Siopas, segundo al mando en el Clan del Golfo, habría sido asesinado por sus propios hombres en un ajuste de cuentas

Las autoridades señalan que Wilmar Antonio Giraldo Quiroz despareció desde el pasado martes 14 de febrero y hasta el momento no se sabe nada de su paradero

Guardar

Los organismos de inteligencia de la Fuerza Pública intentan confirmar si Wilmar Antonio Giraldo Quiróz, alias Siopas, el segundo al mando en el Clan del Golfo fue asesinado y desaparecido por sus propios hombres en medio de una pugna interna que hay en el grupo criminal y que se desató desde que fue capturado en octubre del 2021 su otrora máximo jefe criminal, Dairo Antonio Úsuga ‘Otoniel’, quien fue extraditado a Estados Unidos.

Al hombre de 42 años lo ultimaron en medio de una nueva disputa en esa organización al margen de la ley, ya que ‘Siopas’ estaría en desacuerdo con los acercamientos que han sostenido con el gobierno Nacional para sumarse a la iniciativa de Paz Total, lo que conllevó a que el lunes 13 y el martes 14 de febrero ocurrieran unos enfrentamientos entre los mismos criminales, informaron en el periódico El Tiempo.

En el mundo criminal se ha difundido el mencionado rumor, luego de que, supuestamente, familiares del Giraldo Quiróz afirmaran que él acudió a una reunión en el departamento del Chocó de la que nunca regresó, destacaron en el diario regional El Colombiano.

Agregaron que los organismos de inteligencia están verificando con los informantes que tienen a su servicio, pero por el momento siguen presumiendo que está vivo, ya que no hay una denuncia formal sobre su desaparición, como tampoco ha aparecido su cuerpo sin vida.

Si se confirma el asesinato de ‘Siopas’ se estaría concluyendo la pugna que mantenía con Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo y José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito, para establecer su dominio en la organización criminal que se autodenomina como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

En un artículo que publicaron en la revista Semana, en agosto del año pasado, señalaban que los tres hombres delincuentes cuentan con un prontuario criminal amplio y se encuentran en el radar de las autoridades colombianas y estadounidenses. Por información que conduzca a su captura, las autoridades pagan hasta 5.000 millones de pesos.

Según información de las autoridades, “personas cercanas a alias Chiquito Malo han permitido evidenciar que se presentaría una división del Clan del Golfo en dos grandes componentes que se desplegarían en diferentes zonas del país”.

Por esos días se reportaban torturas y mutilaciones entre los mismos integrantes del grupo al servicio del narcotráfico con un fin específico: el que hable, pasa factura. No solo están en busca del control territorial y el mayor poderío armado, sino también establecer los contactos y el monopolio de los negocios con los narcotraficantes de México y Europa, reseñaron en ese medio de comunicación.

También mencionaron que, de acuerdo con interceptaciones que hicieron las autoridades, entre los tres jefes criminales se estarían robando, lo que daría cuenta de la pérdida de caletas que tenían sembradas con miles de millones de dólares que recibían por el narcotráfico, y eran pocas personas las que sabían de la ubicación de las fortunas enterradas, solo entre ellos, y al encontrarlas vacías se profundizó la disputa.

‘Siopas’ y ‘Chiquito Malo’ tienen peleas por unos dineros que se han hurtado varios de los cabecillas. No se están reportando las ganancias producto del narcotráfico. Hay tensión, disputa y atomización de esas estructuras. ‘Gonzalito’, con algunos delincuentes del Caribe y Magdalena Medio, también está llevando unos negocios del narcotráfico”, detalló en esa revista el entonces director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas.

Además, el dinero que les pagaban los carteles por los envíos de cocaína se estaba perdiendo en el camino y entre ellos mismos se estarían quedando con esas fortunas, refirieron en Semana.

Y lo mismo estaría ocurriendo con las ganancias y la explotación ilegal de oro en los ríos del Pacífico. Así que cada uno envía a sus hombres para buscar las gordas ganancias, sin que sus antiguos socios se enteren.

Guardar