La situación fue reportada en tiempo real por la cuenta de Twitter El VAR Central (Andrés) en la noche del viernes 10 de febrero, mientras a la par se desarrollaba el juego entre Jaguares de Córdoba y Atlético Bucaramanga por la fecha 4 de la Liga BetPlay I 2023 en el estadio Jaraguay de Montería de la capital cordobesa.
Sobre el minuto 36 del juego entre monterianos y bumangueses, las cámaras de la transmisión televisiva de Win Sports + captaron el momento exacto en que el delantero centro azul dentro marcado con el dorsal 27, Ómar Duarte, levanta su mano izquierda y se ve en su dedo anular un anillo, objeto peligroso para disputar un partido profesional de fútbol y que expone la integridad del deportista mismo ante una caída o un choque con otro rival.
Así fue el reporte de la situación en redes por parte de la cuenta @ElVARCentral sobre las 8:51 p. m. del viernes 10 de febrero:
🤦♂️ En Colombia se revisa muy poco el tema indumentaria en los jugadores. Vemos a Jarlan siempre con sus pendientes “tapados” y ahora Omar Duarte de Jaguares jugando con un anillo. Hay que revisar muchachos, por favor. Hacer cumplir la ley desde el arranque #LigaBetPlay
El jugador no fue apercibido ni se le llamó la atención por parte del juez central Edwin Ferney Trujillo Castro, que avaló su salida del terreno de juego al minuto 67 del compromiso cuando el marcador estaba 1-1 con un gol suyo para darle ingreso a Armando Araque a manera de sustitución:
Esta situación que pasó desapercibida por los cuatro colegiados del partido podría ser materia de análisis y revisión en el Comité Disciplinario del Campeonato para la Resolución 005 de la Dimayor en 2023, pues infringe la normativa de lo estipulado en el Código Disciplinario Único (CDU) de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), tal como se sancionó con multa un día atrás un repentino y no autorizado cambio de uniforme del portero Sebastián Viera en el enfrentamiento de Junior contra Atlético Bucaramanga del 5 de febrero.
Del mismo modo, el anillo en el dedo de Duarte abrió un debate en redes en materia de los permisos reales con que cuentan los jugadores para portar este tipo de accesorios añadidos a sus indumentarias deportivas, pues el usuario de Twitter @Nac1onalismo respondió al trino de El Var Central (Andrés) diciendo que el jugador Verdolaga Jarlan Barrera se tapa los anillos con microporo y que este implemento fue utilizado en un partido del samario por la Copa Conmebol Libertadores sin que hubiese sanción alguna de por medio.
Este tipo de accesorios significan un riesgo innecesario para el futbolista y sus rivales, teniendo en cuenta que se trata de un deporte en el que hay constantes roces y contacto físico. Cualquier accesorio en medio de un juego puede generar laceraciones y los jugadores con cadenas, manillas, anillos y hasta pendientes pueden exponer su integridad.
La situación recordó una lamentable anécdota padecida por el portero argentino Nery Pumpido, quien el martes 7 de julio de 1987 haciendo parte de las prácticas deportivas de River Platea cargo del preparador físico Luis María Bonini saltó y tocó constantemente el travesaño del arco hasta que se le enganchó el anillo de bodas en uno de los espacios que sostienen la red.
Así relató la dolorosa y traumática experiencia de su lesión el exportero de 65 años en diálogo con la revista SoHo el 14 de septiembre de 2009 para la publicación “Cómo es perder un dedo (o casi)”:
Me desguanté, así se llama, pero no perdí el dedo, sino que se me desprendió la piel y se me fue hacia adelante. El problema lo tuve en la primera falange del anular, perdí un pedacito, pero me operaron y quedó todo bien.
Superé rápidamente el accidente en lo anímico, porque dos meses después ya estaba jugando de nuevo. No se me pasó nunca por la cabeza que se podía terminar mi carrera, porque la magnitud del problema no fue tan grande como se dijo en ese momento. Fue algo más magnificado por los medios que lo que realmente ocurrió, porque había salido campeón de todo el año anterior y porque era arquero. Pero no pasó nada. Después seguí usando el anillo para atajar, pero en la otra mano.
A Pumpido le fue reimplantado el tejido mediante una operación de microcirugía. Una semana más tarde los médicos comprobaron que había reaccionado bien a pesar de las horas que estuvo desprendido del resto del cuerpo.