Una grave situación humanitaria vive un grupo de campesinos que completó un año viviendo a las afueras del edificio de la Jurisdicción Especial de Paz - JEP en la capital del país. Las familias tomaron la decisión de instalarse allí en su condición de desplazados, pero se retiraron, entre otras cosas, al recibir amenazas para desalojar el lugar.
En palabras de Antonio Martínez, director de la Asociación de Campesinos y uno de quienes estaba viviendo en el lugar, conversó con W Radio y dijo que:
“Nos amenazaron con un desalojo judicial y como ya nos habían botado todo a la basura junto con la unidad de víctimas el 8 de febrero de 2022. ¿Nosotros por qué somos tan perseguidos? Todo nuestro proyecto de vida lo perdimos. Anoche amanecimos en un paga diario”.
Sin embargo, a este problema se suma las condiciones en las que estaban viviendo fuera del edificio. Antonio, campesino y padre de familia, dijo que durante el año que estuvieron viviendo allí nunca fueron escuchados por parte de la JEP, ni de ninguna otra entidad o autoridad.
De hecho, indicó que reclamaban a la JEP para que se convirtiera en un puente a través del cual pudieran contactarse con las instituciones gubernamentales y de esta manera, acceder a las indemnizaciones que les corresponden en su calidad de víctimas.
Fue así como aclaró que las familias desplazadas no se retiraron del lugar porque hubiesen llegado a algún acuerdo o colaboración, como lo aseguró la Jurisdicción, sino porque además de las amenazas, también estaban presentando problemas de salud y acceso a la alimentación, servicios y necesidades básicas de vida, frente a las cuales no recibieron ningún tipo de ayuda.
“Ahí no podíamos estar por temas de salud, de convivencia (...) nosotros salimos voluntariamente por temas de salud”, aseguró Martínez.
La solicitud que hicieron para obtener respuesta a sus necesidades y derechos
Antonio agregó que esperan la respuesta de la Unidad de Víctimas o cualquier otra entidad con la que puedan asegurar que se les reconozcan sus derechos y de esta manera, tener un lugar de vivienda digna, dado que la situación económica que afrontan en este momento no se los permite y esperan respuesta como parte de la “ruta de reparación” que les anunciaron.
“¿Cuántos edificios del Estado bajo extinción de dominio? Y no nos dejan meter la cabeza ahí. Uno viviendo en la calle y se va a trabajar cuando regrese no encuentra nada ahí”.
“A nosotros nos revictimizaron”, Antonio Martínez sobre precarias condiciones viviendo fuera de la JEP
En otra oportunidad, el medio tuvo una conversación con el director de la Asociación de Campesinos cuando habían pasado cerca de seis meses de estar viviendo a las afueras del edificio de la JEP. Allí, una vez más, se refiere a la crisis humanitaria que padecían no solo su familia, sino todas las que se sumaron por ser víctimas del desplazamiento forzado de sus territorios.
Señaló que no habían recibido atención hasta ese momento y comentó lo siguiente:
“Estamos es viviendo en la calle a merced y hemos estado a merced, porque apoyo del Estado ha sido nulo en el tema de salud, de servicios, de todo, y los hijos y la familia a la deriva también”.
Según dijo el director campesino no había ni respuestas ni soluciones ante sus requerimientos y los derechos que de por sí les correspondían en su condición de víctimas. La afirmación desmentiría a la Alta Consejería de Paz de Bogotá, la cual en meses anteriores había asegurado que se les ofreció apoyo a las familias.
Ante esto, mencionó: “Eso es falso, nosotros nos revictimizaron con que habían llegado a un acuerdo con las víctimas, aquí sin soluciones. Si ha llegado acompañamiento es una mentira, aquí solamente viene secretaría de gobierno y personería a llevar y traer, a verificar lo que estamos haciendo, pero como somos pacíficos, campesinos, a nosotros nos vulneran todos los derechos”.