Este 22 de febrero se dio a conocer una situación que atenta contra la seguridad de las personas que viven en la localidad de Kennedy, al sur de Bogotá. De acuerdo con lo mencionado por los residentes de conjuntos residenciales, en los últimos días han recibido varios panfletos con amenazas hacia las personas que viven en esos espacios. Las personas temen por sus vidas, pues pese a que en algunos casos amenazas de forma directa a ciertas personas, en general las advertencias van extendidas a los conjuntos que, puntualmente, quedan en el barrio El Tintal y Patio Bonito.
“Este es nuestro territorio y no lo vamos a abandonar, menos con la amenaza de los “tombos” que se nos están metiendo a nuestra casa. Muerte a los de la administración, los guardas y la junta. Tienen 48 horas para que renuncien o todos van a pagar”, se lee en una de las misivas que fue enviada hace unos días, así lo dio a conocer el Ojo de la Noche.
De acuerdo con los habitantes, las amenazas vendrían de las bandas ‘Los Satanás’ y ‘El Tren de Araguas’ que han tomado dominio en la zona por el alto nivel de migrantes que acoge la zona; y se han venido agrupando de forma descarada en algunos apartamentos.
“Se encuentra amenazado por el ‘Tren de Aragua’ el consejo de administración, la administración y tenemos las amenazas con el tema de consumo de agua y demás que viene sucediendo en este conjunto”, indicó Edwin Zartos, administrador del lugar a Noticias Caracol.
El Tiempo dio a conocer el testimonio de unas personas que puso en arriendo su apartamento y que hoy día no lo puede reclamar por miedo a que le pueda llegar a hacer algo. Según lo que mencionó al medio colombiano, inicialmente arriendo su propiedad de 40 m2 a una persona y luego se dio cuenta de que en promedio en su propiedad a diario están viviendo entre 15 a 20 personas.
Asimismo, otras personas habló en el noticiero colombiano y dijo que los espacio residenciales, además, están siendo usados por las bandas como expendio y centro de criminalidad:
“Es una problemática que se tiene, son muy descarados porque prácticamente salen del apartamento y tienen el expendio y al aire libre comercializan sus drogas ya en los apartamentos y, desafortunadamente, rompen las puertas de las terrazas para subir con sus clientes y ellos mismos a consumir alucinógenos”.
Además, anuncian que la Policía no ha tomado una postura en la situación y que incluso tiene abandonada la zona, pues si alguien llama a las autoridades, en vez de llegar, los propios miembros de las bandas golpean a las vigilantes y amenazan a las personas:
“No me siento segura, uno llama a la Policía cuando hay exceso de ruido o personas que le han pegado a los vigilantes y la Policía no viene”, comentó otra residente a Noticias Caracol.
Por su parte, como lo citó el diario de El Tiempo, el concejal Javier Ospina aseguró que la situación de hace al menos 7 meses y que ha aumentado, pues mientras los residentes salen del lugar, huyendo del riesgo que representan esas bandas para sus vidas, los miembros de los grupos cogen más fuerza en los conjuntos residenciales de la localidad.
“No podemos dejar que las bandas delincuenciales se apoderen de los conjuntos residenciales, ni que los apartamentos se conviertan en centros de operaciones de la criminalidad”, aseguró Ospina.
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