‘El amor eficaz’, un diálogo póstumo con Camilo Torres

Infobae Colombia habló con Marta Rodríguez y Fernando Restrepo, directores del documental, sobre el legado del sacerdote guerrillero y la actualidad de su pensamiento, muerte y cómo ven el nuevo intento de diálogo entre el Estado colombiano y el ELN, la guerrilla en la que militó Camilo y que usufructuó el mito de su muerte

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En el documental Marta Rodríguez
En el documental Marta Rodríguez dialoga con Camilo Torres, al que Fernando Restrepo le presta su voz. Cortesía.

Camilo Torres murió el 15 de febrero de 1966. Había cumplido 37 años 12 días antes. En enero de ese año entró al Ejército de Liberación Nacional, el ELN. Murió en su primer combate. Hijo de una prestante familia de la burguesía colombiana, su familia le auguraba una brillante carrera como abogado, pero Camilo quiso otra cosa y se ordenó como sacerdote, después estudió sociología en Bélgica y regresó a Colombia a finales de los cincuenta para fundar la primera cátedra de sociología del continente.

57 años después de su muerte, Marta Rodríguez, que fue su amiga en vida, y Fernando Restrepo, estrenan El amor eficaz, un documental en el que Marta y Camilo tienen esa conversación que quedó pendiente hace casi sesenta años. El documental se estrenó el 16 de febrero en Colombia.

La película hizo parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) en su edición 61, en el Festival Internacional de Cine Político de Buenos Aires (FICIP), entre otros.

Infobae Colombia habló con Rodríguez y Restrepo, directores del documental, sobre el legado del sacerdote guerrillero, la actualidad de su pensamiento, su muerte y cómo ven el nuevo intento de diálogo entre el Estado colombiano y el ELN, esa guerilla en la que militó Camilo y que usufructuó el mito de su muerte.

¿Por qué hacer el documental en forma de diálogo?

Marta: Como lo estoy viviendo, viví la generación de la violencia y tenemos que hablar con los muertos. Le decía a Fernando, pero cómo hago yo para dialogar con Camilo, y él me dijo —porque él es más joven, yo tengo 90 y Fernando tiene 50—, pues si quiere yo hago de Camilo, y llegamos a un acuerdo. Con todo lo que yo le había narrado sobre Camilo, sobre su pensamiento, sobre su trabajo, él hizo del Camilo y así se inició el diálogo.

Fernando: Yo yo le podría decir, hermano, que fue un ejercicio de astucia, un ejercicio para no repetir lo que mucha gente ya había contado, para no repetir el orden de los comandos que ya otra gente había puesto, y además con mucho más rigor en términos de teología, en términos de proceso político o en términos de su vida misma.

Entonces, era buscar una manera que nos permitiera a nosotros entrar al escenario con algo que no nos ahogara el intento y que era un fresco en torno a la figura de Camilo.

Marta Rodríguez y Fernando Restrepo,
Marta Rodríguez y Fernando Restrepo, directores del documental. Cortesía.

El diálogo no sólo se da entre Marta y Camilo, sino también se da entre el tiempo que vivió Camilo y el presente. ¿Cómo fue poner a dialogar estos dos periodos tan distantes?

Fernando: Hermano, para mí sí era importante. Para mí era importante traer a Camilo, porque yo no... yo sí le decía a la Marta, a mí no me interesa contar un Camilo de los 60, traigámoslo ahorita, y traerlo ahorita es traerlo con los problemas que tenemos ahoritica y digamos, no suena feo decirlo, pero en ese momento se dio lo del estallido social, se vio que la gente salió a la calle, pero se dio que ese estallido social no dejó mayores cosas en términos organizativos.

Eso sí era una cosa importante que el Camilo repetía, ¿no?, como: salimos a la calle, sí; eso sube como espuma y dónde quedó la gente que dio la vida por eso. Eso ayudó a traer más más vínculos y además la situación, yo pienso que no ha cambiado mucho, al contrario, se ha ido deteriorando, entonces no era muy difícil.

No era muy difícil traerlo, sino es simplemente ser consciente de que las ideas... o sea, la tarea sigue siendo la misma: tratar de vivir mejor.

El contexto y la violencia han cambiado, y por más que las causas parecen seguir siendo las mismas, hay nuevos actores y protagonistas y parece que la lucha armada revolucionaria de los sesenta puede antojarse muy lejana. ¿Qué tan actual puede ser el pensamiento de Camilo?

Marta: Niño, los problemas siguen siendo cada vez más agudos, aunque hayan cambiado. Tenemos que dar respuesta a muchas situaciones muy dramáticas de Colombia. Cada día tenemos que a muchos reinsertados los están asesinando, que la gente que trabaja... Camilo trabajó mucho en acción comunal, cuando yo lo conocí él creó MUNIPROC, Movimiento Universitario de Promoción Comunal, y trabajé en un barrio en el sur, Tunjuelito. Era acción comunal. Hoy están asesinando a la gente que trabaja en acción comunal. Se ha recrudecido más aquí el odio y el asesinato. No hay día en que yo no anote en mi agenda a quién asesinaron porque trabajaba en una junta de acción comunal, lo más cotidiano que puede haber en este mundo. Entonces sí se han empeorado mucho las condiciones de supervivencia en un país tan violento.

Fernando: Yo creo que es que hay que rescatar esa posibilidad de ordenar, de organizar, de respetar la vida, y básicamente ese era el ejercicio que proponía, ¿no? Digamos tiene un final, que es desconcertante, él como persona y como su apuesta, pero pienso que más allá lo que se rescata de él es su ejercicio humanista, su ejercicio de reflexión, su ejercicio de poder enterarse de cómo funciona el país, de poder tomar decisiones, de pensar, que es un ejercicio que parece estuviera proscribiendo, pensar y reflexionar se volvió peligroso. Estamos llegando a unos límites realmente difíciles, y eso, pienso que hace parte del legado que deja Camilo.

El estudio de la violencia
El estudio de la violencia en Colombia fue uno de los intereses de Camilo Torres como sociólogo. Cortesía.

Esa idea esa idea del pensar y de organizarse es una constante en toda la película, y es una preocupación que el Camilo del documental enuncia en varias ocasiones. ¿Ven que hoy sea más fácil consolidar procesos organizativos?

Fernando: Yo diría que podría llegar a ser mucho más fácil, pero así mismo están enviando otra cantidad de mensajes que están entrando aun mucho más fácil, entonces pienso que no se le está dando mucho rigor a lo que son los procesos educativos y los procesos de organizar la gente; pienso que se está dando mucha más importancia al entretenimiento, al placer y al gusto, que está bien —yo no estoy diciendo que no, esto es parte del ser humano—, pero todos esos elementos a los cuales usted está refiriéndose como los medios de comunicación todo esto que nos permite supuestamente estar hablando en común, comunicarnos y enterándonos de lo que pueda acontecer o se piensa se está tomando solo por ese lado hedonista y ahí se está perdiendo una gran oportunidad y pienso que esa elección no es solamente del que ofrece sino del que acepta, entonces sí pienso que hay una dejadez de cada uno de nosotros para simplemente ser bastante hedonistas y no dedicarnos un rato a pensar y a reflexionar.

Marta: Niño, es que lo que pasa es que... yo pensaba que cuando los tiempos de Camilo nuestros medios tecnológicos eran... apenas arrancaba el cine, yo fui la primera que hizo un documental en Colombia: Los chircales y teníamos muchas limitaciones tecnológicas. Hoy tenemos una tecnología que nos permite comunicarnos muy adentro de muchos fenómenos, entonces aprovechemos esos medios y tratemos de que los jóvenes aprovechen esos medios de comunicación para estudiar más, para formarse más, porque si tan bonito voy a la universidad, pero ¿me comprometo con algo? ¿Para qué estudio sociología o psicología? ¿Qué labor voy a hacer yo con mi profesión en la sociedad? ¿Cómo voy a devolver al pueblo que lo necesita mi aprendizaje?

Eso es lo que hacemos nosotros. Yo doy... hicimos una película en el Cauca dos años, a todos los resguardos indígenas les dejamos una colección de los documentales para que la memoria, y me llaman con mucha frecuencia, Marta que mandé una película a San Rafael de Planas (Vichada), allí filmé la masacre de Planas, que mande una película al Cauca... siempre estamos enviando las películas y la memoria es vital para, como se dice, quien conoce sus errores no vuelve a repetirlos.

Esta fotografía hace parte del
Esta fotografía hace parte del documental. Cortesía.

En el documental se recalca el carácter pedagógico de Camilo en su vida, la pedagogía como una forma de vida y también se habla del perdón, ¿cómo se da es unión en pedagogía y perdón para construir esa memoria de la que habla Marta?

Fernando: Hermano, yo pienso que para llegar al perdón hay que estar un poquito en paz con uno mismo, o sea, como no estar dándose lapo todo el tiempo y tratándose todo el tiempo como de fallé; evidentemente errores hay todo el tiempo, pero si uno no acepta lo que hace, mucho menos va a aceptarlo del otro. Entonces, por lo menos hay que estar un poquito en consigo mismo en paz, proponer cómo pienso que hay muchas hay muchas formas y alternativas, pero sí hay que estar dispuesto a trabajar en cómo y eso también una tarea muy difícil. Entenderse con otra persona, que lo entiendan a uno y que exista por lo menos esa posibilidad de diálogo, es muy difícil, pero es una de las tareas. Yo sí pienso que es una de las tareas muy jodidas, hay gente que se le facilita, tiene el don de la palabra, tiene el carisma, tiene el magnetismo.

Eso está muy bien, y si esas personas se dan y se juntan está bien, pero no hay que dejarlas solas, que es un poco lo que le hacemos repetir un par de veces a Camilo dentro del documental: no hay que dejar los líderes solos. Un líder solo también claudica, también se tuerce, entonces no hay que dejarlos solos, porque es que además nosotros seríamos los garantes para que el tipo funcionara y que en el dado caso de que el man se canse, pues que otro llegue, pero tendríamos que ser esos garantes y eso solo se da haciendo y con educación. Es muy muy complicado que se dé de otra manera.

Caricatura de Camilo Torres. Cortesía.
Caricatura de Camilo Torres. Cortesía.

El documental se titula El amor eficaz, haciendo referencia a ese concepto que trabajó Camilo, ¿por qué la importancia de poner en primera línea ese concepto?

Marta: Porque habían hecho una especie de caricatura: «Camilo, el cura guerrillero» y no queríamos repetir esa caricatura de Camilo, así que estuvimos estudiando su pensamiento y él tuvo como lema el amor eficaz, porque él entregó su vida por ayudar a los más pobres, a los más necesitados, a los más perseguidos, entonces eran mucho mejor trabajar su pensamiento que un eslogan: «el cura guerrillero», que eso lo rechazamos. No queremos, pues, crear esa imagen publicitaria. No nos interesa.

Fernando: Yo iba a complementar, y el amor eficaz, yo pienso que se refiere es a una cosa básica que dice Javier Giraldo y es, venga, ¿qué es lo que a los otros les hace falta y que es como a todos? Hombre, un plato de comida, un abrigo, una escucha, un poquito de educación. Eso es general, o sea, eso no son privilegios. Eso hace parte de lo de todo el mundo para vivir. Ahí es donde está, en lo más básico. No tiene que ser dimensionado a lo que la gente diría como yo pretendo tener esto, lo otro, o plantearse cosas muy lejanas. No. Javier Giraldo dice, hombre, tranquilos, una cosa muy básica: un alimento, que tenga trabajo, ¿sí? También lo decía Mario Calderón, son cosas prácticas, no es simplemente ponerlo en la teoría y en lo lejano. No. Son las cosas más básicas. Si podemos cubrir y garantizamos que esas cositas básicas estén cubiertas, ahí empieza a funcionar. No es que digamos «todos pa’ todo: el socialismo utópico», no, pero sí por lo menos algo básico. Ahí empieza a funcionar lo del amor eficaz.

Marta Rodríguez conoció a Camilo
Marta Rodríguez conoció a Camilo Torres mientras grababa su documental 'Los chircales'. Cortesía.

Marta le dice a Camilo eso, que el probablemente llegó a ser un poco utópico, también le reclama que se fue muy pronto, en un juego especulativo, ¿qué tan importante habría sido Camilo si no hubiese muerto como murió? ¿O es su muerte la que amplifica su importancia histórica?

Marta: Cuando yo le digo a él, de una manera fraternal, porque él nos decía «muchachos hay que estar listos, hay que preparar todo, esto viene ya», yo le decía «no», porque yo estaba trabajando con el pueblo, haciendo mi documental Los chircales, y la gente estaba completamente alienada, eso era un trabajo a largo plazo. Entonces, yo creo que sí se precipitó y tuvimos la desgracia de perderlo demasiado pronto, porque él hubiera logrado hacer una labor inmensa. Él había estudiado en la universidad de Lovaina. Él era un sociólogo muy preparado, pero se apresuró. Y mira, allá también hubo, en Tunjuelito, otra sacerdote que era vasco Domingo Laín, no sé si tú lo conociste, fue un narrador de barco que llegó allá a los chircales y trabajaba como un obrero. Él también murió en la guerrilla. Entonces la guerrilla, como dijo en el documental, quedó con un capital enorme: «comandante Camilo Torres», «comandante Domingo Laín», y lo que ha hecho los elenos, que están en unos diálogos que nunca terminan, es usufructuarlo en su beneficio. Esas son las reflexiones que hacemos con el documental.

Fernando: Yo pensaría que... estamos hablando de la de la utopía, ¿no? Hermano, yo le digo a Marta en el final «¿usted qué cree que son más importantes las estrellas que brillan en un momentico o las que brillan toda la vida?». A la gente le gusta alimentarse de esos iconos, que además dejan una cantidad de preguntas abiertas. Pero es más difícil que la gente acepte que las vidas largas aportan mucho más, porque tienen esa reflexión. Por eso es que finalmente yo les propongo a Marta, venga háblele usted, porque es que usted ya le lleva más de 50 años a Camilo Torres de vida, de experiencia y eso para mí sí es mucho más importante que un muchacho que se muere a los 37 años con, digamos, todas las posibilidades que podía de tener, con todas las cualidades, pero fue un niño, se murió a los 37. Esta señora tiene 90 y perro viejo late echado.

Camilo Torres ya en la
Camilo Torres ya en la guerrilla. @CRicardololo/Twitter.

Para finalizar, ya que mencionaban a los elenos y que se han valido del mito de Camilo, ¿cómo ven este nuevo intento de diálogo en el que están con el Estado?

Marta: ¿Las negociaciones que se están dando allá en Caracas? Es que mira, realmente los elenos son bien difíciles, el jefe, ¿cómo es que se llama? Gabino está ya muy anciano y estaba como por retirarse, pero el otro, Pablo Beltrán, ese es el duro de esa vaina, y lograr que ellos empiecen a aceptar eso... ahora, dice que quieren que sea una cosa colectiva, con el pueblo, pero ellos han perdido mucha presencia con el pueblo. Lo que la gente quiere en Colombia hoy es la paz. Todo el país está pidiendo la paz. Entonces les va a tocar hacer un esfuerzo, porque es el último grupo que hay en América Latina como guerrilla, tiene que entrar a dialogar, no hay otra. Sí, ya les toca.

Fernando: A mí alguien me hacía un comentario bastante audaz el otro día, y lo decía casi que con dolor, y decía «es increíble que Camilo Torres se haya ido para la única guerrilla que no planteó nada en estos 50 años. Nada». Y bueno, me quedé un poco como pensando como, de verdad, ¡qué duro no! Pero pero sí pienso que como proceso no ha sido bastante, o sea, no ha sido para nada edificante. Sí es muy jodida la postura de los elenos. Esperemos, pues, que sea un actor menos, ¿no? Y que sean garantes de que los otros, que ya son un poco más de derecha, también hagan lo propio. A ver si por lo menos desarmamos esta vuelta un rato.

Afiche del documental. Cortesía.
Afiche del documental. Cortesía.
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