Ante cientos de personas, en la plaza de armas de la Casa de Nariño, centro de Bogotá, el presidente Gustavo Petro realizó un acto simbólico para radicar ante el Congreso de la República la tan esperada reforma a la salud, que ha suscitado un fuerte debate a nivel nacional, pero cuyo texto recién se conoció en la tarde del 13 de febrero.
En su discurso, el mandatario nacional aseguró que “la salud no cumplió con su cometido de hacerla un derecho universal”, refiriéndose a la Ley 100, que rige el sistema sanitario del país, y dijo que “el país quedó fragmentado entre lugares donde hay buena atención de salud y otros donde no tienen ninguna”.
De tal manera que el eje central de la reforma que propone su gobierno será el fortalecimiento de un modelo de atención primaria y preventiva que tiene como eje los “Centros de Atención Primaria” (CAP), los cuales no serían una “simple instalación donde unas personas atienden”.
Así, el nuevo sistema de salud, en caso de ser aprobado, acabaría con esa fragmentación sobre los lugares donde hay buena atención y en los que no. “Un territorio de aproximadamente 20.000 personas en general. Habrá una labor de planificación paulatina en este tránsito para que todo el territorio quede cubierto a través de estos territorios de salud y nadie quede por fuera de ninguno de estos territorios, que tendrán un centro en el CAP”.
Estos centros de salud, explicó el presidente, estarían en los lugares más apartados del territorio nacional, “donde la gente tiene capacidad de pago y también ofrecerá el mismo servicio en donde la gente hoy no tiene con qué comer”. Después de estos lugares, el segundo nivel de atención estará a cargo de la red de hospitales y clínicas público-privadas.
Allí los funcionarios de los CAP remitirían a los pacientes en caso de enfermedad para la atención integral “hasta donde nuestra ciencia alcance. No habrá una intermediación del recurso público”.
Pero, según explicó el jefe de Estado, eso no implicaría que haya una intermediación de los recursos públicos, pues la ADRES (La Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud) recibiría las facturas y pagaría los procesos realizados en los centros de salud.
“Habrá clínicas y hospitales privados, no vamos a cerrarlas, vamos es a fortalecerlas”, aseguró el mandatario, y además agregó que “no habrá clientes, habrá personas”.
En ese sentido, se refirió a las EPS en el nuevo sistema, teniendo en cuenta que el dinero público actualmente se tramita a través de estas entidades. Según Petro, esto se realiza “con un criterio de selección que nos pareció que no funcionaba bien”.
Para el mandatario, las EPS funcionan con una “tendencia perversa creada por el mercado mismo” que consiste en “llevar al paciente - sin haber tenido una atención primaria (...) y con una cultura que tratase de evitar la aparición de la enfermedad - a ser un cliente”. Además, cuestionó el hecho de que los pacientes son remitidos a hospitales que “muchas veces eran del propietario de la EPS”, por lo cual “esos recursos de la salud se fueron esfumando”.
Si el proyecto de ley de la reforma a salud es finalmente aprobado, esto no seguiría sucediendo, aseguró el presidente Petro. “Lo que no queremos es que la salud misma se organice como un mercado.(...) El sistema de salud que surge de esta ley es un sistema planificado, con una fuerte presencia estatal, pero mixto porque permite la presencia privada”, explicó.
Y recalcó que con el nuevo sistema se rompería con la forma de gerenciar que ha llevado al país “a la exclusión, a la desigualdad y a la violencia”. “Ese es el debate que queremos generar. Es el derecho fundamental garantizado a la salud, la educación, a lo laboral, la base real de la ‘Paz Total’ en Colombia”.