El Superintendente Nacional de Salud, Ulahí Beltrán López, expresó su malestar con las condiciones de salud de los residentes en el departamento del Amazonas. El funcionario afirmó que eran “indignantes” los bajos niveles de vacunación en los niños y la falta de cobertura en al menos 6.900 personas.
Las declaraciones fueron hechas durante su participación en una audiencia pública realizada el 13 de febrero, que fue convocada por la Comisión Séptima del Senado, donde también participaron los congresistas Martha Peralta Epieyú, Yenica Acosta y Mónica Karina Bocanegra.
Beltrán expuso las principales problemáticas que aquejan al departamento del Amazonas en materia de salud, entre las cuales se encuentra la no supervisión del acceso y calidad del servicio por parte de la dirección territorial, adscrita a esa gobernación.
El superintendente nacional de Salud aseguró esta entidad, la dirección territorial, no cuenta con la capacidad para garantizar los procedimientos presupuestales y contables, o el manejo de los recursos públicos o desarrollado los procesos de planeación o ejecución.
“Esas circunstancias técnicoadministrativas indican que hay un gran problema y se ve reflejado en el componente asistencial porque hay baja cobertura de afiliación al sistema en áreas no municipalizadas que hacen parte del territorio departamental. Además, por parte de la Dirección Territorial de Salud no existe seguimiento a los actores que intervienen en el sistema de salud territorial, es decir, no hay mayor vigilancia sobre las EPS que aquí operan. La conclusión es que no vigilan ni el acceso ni la atención ni la prestación de los servicios a la población del Amazonas”, aseguró el funcionario durante la audiencia.
Aseguró que en 2022 se registraron 712 manifestaciones de inconformidad por parte de los usuarios en ese departamento, las cuales fueron recogidas por la superintendencia por medio de sus distintos canales de atención.
El organismo de vigilancia explicó que el 43% de las quejas y reclamos se encontraban relacionados con riesgos para la vida de los pacientes, los cuales deben ser inmediatamente atendidos por las EPS, una vez el caso es tramitado por la Supersalud.
Otro 30% de las quejas tenían que ver con pacientes diagnosticados con enfermedades crónicas, mientras que el restante provino de pacientes con afecciones cardiovasculares, de cáncer y población materno infantil, los cuales gozan con protección constitucional especial, sin que esto sea garantía de atención en el departamento.
La mayoría los requerimientos se interpusieron contra la Nueva EPS y Sanitas, tanto para la atención de las personas en regímenes contributivo y subsidiado, pero el ente de vigilancia también reportó malestar entre los afiliados del Magisterio y de la Policía Nacional.
Al final de su intervención, Beltrán se presentó como partidario de la reforma a la salud, al respecto afirmó que, “Las condiciones de salud son de criticidad extrema, que no se corrigen con medidas paliativas ni cosméticas, sino profundas como las que propone la reforma a la salud”. En el evento se esperaba la asistencia del Gobernador del departamento, Jesús Galdino Cedeño, y del encargado de la Dirección Territorial de Salud, pero no hicieron presencia.
Según Corpoamazonía, el equipamiento en salud en el departamento del Amazonas está representado por un hospital de II nivel en Leticia, uno de primer nivel en Puerto Nariño, Centros de Salud en Tarapacá, Puerto Arica, La Chorrera, San Rafael, Puerto Alegría, Puerto Santander, Mirití ‑ Paraná, Pacoa y La Pedrera; y 50 puestos de salud.
En Leticia funcionan además dos clínicas privadas, algunos centros médicos, odontológicos y laboratorios clínicos. También se deben incluir los servicios de salud que posee la Policía, la Armada y el Ejército Nacional, no solamente en Leticia, sino también en las diferentes bases que existen en el departamento.