No existió un fraude contable, a esa conclusión llegó la auditoría forense de Kroll a los estados financieros del Grupo Sura, según informaron desde la compañía el 17 de febrero. La auditoría fue ordenada por la Junta Directiva de la compañía luego de la queja de uno de sus miembros sobre la existencia de un presunto fraude contable.
“Kroll no identificó evidencias de un supuesto fraude contable, ni del ocultamiento de los contratos con socios estratégicos de Grupo Sura en Sura Asset Management y Suramericana, al mercado, la Superintendencia Financiera de Colombia ni a ninguna de las firmas que han ejercido la revisoría fiscal de la compañía en el mencionado período, incluyendo expresamente a la firma Ernst & Young Audit S.A.S.”, dice el comunicado del Grupo Sura.
En el proceso de auditoria forense, que duró varios meses, Kroll realizó entrevistas de entendimiento y confrontación con empleados y exempleados de Grupo Sura; análisis documental de actas y presentaciones de junta directiva y de su Comité de Auditoría y Finanzas; análisis forenses digitales de computadores y buzones de correo electrónico de la compañía; así como análisis documentales de información almacenada digitalmente; entrevistas directas con EY y comunicaciones con KPMG, firmas que han ejercido la revisoría fiscal de Grupo SURA desde 2010.
“Durante nuestra auditoría, observamos que la Compañía tenía compromisos de salida con participaciones no controladoras, que para efectos de los estados financieros consolidados y separados debían revelarse y para efectos de los estados financieros consolidados representaban pasivos que se debían reconocer. Esta situación implicó que en los estados financieros consolidados intermedios al 30 de septiembre de 2022 se realizara una reexpresión para la corrección de los estados financieros comparativos de conformidad con el párrafo 42 de la NIC 8 - Políticas Contables, Cambios en las Estimaciones Contables y Errores”, precisa el documento.
El Grupo Sura también advirtió que la auditoría de Kroll, estuvo precedida por un trabajo de varios meses en los que se realizaron evaluaciones sobre prácticas contables por terceros (Price Waterhouse Coopers-PwC y el contador público Wilmar Franco, expresidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública de Colombia).
En el comunicado también se menciona que, desde noviembre de 2022, “la administración de Grupo Sura informó al mercado sobre el análisis y ajuste aplicado a la política y práctica contable para la contabilización en los estados financieros separados y consolidados de los acuerdos de accionistas para la compra de participaciones no controladoras”.
En agosto de 2022, en la Asamblea Extraordinaria de Accionistas de Grupo Sura, se revisaron tres “acuerdos complejos” con socios minoritarios en sus filiales que, a juicio de Jaime Gilinski, podrían causar pasivos de varios billones de pesos. Estos acuerdos serían con Munich RE, otro con Caisse De Dépôt Et Placement Du Québec y otro con Grupo Bolívar y sus afiliadas, que establecen mecanismos para una eventual desinversión en la compañía.
Sobre estos acuerdos, el revisor fiscal Ernst & Young, de acuerdo con información de Semana, advirtió que aunque desde el 2016 hasta 2021 había solicitado contratos de esta naturaleza para hacer su auditoría a la alta gerencia, fue categórico en que nunca se le entregaron hasta 2022.
Así mismo, en noviembre de 2022, también según información de Semana, el Grupo Sura se vio obligado a reexpresar sus estados financieros consolidados al 31 de diciembre de 2021. Tras esta reexpresión, la compañía advirtió “un pasivo de 2,68 billones de pesos en las opciones de salida que tiene con los socios estratégicos Munich RE y Grupo Bolívar. El patrimonio de la holding al 31 de diciembre de 2021 y, reportado en el balance consolidado, había sido de 31.265 billones de pesos, pero ahora es de 28.612 billones de pesos al 31 de diciembre de 2021″.
Según Bloomberg en línea, EY identificó que la compañía al 30 de junio de 2022 no contaba con un procedimiento formal y periódico para asegurar la integridad de la base de datos de contratos y la calidad de la información allí registrada. También advierte que en los estados financieros previos al 30 de junio de 2022, no se habían incluido las revelaciones sobre los compromisos de los acuerdos de salida con participaciones no controladoras, lo que implica fallas en la operación de los controles de la compañía de revisión de los estados financieros”.