La Fecha 4 de la Liga BetPlay Dimayor I-2023 estuvo marcada por la mala conducta de los aficionados alrededor del país. En el municipio de Tolú, Sucre, hubo reporte de múltiples heridos y una persona fallecida luego de que se formara una batalla de campal entre barristas de Atlético Bucaramanga, que presenciaban el partido de su club ante Jaguares de Córdoba, y aparentemente un grupo de pandilleros.
Algunos testigos indicaron que durante el sábado 11 de febrero, los hinchas ingresaban a restaurantes del municipio y tras comer amenazaban a los trabajadores y se iban sin pagar la cuenta. Esta situación habría sido alertada por los ciudadanos que buscaron hacer justicia por mano propia, generando la confrontación que hasta el momento ha dejado una persona muerta y 10 personas heridas, de los cuales cuatro son miembro de la barra brava Fortaleza Leoparda.
La víctima fue identificada como Rafael Enrique Baldovino Zúñiga, quien trabaja en Tolú como lavador de carro y quien habría fallecido producto de impactos de bala y puñaladas con arma blanca. Las autoridades investigan lo sucedido e intentan identificar el responsable:
“Se trabaja en las labores de investigación que permitan establecer los dinamizadores de este hecho, por el momento no hay capturados. Ya existe un despliegue institucional para ver qué sucedió coordinados con el CTI de la Fiscalía. Antes de escoltar a los hinchas, se adelantó una fuerte requisa y logramos identificar a todos ellos, esta información será de vital importancia para esclarecer quiénes estuvieron inmersos en estos hechos donde murió una persona”.
La Policía de Colombia además invitó a la ciudadanía a reportar cualquier hecho extraño que perturbe la tranquilidad para que de esa manera la reacción sea más efectiva y se logre dar captura a los delincuentes:
“Invitamos a la ciudadanía a suministrar información oportuna ante la circulación de personas sospechosas, para con base en esta reaccionar oportunamente, anticipar este tipo de situaciones y lograr la captura de delincuentes que buscan afectar la convivencia y seguridad de los sucreños además de ser tolerantes frente a hechos de diferencia que altere la tranquilidad”.
En redes sociales, la barra brava de Atlético Bucaramanga denunció, luego de los altercados, que la ruta de los cuatro buses que viajaron a Montería fue desviada sin previo aviso y que a la escolta policial se habían integrado varias camionetas blancas con personas de civil:
“Hasta el momento este es el panorama que se vive con los buses de nuestros integrantes de la FLS-98 se encuentran detenidos sin saber exactamente en donde se encuentran y sin ningún motivo concreto de por qué están retenidos, siendo acompañados aparte de la policía. Por un grupo de personas de civil y demás personas que se van sumando “Sin saber quiénes son y a qué grupo pertenecen”, arriesgando a nuestros integrantes en una vía completamente desoladas”.
Sin embargo, la caravana de buses fue acompañada de nuevo a su destino final por integrantes de la Policía y la Defensoría del Pueblo con el fin de evitar nuevos inconvenientes en el camino. La institución del estado aprovechó para hacer un llamado al fútbol en paz y rechazar la violencia en torno al fútbol:
“Rechazamos los actos de violencia ocurridos el fin de semana dentro y fuera de los estadios. Desde la instancia nacional, comisión técnica y comisiones locales creadas por la Ley 1270 de 2009 se debe promover un diálogo constructivo con directrices para minimizar riesgos. Este llamado que hoy hacen los protagonistas del espectáculo (jugadores) debe trascender para que la vida sea respetada y el deporte nos siga brindando alegrías a todos los colombianos”.