Uno de los líderes más carismáticos en la historia reciente de América Latina ha sido sin lugar a dudas el expresidente uruguayo Pepe Mujica, que el jueves 16 de febrero recibió un reconocimiento por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) por el apoyo que brindó durante el proceso con el que las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abandonaron la lucha armada.
“No hicimos otra cosa que lo que teníamos que hacer, porque me siento parte de Colombia, porque es nuestra América”, afirmó el referente del Frente Amplio, la coalición de izquierdas que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020.
Mujica, quien fue jefe de Estado en su país para el periodo 2010-2015, recibió el reconocimiento en una ceremonia que se realizó en el paraninfo de la Universidad de la República en Montevideo, donde el encargado de entregarle la placa conmemorativa fue el mismo jefe de reincorporación de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Alessandro Preti.
El político, que se caracteriza por su sencillez, recordó haber entendido tempranamente “que la lucha por la paz era lo más revolucionario que se podía plantear en Colombia”, por lo que le ofreció “una mano” al premio Nobel de paz de 2016 y expresidente de Colombia Juan Manuel Santos (2010-2018), quien firmó el acuerdo de paz con la extinta guerrilla.
“Me había conmovido Santos porque en definitiva había sido un comandante de la guerra que aprendió de la propia guerra que era misión imposible y que había que terminar con esa lógica”, aseveró, a lo que reconoció que había aún entonces “muchas heridas que conspiraban contra la paz” y resumió su contribución en un “hicimos lo que pudimos”.
“No me tienen que agradecer nada por Colombia, lástima que llegamos tarde, que no pudimos, pero queda una tarea pendiente. Se pueden cambiar con facilidad realidades materiales pero (...) lo que hay que desterrar (en ese país) es la salida del camino corto por la vía de la violencia, que termina siendo el más largo”, reflexionó durante el evento.
Tras confesar que los reconocimientos “no se le suben a la cabeza”, el exguerrillero uruguayo, que estuvo preso durante casi 15 años antes de ser liberado al final de la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985), cerró su discurso, ovacionado de pie por el público, con un “vale la pena tener algunas causas para vivir”.
La ceremonia contó además con intervenciones de la periodista María Alejandra Villamizar, y del exsecretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Enrique Iglesias.
“Él ha sido nombrado formalmente por los firmantes de la paz como notable, es decir, una persona destacada, acompañado junto con el expresidente (del Gobierno español) Felipe González. Ha acompañado prudentemente (...) y ha estado muy consciente de los retos de la implementación de la paz en un país que él quiere mucho como es Colombia”, resaltó Preti.
El pasado martes 14 de febrero, el exmandatario uruguayo se reunió con el embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero, y grabaron un video que publicó el representante diplomático en cuenta oficial de Twitter, donde el exmandatario expresó su apoyó a las reformas que busca implementar el presidente, Gustavo Petro.
“No les tengan miedo a las reformas. Por el contrario, ningún gobierno puede hacer magia si su pueblo no lo entiende. Hagan lo posible en ese país formidable que tienen, que no merece haber tenido una historia tan amarga en los últimos 60 años”, indicó Mujica.
Asimismo, se refirió al tema de la reforma a la salud y habló de la experiencia de su país con respecto al tema del acceso a la salud gratuito: “la salud tiene que ser para todos y tiene que tener una garantía de que exista para todos”, al igual que la enseñanza, ya que –recalcó– “no son cuestiones de izquierda o de derecha, son cuestiones de humanidad elemental del progreso humano”.
(Con información de EFE)