Reforma a la salud: Alejandro Gaviria aseguró que no renunciará a pesar de oponerse al proyecto

El ministro de Educación, que también lideró la cartera de Salud durante el gobierno de Juan Manuel Santos, indicó que sus opiniones respecto a la iniciativa no se tuvieron en cuenta en el texto final

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Reforma a la salud: Alejandro Gaviria aseguró que no renunciará a pesar de oponerse al proyecto de ley. (Archivo)
Reforma a la salud: Alejandro Gaviria aseguró que no renunciará a pesar de oponerse al proyecto de ley. (Archivo)

El Gobierno nacional radicó formalmente la reforma a la salud ante el Congreso de la República el lunes 13 de febrero en el Palacio de Armas de la Casa de Nariño. Un día después, el ministro de Educación, Alejandro Gaviria, habló acerca de su posición crítica frente al proyecto y manifestó que sus opiniones no fueron tenidas en cuenta “de manera suficiente”.

Desde hace semanas una serie de políticos —tanto de oposición como de la administración de Gustavo Petro— se pronunciaron respecto a la reforma, a pesar de que el texto no se conocía previamente. Ese es el caso de Gaviria, que señaló la necesidad de hacer un diagnóstico de los problemas en el sistema actual junto con otros reparos a la propuesta, con base a su conocimiento como ministro de Salud y Protección Social durante el gobierno de Juan Manuel Santos (2012-2018).

En entrevista con El Tiempo, comentó que a pesar de sus diferencias no va a renunciar a la cartera que lidera. “Yo tengo una responsabilidad y un agradecimiento con el presidente Petro y voy a continuar aportando para ayudar a construir una sociedad mejor”, dijo el exrector de la Universidad de los Andes.

El funcionario recordó que durante el consejo de ministros en Villa de Leyva, “di de manera franca y transparente mis puntos de vista”. Algunas de sus posiciones fueron conocidas por un documento que se filtró a los medios de comunicación y en reuniones de gabinete. “Fueron más de siete reuniones”, agregó.

Durante el encuentro en el municipio boyacense, la ministra de Salud, Carolina Corcho, y Gaviria debatieron sobre las preocupaciones a la modificación del sistema de salud colombiano que plantea la propuesta. “El presidente nos oyó mucho, pero esto no se tradujo en el texto”, puntualizó el jefe de cartera ante el diario, por lo que se “impuso” la perspectiva de su compañera de gabinete.

“No se me hizo caso y pues hay que seguir adelante en ayudar en mi campo al país —expuso el funcionario—. Tengo que ser respetuoso y asertivo”. Esa determinación la sostuvo también ante la revista Semana, al afirmar que “nunca he hablado de renunciar” al puesto que tiene desde el campo de la educación.

El documento de la reforma a la salud

Durante el evento en la Casa de Nariño, Carolina Corcho afirmó que el proyecto busca “reivindicar el derecho fundamental a la salud”. También indicó que, de aprobarse, sería un golpe a las entidades que “hacen negocios con la vida”.

El documento contiene 18 capítulos y más de 150 artículos, los cuales incluyen elementos clave para transformar el sistema actual. Entre esos está la recuperación de los recursos públicos, la atención primaria, la dignificación del personal médico, y la construcción de un sistema público.

Al respecto, Gaviria detalló ante El Tiempo que el texto final que se radicó el Legislativo no cumple la promesa de “construir sobre lo construido”. El jefe de cartera calificó la situación como “frustrante” debido a que “tuvimos una oportunidad de hacer un texto que pudo haber quedado mejor”.

Teniendo en cuenta eso, el ministro de Educación le pidió al Congreso de la República mirar con detenimiento el proyecto de ley “porque es mucho lo que está en juego”. Esa posición también la comparten algunos de sus compañeros de gabinete como: Jose Antonio Ocampo (Hacienda), Cecilia López (Agricultura) y el director de Planeación, Jorge Iván González, según el diario mencionado.

Gaviria también aseguró que seguirá opinando respecto al panorama político con libertad. Así lo escribió desde su cuenta de Twitter a inicios de febrero: “Los fanáticos suponen de entrada que aquellos que no comparten sus dogmas son vendidos”. Seguido a ello, aseveró que “la democracia necesita de una controversia sana, de un debate basado en el conocimiento y el apego a los hechos”.

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