Hace poco más de un mes se dio a conocer que 232 niños, habitantes de Usme y Sumapaz, resultaron afectados por los químicos que algunos campesinos utilizan para proteger los cultivos de estas regiones. Sin embargo, este 21 de febrero RCN Radio reveló nuevos detalles del estudio científico que dejó al descubierto esta información.
De acuerdo con lo expuesto por la emisora en cuestión, sustancias como manganeso, plomo y cadmio, fueron encontradas en los análisis hechos a estos menores de edad, luego de que una institución educativa alertara sobre ciertas normalidades entre sus estudiantes.
“Nos llamaron la atención por una aparente relación percibida por ellos, en términos de las dificultades de aprendizaje de los niños y el hecho del uso de plaguicidas en el territorio, que permanentemente se percibían por el olor que emanaban en el momento de su utilización en horarios escolares”, comentó Nancy Molina, doctora en Ciencias de la Salud y profesora de la Universidad Nacional.
De igual manera, el médico y docente Jhon Benavides le contó a RCN Radio que el estudio analizó, en Suecia y Colombia, muestras de orina, cabello y uñas de los niños; tras lo cual se dio conocer que “todos están contaminados”. No obstante, hubo otro dato sorprendente que quedó al descubierto con estos resultados.
“Les preguntamos a las familias sobre el uso (de plaguicidas), pero fuimos a averiguar si estaba el veneno dentro del cuerpo. Evaluando la orina de los niños, sí estaba allí, el veneno había ingresado en el cuerpo de los niños (...) Ningún niño, ni niña, está libre de los venenos. Todos están contaminados, pero es muy extraño porque hay venenos que ni siquiera se permite la venta en Colombia. Había una concentración mucho mayor (de los metales), estableciendo los límites de residuos de lo que puede tener el cuerpo humano y más en la edad de los niños, entre cero y siete años”, explicó.
Consecuencias del uso de plaguicidas en los niños de Usme y Sumapaz
De acuerdo con los responsables del mencionado estudio, las afectaciones en estos jóvenes fue, en su mayoría, de tipo neurológico, sobre todo en su concentración, memoria de trabajo y la velocidad con la que piensan.
RCN Radio también dio a conocer el testimonio de Carlos Alberto Méndez Orjuela, orientador del colegio El Destino (ubicado en una de las veredas de Usme), quien fue uno de los que notó estos padecimientos entre sus estudiantes.
“Muchos chicos sienten que el estudio no es lo de ellos; abandonan la escuela y se ponen a trabajar. Los niños se esfuerzan mucho y sienten que no logran entender las matemáticas o que no logran sacar las ideas principales de una lectura; todo esto se convierte en cosas muy complicadas para ellos y para las familias (...) En los colegios identificamos niños con dificultades de aprendizaje y generamos unas listas. En las listas de este colegio aparece afectado el 20 por ciento de estudiantes y ese es un porcentaje muy alto”, señaló el educador.
Advertencia a los campesinos de la zona
Aunque el estudio se realizó en Usme y Sumapaz, donde la agricultura es uno de los renglones más importantes en la economía de sus habitantes, este tipo de escenarios son muy probables en otras regiones del país, según los investigadores.
“La raíz del problema está en asumir que no hay otra manera de producir alimentos, entonces aquí tiene mucho que ver todo el esfuerzo que se viene haciendo a nivel nacional y planetario, de pensar en la necesidad de cuidar la vida, de cuidar los ambientes, de cuidar las fuentes de agua, de cuidar el territorio”, concluyó Nancy Molina en su charla con RCN Radio.