Nelson David Polanía, hijo de los humoristas Nelson Polanía y Fabiola Posada (‘La Gorda Fabiola’), estuvo desaparecido de redes sociales durante un par de semanas. Sin embargo, hace algunas horas reapareció para explicar que se ausentó por problemas con un celular que compró de segunda mano.
Resulta que el joven contactó a una persona, cuya identidad no quiso revelar, e hicieron negocio por un teléfono de marca Apple. Y aunque todo parecía normal, al cabo de una semana el equipo fue bloqueado y quedó sin servicio.
“Yo, sinceramente, pensé que era un error del sistema, que no había entrado el pago de mi plan o que, quizá, debía hacer una actualización en la SimCard”, expresó inicialmente.
Lo que no se imaginó el hijo de ‘La Gorda Fabiola’ y ‘Polilla’ es que, al hacer la reclamación correspondiente con el operador responsable del teléfono, le informaran que tenía en su poder un equipo reportado por no pago. Es decir, el dueño original lo sacó a crédito y no cumplió con las cuotas pactadas.
“La verdad fue una situación incómoda, en el sentido en que tocó hacer numerosos trámites para poder solucionar esto. Además, yo estaba un poco apurado porque tenía que irme de viaje y uno no se espera eso del celular, entonces me tocó optar por uno de emergencia”, agregó.
Por último, Nelson David Polanía mostró que fue a la tienda de una amiga suya y compró un nuevo iPhone, esta vez cerciorándose de que todo estuviera al día y no fuera a tener problema alguno en el futuro.
En cuanto a la persona que intentó estafarlo, el antropólogo en formación informó que llegaron a un acuerdo.
“Me es importante decirles que llegué a una solución con la persona a la cual le compré el celular y que estamos a paces. No obstante, decidí compartirles la experiencia para que estén más precavidos al momento de ir a comprar equipos”, concluyó.
El hijo de ‘La Gorda Fabiola’ no ha sido el único en tener problemas con su celular
Erika Zapata, periodista de Noticias Caracol, contó hace algunos días que compró un celular en la tienda de tecnología Monterey, de Medellín, pero el puerto de carga dejó de funcionarle a los siete días. Motivo por el cual fue a reclamar la garantía y le dijeron que debía esperar un mes.
Molesta por no recibir una solución inmediata, la antioqueña acudió a las redes sociales y en una de sus publicaciones decidió etiquetar a Xiaomi, marca fabricante del teléfono en cuestión.
“Ese mismo día el gerente de la compañía en Colombia me contacta, muy honesto, a preguntarme por lo que había pasado. Yo les conté la historia y ellos dijeron que me iban a responder, pero ambas partes confiadas en que había sido comprado en un punto confiable (...) El problema fue cuando me pidieron el IMEI del celular y se dan cuenta que el celular es de contrabando, y no tenía que estar siendo comercializado en Colombia sino en Chile”, señaló.
Lo que no explicó Erika Zapata es qué sucedió con el celular de contrabando que compró o si el establecimiento responsable tendrá alguna sanción por comercializar productos de dudosa procedencia.
“Quiero recomendarles que compren los celulares en un punto de venta confiable; no dejarnos llevar porque algunos digan que se trata de un lugar reconocido. Muchas gracias a esta empresa porque fueron honestos, aunque no tenían la culpa, y ya me resolvieron el problema con regalo incluido (...) Le cuento esta historia para que no le pase a usted”, agregó, previo a mostrar que Xiaomi le envió un nuevo celular y, adicionalmente, un reloj inteligente para compensar lo ocurrido.