan a distribuir los platos.

“Me siento demasiado feliz y orgullosa. De vedad portar esta bandera se convirtió en un sueño. Estamos llevado ese sueño a otros paladares, con el fin de sacar nuestros sabores de Ibagué para que los prueben de manera internacional. Es demasiado satisfactorio”, dijo para La FM.

Vende una bandeja de lechona, para diez comensales, por 130 dólares, la cual puede ser entregada a domicilio. @saborcolombiaus/Instagram.

La gastronomía es una pieza fundamental en la cultura, es muestra de conocimientos, prácticas y tradiciones que se forman en un territorio, estas características han permitido que distintos platos, preparaciones o dietas también sean entendidas como bienes patrimoniales.

A finales de 2022, la Unesco reconoció a la Baggette como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en 2010 esa organización hizo lo propio con la dieta Mediterránea y en Colombia, el Ministerio de Cultura ha incentivado el reconocimiento patrimonial de las cocinas tradicionales.

Pero la comida típica también cuenta con otra propiedad, permite y fomenta el encuentro social, algo que resulta particularmente valioso para los migrantes, que deben afrontar nuevas realidades sociales e integrarse en comunidades con distintos valores y para ellos, encontrar un plato de lechona no solamente es un momento de gusto, es también un momento de reconexión con su identidad y cultura.