Carlos Antonio Vélez criticó a Gustavo Petro por usar la camiseta de la selección Colombia: “Es para glorias deportivas”

El presidente de Colombia salió a dar un discurso tras una jornada de marchas en favor a sus reformas políticas. En este acto estuvo acompañado por su hija menor y su esposa, quienes vistieron una de las prendas del equipo nacional

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El periodista se refirió a la victoria de Gustavo Petro. Tomado de @velezfutbol
El periodista se refirió a la victoria de Gustavo Petro. Tomado de @velezfutbol

Las marchas del 14 de febrero, a favor de las reformas planteadas por Gustavo Petro durante su mandato como presidente de Colombia, terminó en un discurso del mandatario desde uno de los balcones de la Casa de Nariño ante los marchantes que se agolparon para apoyar sus proyectos. En este momento de la jornada estuvo junto con su esposa y su hija menor, quienes vestían la camiseta roja de la selección Colombia más reciente.

Este acto simbólico no le gustó al periodista y director del espacio Palabras Mayores de Antena 2, Carlos Antonio Vélez, quien en la introducción de su editorial del miércoles 15 de febrero expreso su rechazo. También dijo que esta indumentaria debía ser usada únicamente por glorias deportivas, quienes acuden a los estadios para apoyar al combinado patrio y por supuesto por aquellos llamados a los eventos deportivos para representar a Colombia:

“Con lo bonita que se veía, hasta ayer tarde, la camiseta de la selección. Yo la veía muy bonita. Pero cuando empiezan a usarla en balcones, desde el punto de vista político, a mí me da arcada, me dan ganas de trasbocar. Que no se use políticamente nuestra camiseta deportiva, por favor. Va a ser difícil y vale para todo el mundo, esa camiseta es para glorias deportivas, para salir al campo y disputar competencias deportivas”.

Para el polémico analista, la camiseta del equipo nacional no luce en cuerpos como lo de los políticos y el acto de subirse al balcón a enunciar un discurso en una “bobada” indiferentemente de quien provenga:

“Eso no es para subirse a un balcón, a decir, bobadas, ni para salir a marchar a favor o en contra de que o quienes. No, eso es para el deporte. Es una opinión personal, pero me parece feísima cuando se ve en esos cuerpos. En cambio, cuando está en los cuerpos de los deportistas me encanta, o del hincha que va al estadio. De resto me parece que es degradarla, mancharla”.

Gustavo Petro salió al balcón de la Casa de Nariño a defender las polémicas reformas de su Gobierno

Para las cuatro de la tarde del martes 14 de febrero estaba programado un discurso del presidente Gustavo Petro en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño. En este, hablaría con quienes se manifestaron a favor del Gobierno nacional, sobre las reformas planteadas por su administración, incluyendo la radicada el lunes 13 para transformar el sistema de salud actual.

En compañía de la primera dama, Verónica Alcocer, y su hija Antonella —que vistieron la camiseta alternativa de la selección Colombia—, empezó hablando de la necesidad de implementar las reformas planteadas por la actual administración y dijo que deben ser aprobadas “para establecer el cambio” en el país. Posteriormente, se refirió a la crisis actual generada por situaciones como el covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania.

En ese sentido, describió que en sus primeros seis meses de gobierno han visitado regiones azotadas por emergencias como la invernal, la cual dejó, según él, cerca de un millón de damnificados, “gente con hambre, vías destruidas y pueblos anegados”. Explicó ante los manifestantes lo que significa el término neoliberalismo, el cual “se ha defendido por todos los medios de comunicación, buena parte del pensamiento humano y político en las últimas décadas y por todos los gobiernos del mundo, también el de Colombia”.

Finalmente, el jefe de Estado expresó que esas tres reformas (Salud, Pensión y Laboral) “buscan más justicia, que la gente pueda acceder en igualdad de condiciones al ejercicio pleno de sus derechos fundamentales como ordena la Constitución”. Señaló que el Congreso de la República tiene “la última palabra y quizás, después, el poder judicial”.

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