En la mañana del 10 de febrero, las autoridades del Valle del Cauca interceptaron en el corregimiento de Tierra Blanca, zona rural de Roldanillo, una camioneta de alta gama y hallaron en su interior 590 kilos de marihuana tipo creepy. El conductor del vehículo, un hombre de 25 años de edad, fue capturado.
El sujeto intentó evadir a la Policía, pero quedó atrapado en una zanja. El vehículo fue incautado y el hombre puesto a disposición de la justicia para afrontar un proceso por los presuntos delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Inicialmente, se pensó que la camioneta pertenecía a la Unidad Nacional de Protección (UNP) debido a los recientes escándalos de esa institución, esta versión quedó inmediatamente descartada por las autoridades cuando descubrieron que el chasis está remarcado y el vehículo original se encuentra en Bogotá.
Los escándalos en la UNP
A mediados de diciembre de 2022, las autoridades encontraron un vehículo de la UNP con 168 paquetes de cocaína, equivalentes a 150 kilos, en su interior. Se trataba de una Toyota Prado TXL, de placas KXU-434, que pertenecía al esquema de protección del anterior subdirector de esa entidad, Ronald Rodríguez Rozo.
Lo llamativo de ese asunto es que el conductor que fue capturado en ese momento, Manuel Antonio Castañeda, ex subintendente de la Policía, no tenía ningún vínculo laboral con la UNP y había sido capturado meses atrás, en el sector de Cerritos, cerca de Pereira, por transportar 400 kilos de marihuana en otro vehículo adscrito a la entidad.
Ante estos hechos, el nuevo director de la Unidad, Augusto Rodríguez, dijo que “estamos encontrando una serie de irregularidades de los vehículos que vienen orquestadas desde la cartelización de estos en la UNP y en la Fiscalía”. Según Rodríguez, se estarían alquilando vehículos de protección a personas que no los necesitan, habría carros con falsos blindajes y una mafia para contratar con ciertas empresas.
Por todo esto, la UNP se puso en la tarea de rastrear la flota y determinar el uso que se le da a cada vehículo que compone un esquema de protección. Rodríguez aseguró que en ese trabajo se hicieron graves hallazgos que ya fueron puestos bajo conocimiento de la Fiscalía General de la Nación.
Castañeda, el conductor capturado a mediados de diciembre, es uno de los principales testigos de la investigación. Reveló que al interior de la entidad existiría una organización criminal compuesta por sindicatos, contratistas, funcionarios y exfuncionarios de la entidad.
Para sustentar su relato, el hombre le entregó al director de la UNP una serie de grabaciones que comprometerían a varios miembros de la entidad, entre ellos a Wilson Devia, presidente de uno de los 19 sindicatos. Devia le alquiló a Castañeda un esquema de seguridad que estaba asignado a un firmante de los acuerdos de paz por un valor de siete millones de pesos mensuales, más un millón para la gasolina. Aquella camioneta fue la misma incautada por llevar 400 kilos de marihuana en Cerritos.
Castañeda relató además que desde que se retiró de la Policía se comenzó a dedicar a la promoción de artistas de música popular, pero que en ese oficio fue secuestrado y extorsionado, por lo que tuvo que contratar un esquema de seguridad que le costaba 15 millones de pesos mensuales.
También reveló que utilizó uno de los vehículos de la UNP para transportar Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, un excabecilla del Clan del Golfo, que se fugó de la cárcel La Picota a comienzos de 2022. Según dijo Castañeda, recogió a alias Matamba cerca a la cárcel y lo llevó hasta una finca en Antioquia.