Pederastia en la iglesia en Colombia: serían cientos los sacerdotes involucrados

Luego de que la Iglesia Católica pidiera perdón, el periodistaJuan Pablo Barrientos lanzó advertencia sobre situación con la Iglesia Católica en Colombia y anunció una de las investigaciones más grandes sobre este tema

El periodista aseguró que se adelanta una de las investigaciones más grandes sobre pederastia en Colombia. FOTO: FÉLIX MÁRQUEZ/CUARTOSCURO.COM

Durante los últimos años, Juan Pablo Barrientos se ha encargado de dejar al descubierto presuntos vínculos de sacerdotes con abusos contra menores, casos de pederastia que han quedado en la memoria de las víctimas y de toda la nación. Señaló que ha enviado 140 derechos de petición y que ya no se trata de “manzanas podridas”, sino de un problema estructural que seguirá investigando.

Su labor cobra especial importancia luego de que la Iglesia Católica de Colombia hiciera una histórica solicitud de perdón por las denuncias de pederastia que se han registrado en varias zonas del país. Ante esto, el periodista ha señalado que “son un crimen y un delito”.

En conversación con Semana, el periodista también aseguró que:

“La Iglesia de este país se comporta igual que en todas las iglesias católicas del mundo, es la misma institución, es el mismo sistema, y es la misma estructura que ha permitido que los siglos haya existido sacerdotes pederastas, que por siglos haya permitido que en sus archivos reposen denuncias contra sacerdotes que han violentado niños, niñas y adolescentes”.

Resaltó que no han respondido ni el 20% de los obispos colombianos y que la lista registra cientos de casos de pederastia, por lo que pronto revelarán más detalles acerca del tema. Se trata, en sus palabras, de “una de las investigaciones más grandes que se han hecho en Colombia”.

Escándalo por pederastia en Villavicencio registró 36 sacerdotes involucrados

Una acusación formal realizada por Pedro, una víctima mayor de edad y testigo protegido de la Fiscalía General de la Nación fue crucial, luego de que se informara el allanamiento de las oficinas de la arquidiócesis en el que se encontró un archivo secreto donde se registraban las denuncias por abuso contra menores en contra de los clérigos, información que fue conocida por Caracol Radio.

La denuncia de ‘Pedro’ se realizó momentos después de que el arzobispo de Villavicencio y presidente de la conferencia episcopal, Monseñor Óscar Urbina, señalara que 19 curas serían suspendidos por presuntos casos de abuso contra menores.

Sin embargo, la cifra de los sacerdotes involucrados en estos casos creció de 19 a 36, luego de que se diera a conocer la lista de otros acusados por abuso contra menores. De acuerdo con la información que entregó la emisora en relación con la denuncia reciente, destacó que:

“La víctima entregó varias veces su relato. El primero fue ante un comité que instaló el arzobispo de Villavicencio, Monseñor Óscar Urbina y salieron los 19 nombres; luego, en otro relato salen los otros 17 nombres que entregó a la fiscalía”.

En la denuncia, la víctima dio a conocer que desde sus 13 años fue víctima de abuso sexual por parte de sacerdotes que formaban parte de la arquidiócesis de Villavicencio. En este caso se identificó que, igual que otras víctimas, el patrón se repetía en niños que eran varones, provenían de una familia disfuncional y estaban en condición de pobreza.

La lista que reúne a los 17 sacerdotes investigados, los tres primeros ya fueron suspendidos. Ellos son: Luis Alberto Tamayo Giraldo, Roberto Luis Ochoa Agudelo y Fray Juan Alberto Morantes Urbina, los dos primeros de San José Guaviare y el último franciscano.

Por otro lado, los otros 14 nombres de acusados por presuntos casos de abuso contra menores pertenecen a la arquidiócesis de Villavicencio y aún no han sido suspendidos. Entre ellos están: Arnulfo Vega Rodríguez, Jorge Augusto Báez, Fernando Moreno, Hernando Tovar Olaya, José Ignacio Galeano, León Alfonso Salazar, José Antonio Aya Hurtado, Jaime García, Fray Jorge Luis Portilla y Orlando Castro González

Siguiendo la información publicada por la emisora, la denuncia también involucra a 4 sacerdotes, en los que 2 de ellos fueron asesinados, mientras que los otros dos fueron hallados muertos en circunstancias aún no esclarecidas. Ellos son: Javier Guillén Urrego, Carlos Antonio Duque Tabares, Óscar Danilo Cardozo Ossa y Jhony Ramos Barbudo.

La lista anunciada por la emisora también incluye a los primeros 19 curas suspendidos. Estos son: Edgar Antonio Bolaño Pérez, Rafael Julio Cárdena Palencia, Silvio Ignacio Pardo Beltrán, José Guillermo Sánchez Martínez, Fernando Rodríguez Lozano, José Germán Ortiz Castaño, Alcides Ruíz Granada, Cristóbal de Jesús Puerta Hernández, Luis Carlos Escobar Muñoz, Wilson Alirio Sandoval Niño, Ignacio Silva Córdoba, Juan Rafael Alvira, José Ramón Sánchez, Luis Fernando Castrillón, Carlos Julio Beltrán, Wilson Xavier Andrade, Ricardo Calderón Sánchez, Reinaldo Triana y Oscar Yesid Mora Parrado.

Más datos revelados por pederastia en la denuncia de Pedro

La Fiscalía General de la Nación recibió la denuncia junto con la cual también inició la investigación de los sacerdotes señalados por casos de inducción a la prostitución. Sin embargo, en el caso del relato entregado por Pedro, como se le conoció, los abogados consultados señalaron los delitos de abuso sexual con menor de edad, abuso sexual con persona en estado de indefensión, abuso sexual y concierto para delinquir.

Según cuenta el relato, el joven conoció al primer sacerdote cuando cruzaba los 13 años. Su edad y apariencia lo hicieron ver ante el sacerdote vulnerable, quien aprovechó la situación para ofrecerle dinero, mercado y ropa a cambio de abusar sexualmente de él.

Sin embargo, cuando aparentemente se cansó de él, le pidió a la víctima que llevara un casete a un sacerdote. Aquí se repetía la historia, estaba un tiempo con el joven y luego era enviado a otro sacerdote con una excusa cualquiera. Toda esta escena se repetía una y otra vez hasta que el adolescente alcanzó la mayoría de edad.

La denuncia también informó que los encuentros con la víctima, así como con otros jóvenes, tenían lugar en despachos parroquiales, hoteles de la ciudad, municipios cercanos, carros de los sacerdotes y hasta en uno de los templos. Indicó que algunos sacerdotes practicaban sexo con grupos de menores en compañía de alcohol y drogas, donde la casa cural del barrio Manantial de Villavicencio sería uno de los principales sitios de encuentro.

De acuerdo con su denuncia, el mercado, la ropa, la salida y el dinero que recibía, procedía de las finanzas de las parroquias de Villavicencio. A esto se suma que, según su declaración, decenas de niños y adolescentes eran intercambiados entre los sacerdotes y que incluso, con el paso del tiempo, algunos de ellos pasaron a ser sus parejas y eran presentados en la comunidad como familiares cercanos.