El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como Unicef, presentó un balance sobre la situación en la selva del Darién, región fronteriza entre Colombia y Panamá. Según la oengé, casi 5 mil niños migrantes cruzaron por este tapón geográfico durante el pasado mes de enero. Al cierre del 2022 se estimaba que unos 40 mil menores habrían transitado por allí, buscando el camino para llegar a los Estados Unidos.
La cifra exacta de los niños que cruzaron la selva del Darién fue de 4.841 menores. Esto representa unas siete veces más que en el mismo mes, pero del año pasado, quiere decir que el aumento fue exponencial, dijo la entidad.
En 2022, unas 250 mil personas, incluidos 40.000 niños, cruzaron el tapón del Darién motivados principalmente para llegar a los Estados Unidos. Según Sandie Blanchet, representante de Unicef en Panamá, ciudadanos de unas 70 nacionalidades arriesgan su vida en la zona fronteriza, siendo los venezolanos y los haitianos los que más lo intentan, pero, se han visto también afganos, chinos y congoleses:
“En Enero solo en Panamá recibimos más de 24.000 personas. De esa cifra, entre un 15% y 20% son niños. Es un número muy alto en comparación con 2021 que fueron solo 4.000. Los flujos migratorios de América del Sur al Norte están aumentando”.
Ella no fue la única representante que se pronunció sobre este hecho, Diana Romero, especialista de protección en emergencias de Unicef, dijo en entrevista con la Agencia EFE que el crecimiento migratorio en la frontera ha sido exponencial:
“Vemos con preocupación que el número de niños sigue aumentando y que cada vez estamos recibiendo más población migrante por esta ruta (...) “Este año hemos visto un crecimiento exponencial en los primeros 45 días del año”.
La Unicef ha podido determinar que hay cada vez hay más motivos para efectuar estos pasos migratorios. No solo se movilizan los adultos sino, el “flujo familiar” ha sido impulsado la situación socioeconómica del país de origen o residencia.
Gobiernos buscan soluciones ante el delicado flujo migratorio. Colombia y Panamá juntan esfuerzos para ayudar a los transeúntes
A través de un comunicado conjunto, el Gobierno de Colombia y Panamá aseguraron que se abordará el incremento de la migratorios en la región del Darién, desde un enfoque de responsabilidad compartida. El ministro de relaciones exteriores, Álvaro Leyva Durán, enfatizó en que es indispensable coordinar esfuerzos para atender las necesidades humanitarias básicas de esta población. Los Estados Unidos también hará parte de esta labor.
En el comunicado, los gobiernos aseguran que:
“Tuvimos la oportunidad de dialogar e identificar importantes retos para ser abordados de manera bilateral entre Colombia y Panamá con el acompañamiento político y de cooperación de los Estados Unidos, ya que se trata de temas de interés de los tres Estados. Como resultado de ello se identificó una hoja de ruta, guiada por los principios de la protección de los derechos humanos y el medio ambiente, y buscando garantizar la seguridad humana de los migrantes que atraviesan el Parque Nacional del Darién. Esta hoja de ruta busca salvar las vidas de las personas migrantes que transitan por la región, fortaleciendo la coordinación y cooperación en seguridad, y combatiendo la desinformación que propagan las redes de tráfico de migrantes”.
El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Pino, también se había referido a este tema. Dijo que, en lo que va de año han llegado al país centroamericano, a través de la selva, unas 37.000 personas que viajan de manera irregular hacia Norteamérica. El año pasado, esta nación vivió una crisis migratoria inédita al cruzar 248.284 migrantes irregulares por esa peligrosa selva y de esa cifra inédita, el 16% eran menores de edad, cifras presentadas por la Unicef.
“El tránsito de la selva es absolutamente peligroso. Desde un inicio hemos insistido en que ningún niño debería cruzar por la selva del Darién y para nosotros es empático hablar con las familias en los países de origen”, agregó Diana Romero.