Gustavo Petro salió al balcón de la Casa de Nariño a defender las polémicas reformas de su Gobierno

En medio de varias pullas y fuertes cuestionamientos a varios sectores de la prensa y a los “dos banqueros más grandes de Colombia”, el presidente de la República habló sobre las transformaciones que pretende hacer sobre el sistema pensional, de salud y laboral

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En compañía de Verónica Alcocer y su hija Antonella, el jefe de Estado habló ante miles de personas sobre las reformas del Gobierno nacional. 
Presidencia.
En compañía de Verónica Alcocer y su hija Antonella, el jefe de Estado habló ante miles de personas sobre las reformas del Gobierno nacional. Presidencia.

Para las cuatro de la tarde del martes 14 de febrero estaba programado un discurso del presidente Gustavo Petro en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño. En este, hablaría con quienes se manifestaron a favor del Gobierno nacional, sobre las reformas planteadas por su administración, incluyendo la radicada el lunes 13 para transformar el sistema de salud actual.

Sin embargo, el jefe de Estado apareció dos horas después en uno de los balcones del palacio presidencial, y ante miles de fanáticos, organizaciones sociales y movimientos indígenas, mencionó algunos de los proyectos que ya han sido aprobados y otros que, según él, deben ser avalados por el Congreso de la República.

En compañía de la primera dama, Verónica Alcocer, y su hija Antonella —que vistieron la camiseta alternativa de la selección Colombia—, empezó hablando de la necesidad de implementar las reformas planteadas por la actual administración y dijo que deben ser aprobadas “para establecer el cambio” en el país. Posteriormente, se refirió a la crisis actual generada por situaciones como el covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania.

“Por eso es que se impone el cambio, no es Colombia ajena a esta circunstancia de la humanidad, somos parte de ella, coparticipamos en estos 40 años de pensamiento casi que único y que nos ha llevado a esta situación”, manifestó el mandatario sobre la situación global.

En ese sentido, describió que en sus primeros seis meses de gobierno han visitado regiones azotadas por emergencias como la invernal, la cual dejó, según él, cerca de un millón de damnificados, “gente con hambre, vías destruidas y pueblos anegados”. Explicó ante los manifestantes lo que significa el término neoliberalismo, el cual “se ha defendido por todos los medios de comunicación, buena parte del pensamiento humano y político en las últimas décadas y por todos los gobiernos del mundo, también el de Colombia”.

Esa pulla a la prensa fue la primera de varias lanzadas contra varios sectores “poderosos”.

Habló de la corrupción en las regiones y las consecuencias en las poblaciones más vulnerables, como la niñez; de la juventud que “ha sido enviada a la cárcel y disparado a los ojos” en las últimas protestas y no dejó de lado la situación que viven aquellas personas de la tercera edad que no reciben pensión.

Criticó a los sectores que han cuestionado mecanismos como la liberación de jóvenes detenidos en protestas para designarlos como gestores de paz, y al respecto aseveró que “sueltan a sus asesinos, sueltan a los mafiosos, pero no sueltan a la juventud. Les preocupa que se conviertan en gestores de la paz” y en ese momento los presentes en la Plaza de Armas gritaron “libertad”.

“El derecho no es para quien puede pagarlo, eso se llama neoliberalismo”, expresó Petro Urrego.

Media hora después, empezó a hablar concretamente de las reformas y dijo que pretenden mejorar las condiciones de educación, pensión, soberanía alimentaria y establecer las condiciones para que los campesinos sean dueños de su propia tierra y que la puedan trabajar.

Y pese a las polémicas que han rodeado algunas de las iniciativas presentadas ante el Congreso, esclareció que “buscan la garantía real de los derechos universales fundamentales para la sociedad”.

Acto seguido, habló de que se presentarán tres grandes reformas al Legislativo: la primera es la pensional, y cuestionó la desigualdad con que se ha manejado este rubro en el país. Criticó que “se vende la idea de que tenemos uno de los mejores modelos pensionales consignados en la Ley 100 y es mentira”. Incluso, lanzó otra pulla a “los dos bancos más grandes del país” y aseveró que mes a mes millones de personas le entregan el dinero de sus pensiones a esas entidades.

“Qué negociazo el que se ha hecho con el trabajo de los colombianos y las colombianas”, mencionó el presidente. Hasta recordó que, según él, se han hecho transacciones como la compra de acciones en el Grupo de Energía de Bogotá, “puentes que se caen”, y préstamos al Estado con “una muy bonita tasa de interés”.

“Mire este negocio: el Estado a través de sus impuestos paga los pensionados del sector privado mientras dos banqueros recogen las cotizaciones de los trabajadores jóvenes que no se van a pensionar”, sostuvo Petro.

También aclaró que, la propuesta central de esa reforma “no es que el cotizante le pague la pensión al que no tiene siendo viejo, porque eso lo paga el Estado al ser un derecho. Pero para que el Estado pueda hacer ese pago, se necesita que no pague lo que el cotizante sí podría pagar en este momento que son los pensionados de Colpensiones”. Aseveró que por cuenta de esa proposición “los dos banqueros no me quieren”.

“Me dijo un empresario en Cali: ‘es que usted va a imponer el socialismo’”...

En ese punto de su discurso, evocó esas palabras que le mencionaron durante su campaña presidencial. En respuesta, el mandatario dijo “no, voy a poner una democracia, algo que se llame justicia social y algo que pueda construir la paz”.

Y cuestionó de manera tajante: “¿qué tan difícil es entender que, si somos uno de los países más desiguales del mundo, entonces el camino de las soluciones de nuestros actuales problemas fundamentales pasa por ser más equitativos y democráticos?” y dijo que un empresario se vuelve más rico cuando la sociedad se vuelve más rica.

Posteriormente, ahondó en la reforma laboral, cuyo primer objetivo es mejorar las condiciones laborales no solo a nivel salarial, sino en también en materia de horarios y pago de horas extras. Denunció también que a través de los contratos por prestación de servicios “abusan laboral y sexualmente de las mujeres de Colombia que quieren trabajar”.

“... Una sociedad machista que hace que el machismo se traduzca en capitalismo de la peor calaña porque ahora el empleador tiene en sus manos la estabilidad laboral de la mujer, ¿cómo así?” criticó Petro en un elevado tono de voz.

La reforma a la salud: la ‘tercera grande’ de su gobierno

Dijo que la salud “no puede ser un negocio” y precisó, al igual que en la gran mayoría de sus intervenciones, que el sistema cambiará a uno preventivo en el cual los médicos podrán acceder a zonas alejadas y municipios que no tienen cobertura hospitalaria.

Ante los miles de manifestantes que se congregaron en la Plaza de Armas, el presidente Petro dijo que también el propósito de esa iniciativa es que haya cobertura de atención primaria en Cauca. De hecho, ese fue uno de los reclamos hechos por integrantes de la asociación de docentes Asoinca, los cuales viajaron hasta Bogotá para exigirle al Gobierno nacional que mejore las condiciones de este rubro y permita que ellos mismos manejen los recursos correspondientes a este sector.

Finalmente, el jefe de Estado expresó que esas tres reformas “buscan más justicia, que la gente pueda acceder en igualdad de condiciones al ejercicio pleno de sus derechos fundamentales como ordena la Constitución”. Señaló que el Congreso de la República tiene “la última palabra y quizás, después, el poder judicial”.

“Me llaman ‘dictador’ cuando hemos dejado nuestra obra en manos del Congreso de Colombia como lo requiere una democracia”, concluyó Petro.

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