Qué pasó con el cuerpo de Camilo Torres que el ELN le pidió al Gobierno encontrar

Una vez más la guerrilla del ELN le pide al Estado colombiano los resto del sacerdote que fue uno de los ideólogos claves en los inicios del grupo armado

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Para el cura Camilo Torres, las mayorías fueron las clases menos favorecidas, y aunque gran parte de su vida estuvo contra la violencia, se inclinó por la lucha armada al enlistarse en el ELN.
FOTO: Infobae (Jesús Avilés)
Para el cura Camilo Torres, las mayorías fueron las clases menos favorecidas, y aunque gran parte de su vida estuvo contra la violencia, se inclinó por la lucha armada al enlistarse en el ELN. FOTO: Infobae (Jesús Avilés)

El nombre de Camilo Torres ha atravesado tanto la historia de la iglesia católica en Colombia como la del conflicto armado, especialmente, del Ejército de Liberación Nacional -ELN-, del que fue cofundador y uno de los mayores representantes.

Torres fue conocido por sus diferentes labores tanto en la política como en la academia, pues además de ser pionero de la Teología de la Liberación, este bogotano que intentó fusionar las características marxistas con los principios cristianos, fue conocido por sus actividades sacerdotales, sus clases de sociología en la Universidad Nacional e investigación; y su liderazgo en la política colombiana que finalmente lo llevó a enfilarse en el ELN.

“Yo he dejado los privilegios y deberes del clero, pero no he dejado de ser sacerdote. Creo que me he entregado a la Revolución por amor al prójimo. He dejado de decir misa para realizar ese amor al prójimo, en el terreno temporal, económico y social. Cuando mi prójimo no tenga nada contra mí, cuando haya realizado la Revolución, volveré a ofrecer misa si Dios me lo permite. Creo que así sigo el mandato de Cristo: «Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda» (San Mateo V, 23-24)”, dijo en 1965 Torres.
Camilo Torres ya en la guerrilla. @CRicardololo/Twitter.
Camilo Torres ya en la guerrilla. @CRicardololo/Twitter.

Sin embargo, su fuerte nunca fue el combate, por lo que murió en la vereda de Patio Cemento, en Santander, el 15 de febrero de 1966, mientras se enfrentaba al Ejército. Tras su muerte, el paradero de su cuerpo se convirtió en un misterio, pues, en esa época, temían que se volviera un lugar de culto en su nombre y el Ejército lo oculto, pero nunca reveló donde quedo su tumba.

Pasados 57 años de su fallecimiento y en medio de las conversaciones que hoy día se encuentra sosteniendo el Gobierno de Gustavo Petro con el grupo guerrillero, el ELN volvió a pedir que se le entreguen los restos del que se ha convertido en una insignia del grupo armado y que para muchos fue un mártir de la historia del país.

“Esta es una gran oportunidad para Gustavo Petro de demostrar el compromiso con la memoria y con las víctimas de este conflicto armado, de las que Camilo es un símbolo de dignidad y compromiso con la transformación social del país”, dijo Pablo Beltrán, miembro de la comisión de diálogo del ELN.

Sin embargo, hoy día existe un problema con esta petición, que ya se había hecho en el 2016 cuando comenzaron conversaciones con el Gobierno de Juan Manuel Santos y es que no se sabe a ciencia cierta donde enterraron al sacerdote. Es importante mencionar que hace 7 años, se exhumó una tumba del cementerio de la Quinta Brigada del Ejército en Bucaramanga, donde se suponía se encontraba enterrado el sacerdote, pero cuando hicieron las pruebas de ADN se determinó que el cuerpo era de otra persona, Mario Belarmino Cáceres Dueñas.

Hasta el momento se cree que el cuerpo si está en dicho espacio, pues como mencionó para ese entonces El Tiempo, fuentes anónimas aseguraron que:

“Medicina Legal y la Fiscalía tienen evidencia de que existe la posibilidad de que el cuerpo sí se encuentra en ese cementerio en Santander”.

Incluso, en el 2015 Monseñor Darío de Jesús Monsalve que también insistió en la entrega del cuerpo, mencionó que:

“Tenemos testimonios de personas y allegados, que están en reserva, que orientaron el paradero y dieron como una de las primeras rutas a seguir ese camposanto. Sin embargo, seguimos en la tarea de recolectar más información”.
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