La reforma a la salud propuesta por el Gobierno nacional ha levantado diferentes comentarios, algunos positivos y otros, negativos. Los gremios que se han manifestado en contra han mencionado que lo planteado por el Ministerio de Salud y aprobado por el presidente, Gustavo Petro, podría traer varios problemas, además, que sienten que pese a que la ministra Carolina Corcho, manifestó que intento reunir todas las sugerencias en el documento, en las más de 100 páginas no se siente recogidos.
Al respecto habló Carmen Eugenia Dávila, directora de Gestarsalud, la asociación gremial de EPS del régimen subsidiado, quien encontró múltiples riesgos en la reforma propuesta por el Gobierno nacional, entre ellos, una falta de articulación entre los Centros de Atención Primaria (CAP) y los centros de atención de segundo y tercer nivel y la burocratización del sistema.
Aunque hay que resaltar que la dirigente gremial reconoció, también, dos aspectos positivos del proyecto de ley: la intención de caracterizar la población de las zonas más apartadas del país y la de crear un Plan Maestro de Equipamiento para los hospitales públicos.
Infobae: ¿Ustedes desde un principio como asociación gremial consideraban necesario y pertinente una reforma?
Carmen Eugenia Dávila (C.D): Nosotros consideramos que era importante mejorar algunos aspectos del sistema y en ese sentido estábamos de acuerdo con que se hiciera una reforma que construya sobre lo que ya se había construido. Pero, lo que vemos en la propuesta es todo lo contrario: está destruyendo lo construido y esto creo que no le conviene a nadie, ni a los millones de personas y colombianos, ni al talento humano en salud, ni a los funcionarios públicos que ayudaron y que aportaron en la construcción de este sistema. Pero, fundamentalmente, no le conviene a las personas y a los beneficiarios de del sistema de salud.
Infobae: ¿Por qué piensa que no les conviene la reforma a las personas?
C.D: Nosotros vemos que se estatiza la salud. Se planteó un monopolio a través de la Adres desconcentrada, que va a manejar todos los recursos que hoy son de del aseguramiento y los va a manejar en un sistema nacional de salud que se basa en presupuestos. Esto elimina la posibilidad de la libre elección de los usuarios con todos los riesgos que implica una administración exclusiva del Estado sin ningún tipo de competencia.
Hoy en día una persona tiene una EPS y si está descontenta con lo que está haciendo tiene opciones para quejarse. En este esquema que nos plantean estamos en manos de entidades del Estado y no solo de una entidad, sino de varios fondos públicos, de varias institucionalidades que se crean y finalmente se dispersan las responsabilidades, por lo que no vamos a tener claro los usuarios quién responde por cada cosa.
Infobae: ¿Se van a acabar las EPS?
C.D: Sin duda se acaban la EPS y con ellos se eliminan unas funciones importantes como la administración del riesgo, la administración del riesgo de salud y otras funciones importantes del aseguramiento.
En la reforma se crea mucha institucionalidad, con la consecuente burocracia y con los riesgos de unos costos que el Estado colombiano no puede pagar ni mantener lo más importante para el usuario.
Infobae: ¿Cómo se va a ver el usuario afectado con todo esto?
C.D: El usuario se ve afectado porque vemos un riesgo inminente de fragmentación de los tratamientos, pues se crea la figura de los Centros de Atención Primaria de salud (CAP), que serán la puerta de entrada a la salud, pero van, por un lado, y no pertenecen a la misma gobernabilidad de los medianos y altos niveles de complejidad.
Entonces te pongo un ejemplo: en el sistema propuesto, uno entra a un centro de atención primaria, a una consulta de medicina general, te ven algo complicado y te mandan a una resonancia magnética a un especialista neurólogo. Esa resonancia y ese especialista neurólogo es de segundo nivel de complejidad, entonces te remiten allá sin una integración real de los servicios de salud. Son dos responsables distintos y ese segundo y tercer nivel de complejidad le van a pertenecer a las entidades que se han llamado Adres Desconcentrada, que son los regionales. Obviamente, hay un riesgo infinito de fragmentación de tratamientos.
Finalmente, nadie va a ser responsable de lo que le pase al usuario porque hay varios intervinientes en el tránsito de los usuarios. Por el sistema de salud de hoy, tenemos unas redes en las que la EPS han trabajado. Hay varios problemas de oportunidad, de disponibilidad, etcétera, pero existen unas redes.
En el nuevo sistema, esas redes se desintegran, desaparecen y tenemos que empezar de cero con el consecuente riesgo para las personas que hoy son pacientes y usuarios frecuentes del sistema de salud, muchos de ellos con enfermedades de alto costo, que se van a ver seriamente afectados con la continuidad de sus tratamientos. La responsabilidad sin duda se dispersa, entonces finalmente cuando eso pasa nadie responde.
Infobae: Entonces, en este escenario, ¿qué pasaría con el sistema de salud?
C.D: Las finanzas, que son importantes para garantizar el derecho, van a colapsar porque no hay una gestión de riesgo financiero, ni se prevé.
Hoy el riesgo financiero se maneja a través de una prima o Unidad de Pago por capital que tienen las EPS y que les tiene que alcanzar para poder prestar todos los servicios de salud. En el esquema que se está planteando, las entidades prestan servicios con presupuestos históricos estimados. Entonces, cuando el presupuesto se acabe, va a pasar lo que pasaba hace 30 años: hasta ahí llegamos.
Cuando ya la gente está acostumbrada a recibir unos tratamientos y a recibir un control, obviamente esto va en contra de los usuarios. Vemos que se están planteando crear más burocracia, menos salud y todo esto sin nuevas fuentes.
Entonces, lo que va a pasar es que cada vez va a haber más tensiones financieras y todo esto va en contra del usuario. Nos están planteando un modelo Nacional de Salud donde la mayor parte de la prestación y de la administración y de la contratación, la van a hacer entes públicos.
Infobae: ¿Ven algo positivo en la reforma a la salud?
C.D: Sí. Nosotros hemos destacado los aspectos positivos que se conservan aquí. Por un lado, esos grupos EMIT, que son grupos que van a estar en las regiones tratando de caracterizar la población y recorriendo las zonas dispersas del país. Vemos importante eso, siempre y cuando se articulen con la institucionalidad que tenemos hoy y con la EPS, a través de los mejores sistemas de tecnología para que se pueda continuar con un tratamiento si se identifica algún tipo de riesgo.
También destacamos que se habla del Plan Maestro de Equipamiento de los hospitales públicos, que tiene que ver con infraestructura y adecuación de equipos. Hoy no existen planes maestros, apenas Bogotá ha hecho uno, y yo creo que la planeación de la oferta tiene que ser una responsabilidad del Estado. Siempre lo ha sido, pero no se ha ejercido. Esta iniciativa nos parece de la mayor utilidad.