En un derecho de petición del representante a la Cámara por Bogotá del Centro democrático, Andrés Forero, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) le respondió sobre la titulación de sociólogo de Pedro Santana Rodríguez, uno de los voceros de la Reforma a la Salud que encabeza la ministra Carolina Corcho.
En la carta de la UNAL señalan que no se encontró registro de dicha titulación o de estudios de Pedro Santana Rodríguez en esa institución de educación de profesional.
“En respuesta a su solicitud me permito informarle que se realizó la verificación con las divisiones de registro de todas las sedes y no se encontró registro alguno del señor Pedro José Santana Rodríguez”, se lee en la carta.
En otra petición del mismo congresista del Centro Democrático, pero esta vez a la Universidad del Rosario, esta institución de educación superior notificó que Pedro Santana Rodríguez no aparece en la base de datos de los engrasados o graduados.
Las respuestas de las universidades en Bogotá fueron publicadas por el Representante a la Cámara Andrés Forero a través de su cuenta de Twitter, donde señala: “ La Universidad Nacional de Colombia desmiente a Pedro Santana y niega que sea sociólogo graduado de esa universidad. Técnicamente se puede decir que el principal autor de la reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho es un bachiller que miente sobre sus títulos universitarios y acusado de acoso sexual”.
Denuncia por acoso sexual a Pedro Santana por Laura Bonilla
La gerente para América Latina de la Fundación Paz y Reconciliación, Laura Bonilla, acusó a Pedro Santana, asesor del Ministerio de Salud, de acoso sexual. En medios de comunicación del país, la mujer ha estado relatando lo que, presuntamente, ocurrió. De acuerdo con lo que dijo en la FM, el hombre la besó y tocó sin su consentimiento.
“Yo había bebido Whisky en su casa. Él no estaba. Llegó cuando yo estaba algo borracha. Mi amiga se durmió. Me invitó a tomar la última copa en su cocina, mientras yo llamaba el taxi. Se me echó encima, me besó con una boca babosa y asquerosa. Me petrifiqué. Continuó manoseándome pese a que le decía que por favor no lo hiciera. Entonces le dije que pensara en su compañera y me dijo: eso es problema mío y de ella. Paró y pude irme”, contó en una entrevista con el portal de Confidencial.
En ese mismo medio de comunicación, Bonilla hizo una columna en la que entregó más detalles del caso. Según rememoró, los hechos se dieron hacia el año 2007, cuando se desempeñaba como investigadora en la Corporación Nuevo Arcoíris. Santana, en ese momento, era el director de Viva la Ciudadanía.
De acuerdo con lo que detalló, ambos crearon una relación muy cercana. Hablaban de política y de temas netamente profesionales. Destacó que él solía ‘alabar’ mucho su trabajo. “Mezclaba con mucho éxito adulación con manipulación. Siempre insistía en que yo ganaba muy poco y que si algún día llegaba a trabajar en su ONG se encargaría de que yo tuviera un salario acorde con mi talento. Mi trabajo sobre la Parapolítica en el Magdalena Medio me había procurado bastante exposición mediática, pero también réditos y me gustaba mucho lo que hacía”, escribió.
Según rememoró, los hechos se dieron hacia el año 2007, cuando se desempeñaba como investigadora en la Corporación Nuevo Arcoíris. Santana, en ese momento, era el director de Viva la Ciudadanía
Fue para ese año cuando ocurrió lo que relató. Por mucho tiempo, dice ella, pensó que era su culpa. Destacó que los acosadores saben manipular a sus víctimas. “Se camuflan en causas nobles, hacen favores, a veces son generosos desde sus posiciones de poder. Juegan con el agradecimiento. Así, crean una barrera de defensa y cuándo una mujer los denuncia, o menciona su agresión le contestan cosas cómo: él tiene eso de malo, pero es un valiente militante de la causa”, escribió en su columna para Confidencial.
“Hombres como Pedro Santana posan del ‘buen agresor’. Durante años han acumulado una red de favores y aliados que son capaces de voltear a mirar a otra parte cuando su benefactor acosa o agrede mujeres. Finalmente, ellos siempre son los importantes y nosotras las dramáticas. El mecanismo de cadena de favores que tanto favorece la corrupción en Colombia es el mismo que protege a los agresores, y que condena a las víctimas al silencio”, añadió en el texto.