La tumba de Karen González, joven asesinada en Arauca, ha sido profanada tres veces, denunció su familia

Karen fue sepultada en el cementerio de La Esmeralda. Su cuerpo reposó allí, tranquilamente, durante siete meses después. Luego de ese periodo de tiempo empezaron los ataques

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Aunque Jiménez arrancó e intentó
Aunque Jiménez arrancó e intentó escapar con su esposa de aquellas personas, Karen terminó en el suelo luego de que él no pudiera esquivar un hueco que se encontraba en la vía

El 10 de marzo del 2022 fue asesinada Karen Yessenia González Fuentes, una mujer de 33 años, en el departamento de Arauca. La odontóloga, que fue víctima de un ataque sicarial mientras se movilizaba con su esposo en una motocicleta, por el municipio de Saravena, sigue siendo agredida, aún si vida, por parte de personas que se han dedicado a profanar la tumba en la que reposan sus restos. De acuerdo con las denuncias de la familia, han tenido que someter el espacio a reparaciones en tres ocasiones.

El 15 de octubre, dicen sus allegados, ocurrió el primer hecho. Para ese momento el ataúd fue atacado por desconocidos que rompieron el vidrió que dejaba ver, a través de él, la cara de Yessenia. Tres días después, el 18 de octubre se presentó un segundo hecho de ese tipo. El más reciente ocurrió el 29 de enero del año en curso.

“Extrajeron algunos de los huesos de los pies para proceder a realizar lo que, al parecer, podría ser un ritual de brujería, desconociendo el por qué y para qué ¿Y saben qué es lo más doloroso?, que los asesinos no solo profanaron su tumba en tres ocasiones, sino que en la última vez dejaron una especie de regalo que decía ‘con cariño’. Se siguen burlando del dolor de la familia”, denunció una amiga de la familia de la víctima a través de su cuenta de Twitter.

Se han radicado derechos de petición para informar cómo va el desarrollo de la investigación, no obstante, no ha existido respuesta por parte de la Fiscalía y solamente ha habido dilación por parte del fiscal encargado”, añadió la denunciante de los hechos.

Karen fue sepultada en el
Karen fue sepultada en el cementerio de La Esmeralda. Su cuerpo reposó allí, tranquilamente, durante siete meses después. Luego de ese periodo de tiempo empezaron los ataques

El día del homicidio, Karen y su esposo, Juan Pablo Jiménez, fueron interceptados por dos hombres armados. Los señalados sicarios dispararon en contra de la pareja e impactaron a Karen en dos ocasiones: en una de sus piernas y en su espalda.

Aunque Jiménez arrancó e intentó escapar con su esposa de aquellas personas, Karen terminó en el suelo luego de que él no pudiera esquivar un hueco que se encontraba en la vía. Karen, madre de dos hijos, alcanzó a llegar con vida a un hospital, sin embargo, perdió la vida minutos después de que médicos hicieran lo que estaba en sus manos para salvarla.

Quien llevó a Karen a centro médico fue su hijo mayor, en ese momento, de 16 años de edad, pues, Juan Pablo, luego de que ella cayera al suelo, huyó en su moto para tratar de salvar su vida del ataque de los sicarios y pedir ayuda para salvar a su esposa.

Karen fue sepultada en el cementerio de La Esmeralda. Su cuerpo reposó allí tranquilamente durante siete meses. Luego de ese periodo de tiempo empezaron los ataques. El primero, en octubre del 2022, ocurrió mientras la familia se encontraba de vacaciones en Cartagena. Al ir a revisar lo ocurrido, se vio que los huesos de la mujer habían sido extraídos de dejados a un lado del ataúd.

El segundo ataque, como ya se mencionó antes, ocurrió tres días después. Los responsables rompieron el vidrio del ataúd y dejaron evidencia de que, al parecer, habrían usado fuego esa noche. También se encontró una flor de otra tumba. El más reciente acto violento, ocurrido en enero, incluyó la presencia de una vela derretida, tela del vestido que tenía Karen y papel higiénico con sangre.

Ante el tercer acto de profanación, la familia decidió sacar el cadáver de aquel espacio para enterrarlo en un espacio secreto. En medio del proceso se dieron cuenta que al cuerpo le faltan huesos de los pies y de que se habían robado las medias que le habían puesto.

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