Expresidente Uribe sigue considerando peligrosa la reforma a la salud, aun cuando ya no habla sobre la eliminación de las EPS

Desde la inauguración de la sede oficial del Centro Democrático en Cali, el exmandatario se refirió a los cambios incorporados en el documento que será radicado ante el Congreso el 13 de febrero

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Álvaro Uribe (Colprensa-Sergio Acero)
Álvaro Uribe (Colprensa-Sergio Acero)

El expresidente Álvaro Uribe sigue teniendo reparos frente a la reforma a la salud, que será radicada en el Congreso de la República el lunes 13 de febrero, a pesar del anuncio del Gobierno, según el cual, ya no serán eliminadas las Entidades Promotoras de Salud (EPS).

En un principio se eliminaría esta figura para instaurar, en su lugar, la cadena de atención que inicia por los Centros de Atención Primaria (CAP). Y, de esta manera, eliminar el rol de las EPS como intermediarios financieros.

Sin embargo, tras la Asamblea Nacional de Departamentos y la reunión entre el jefe de Estado y los representantes de las EPS, el Gobierno dio a conocer que, aunque no se eliminarán las Entidades Promotoras de Salud, tendrán que transformarse para sobrevivir:

“Las EPS ya no serán el eje institucional, sino los Centro de Atención Primaria, que pueden ser públicos o privados. Es decir, la EPS puede, si quiere sobrevivir hoy en el nuevo sistema que proponemos, comenzar su supervivencia con Centros de Atención Primaria (CAP)”, indicó el mandatario.

Lo que supondría que, de acuerdo con el director de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), Félix León Martínez –con el tiempo– las EPS se territorialicen. Por ejemplo, con EPS SURA enfocándose, principalmente, en Antioquia y Sanitas, en Bogotá. Lo que supondría el cierre, solamente, de las EPS cuya capacidad operativa no responda a las necesidades de la ciudadanía.

Pero, aun así, para el exmandatario y líder del Centro Democrático, al modificar el sistema de pagos, el Estado entraría a manejar un monopolio que, actualmente, ni siquiera es bien administrado con varios actores a la cabeza:

“Un monopolio estatal que es lo que pretende esta reforma, no puede brindar un buen servicio de salud. Por supuesto, hay que mejorar el sistema, hay dos maneras: O este monopolio estatal de la salud, que sería gravísimo o se puede hacer la reforma a través de una combinación de EPS, centros médicos y gobiernos municipales”

Y recalcó que, aunque las EPS necesitan ser intervenidas, sobre todo después de casos como el de Saludcoop y Caprecom, en el que terminaron siendo liquidadas a causa de la corrupción, también cumplen funciones difíciles de adoptar, de un momento a otro:

“Nosotros somos partidarios de que se mejore la situación laboral y salarial de todos los empleados del sector de la salud, pero para eso no hay que acabar el sistema”.

En el nuevo sistema de salud, de acuerdo con León Martínez, todos el que pueda tendrá que realizar aportes: “Es claro decir que el que no tiene, no tiene que pagar nada y se cambiaría la división entre contributivo que tiene que pagar y subsidiado que no tiene que pagar, el principio es que todos pagan si tienen, y si no tienen van a tener garantizado el servicio de salud”, mencionó en entrevista para RCN Radio.

Aunque, podrán seguir accediendo a servicios y atención en salud quienes tengan alguna deuda o no estén al día con sus aportes. Planteando un concepto diferencial para el régimen contributivo y para el régimen subsidiado. Sin embargo, de por sí, los regímenes actuales, según el exmandatario, han reducido el nivel de inversión que deben realizar los trabajadores, formales e informales, antes de acceder a los servicios médicos:

“Antes de esta reforma (Ley 100 de 1993) los colombianos tenían que gastarse de su bolsillo más o menos 55 de cada 100 pesos que recibían para poder tener un servicio de salud, actualmente esa cifra es de 16 pesos y el servicio era limitado, únicamente, para las personas que tenían un trabajo estable”

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