La Unidad Residencial Atavanza, ubicada en el sector Rodeo Alto al suroccidente de Medellín, al parecer no recibirá soluciones por parte de la constructora Covin S. A. por las obras mal ejecutadas que provocaron una emergencia el año anterior.
Recientemente se conoció que la empresa constructora de Atavanza presentó una solicitud de liquidación judicial ante la Superintendencia de Sociedades. Con esto, se correría el riesgo de que las familias de la unidad residencial con graves fallas estructurales no reciban la atención que deberían.
Ante este proceso que adelanta la empresa, la Alcaldía de Medellín emitió un comunicado en el que rechaza que las compañías constructoras sigan ejecutando procesos de liquidación, con el objetivo de no responder por las afectaciones causadas.
“La administración rechaza y lamenta que un constructor de la ciudad nuevamente se declare en liquidación para evitar responder a la ciudadanía por obras mal hechas que ejecutó”, señaló la Alcaldía sobre la constructora de Atavanza.
Así mismo, aseguró que ante la solicitud de liquidación judicial de Covin que cursa en la Superintendencia de Sociedades, la administración distrital brindará el acompañamiento jurídico necesario tendiente a garantizar los derechos de las familias de Atavanza dentro de dicho proceso.
“Vale la pena recordar que está vigente una sentencia de la Superintendencia de Industria y Comercio y el Tribunal Superior de Bogotá que obliga a Covin a realizar las obras de mitigación en la urbanización de Atavanza”, añadió la Alcaldía.
Qué pasó en Atavanza y por qué se señala a la constructora
Es de recordar que el año pasado se reportó una grave emergencia que provocó la evacuación de una de las torres de la unidad residencial Atavanza.
Se trata de un deslizamiento que se llevó varias zonas comunes y un muro de contención de unas 60 toneladas, construido por Covin. El derrumbe no solo afectó la unidad residencial, además provocó el cierre de un corredor vial aledaño.
Las fallas estructurales en Atavanza ya había sido alertadas por los residentes, que no fueron atendidos a tiempo.
En ese entonces se registraron al menos tres deslizamientos más que pusieron en alerta a las autoridades. La Superintendencia de Industria y Comercio ordenó a la constructora Covin adelantar las obras de mitigación con un plazo de dos meses; pero esta apeló el fallo, por lo que el Tribunal Superior de Bogotá declaró desierta la apelación y ratificó la medida tomada inicialmente.
“Creemos que es muy positivo que en segunda instancia se nos dé la razón; sin embargo, estamos a la espera de que no ocurra una calamidad y de que la constructora efectivamente haga el cumplimiento de dicho fallo”, dijo en ese entonces el representante legal de Atavanza, Nicolás Rueda, en la emisora Blu Radio. No obstante, denunció que Covin no responde y que incluso cerró sus oficinas.
Efectivamente, como lo confirmó la Alcaldía de Medellín recientemente, la constructora nunca respondió. De acuerdo con la administración, pese al trabajo que se adelantó de manera conjunta con el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) y otras entidades, no fue posible que Covin cumpliera con lo exigido.
“Se instaló una mesa de seguimiento, liderada por el Dagrd, que permitió avances en la mitigación del riesgo para la apertura de la vía hacia el sector de Rodeo Alto. Además, hacer un monitoreo y seguimiento al talud. Se le exigió a Covin, en diferentes oportunidades, la entrega de los estudios y diseños para las obras definitivas en el sector, sin que esto sucediera”, aseguró la Alcaldía.
Ahora, sin haber atendido las exigencias de las autoridades y sin soluciones para los habitantes de Rodeo Alto, la constructora de Atavanza se declara en liquidación.
Es de recordar que no es el primer caso de este tipo en Medellín. Incluso, hace unos meses una torre residencial tuvo que ser demolida por el riesgo que representaba para la comunidad; esto por las fallas estructurales que dejó una mala construcción.