En la madrugada del miércoles 22 de febrero se presentó un taxi incinerado en la avenida 33 en Medellín, lo que generó pánico a varios transeúntes y vecinos del sector.
De acuerdo con el reporte preliminar, se conoció que el conductor del vehículo fue amenazado con un arma y obligado a abandonar el automóvil, luego recoger a dos personas en el sur del Valle de Aburrá, en el municipio de Itagüí, quienes le preguntaron que si estaba de acuerdo con la movilización, a lo que el taxista dijo que no.
Los hechos ocurrieron cerca de la 1:00 de la madrugada, en el barro Belén Fátima llegó un reporte sobre la situación a la línea de emergencia 123. De inmediato, los Bomberos de la ciudad llegaron al sitio y lograron controlar las llamas. Además, al lugar llegó la Policía Metropolitana y personal de la Secretaría de Movilidad.
Según un testigo del incidente, Brayan Álvarez contó para Noticias Caracol que: “Yo sentí el primer estallido, puede ser los vidrios que estallaron. Nos preocupaba porque aquí hay un negocio de pinturas, nosotros tenemos los carros adentro, que de pronto se prendiera el edificio”.
Los vecinos llamaron ante la emergencia y evitaron que las llamas se propagaran.
“Entonces con la ayuda de los vecinos bajamos una manguera, empezamos a echarle agua, pero al árbol y a todas esas zonas de vidrios, pues porque el carro ya estaba muy encendido”, relató el ciudadano.
Por su parte, las autoridades avanzan en las pesquisas para determinar si este hecho está relacionado con la jornada de movilizaciones.
Grupo de indígenas ingresó a la fuerza a la Alcaldía de Medellín
Una confusa situación se presentó en la plazoleta del Centro Administrativo La Alpujarra en Medellín, luego que un masivo grupo de indígenas se manifestara en el mismo, no obstante, la situación se agudizó cuando ingresaron al primer piso de la alcaldía y vandalizaron varias zonas de esta planta, hasta el momento no se ha determinado el motivo de este hecho, mientras tanto, las autoridades hacen presencia para impedir el avance de estos ciudadanos.
Lo que empezó como una simple manifestación en las calles del centro de Medellín, terminó desplazándose a la plazoleta de La Alpujarra, sin embargo, los ánimos se caldearon y algunos indígenas instaron al resto a ingresar a la fuerza a la alcaldía, aquí, se evidenció como derribaron vallas e intentaron confrontar a las autoridades.
El argumento de estas comunidades, tiene que ver con el derecho al trabajo, pues desde hace varias semanas se han registrado operativos en semáforos y corredores principales de la capital antioqueña, pues la administración local ha instado a que las madres de los mencionados grupos originarios, no usen a sus hijos pequeños para trabajar en las vías públicas, situación que se ha visto de manera recurrente del Medellín.
El alcalde Daniel Quintero se pronunció, resaltando que aunque respeta la posición de las comunidades que se han manifestado, no va a ceder ante sus pretenciones, teniendo en cuenta que, según él, están utilizando a los menores para pedirle dinero a los transeúntes.
“Se realiza una protesta a la que no voy ceder: una comunidad indígena (saben que los respeto) me pide que los deje usar sus niños para pedir plata, trabajar, hacer bailes a extranjeros hasta altas horas de la noche. En Medellín esto no está y no estará permitido”, expuso.
El diputado de la Asamblea de Antioquia, Luis Peláez demostró su oposición ante el pronunciamiento de Quintero, asegurando que el alcalde está ofendiendo al departamento con sus palabras, pues no brinda soluciones y de alguna u otra forma, no entiende las necesidades de las comunidades indígenas, sobre esto expuso: