La ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas no son campos del conocimiento extraños para las mujeres, aunque su participación en estas áreas no sea mayoritaria, debido a los prejuicios y estructuras patriarcales que han marginado su participación en los escenarios públicos.
Una situación que se ha combatido durante las últimas décadas, precisamente iniciativas como la del Día de la Mujer y la Niña en la ciencia, pretenden combatir esta situación, visibilizando las capacidades de las mujeres en las áreas STEM, por sus siglas en inglés.
Nombres como Hipatia de Alejandría, Marie Curie y Ada Lovelace dan testimonio del aporte de las mujeres al avance del conocimiento humano; sin embargo, en Colombia también han existido mujeres que han contribuido a la ciencia nacional, que no siempre han obtenido el reconocimiento o visibilidad justa.
Manuela Saenz de Santamaría
La historiadora Laura Daniela Buitrago explica que: “Hacia 1801, fundó y presidió la Tertulia Del buen gusto, en donde surgieron tanto nuevas ideas como sociabilidades, pues los espacios en donde se llevaban a cabo las reuniones habían roto la división masculina y femenina antes imperante”.
Su educación fue producto del esfuerzo de sus padres, hablaba latín, francés, italiano, era la propietaria de la biblioteca de Historia Natural más completa del reino.
Fue visitada por el naturalista Alexander Von Humboldt, durante su paso por Santa Fe, y por medio de las cartas de José Francisco Caldas, sabemos que Santamaría fue una de las mayores patrocinadoras de las actividades científicas, en las que ella también participó, como en la medición del Salto del Tequendama.
Virginia Gutiérrez de Pineda
Aunque actualmente está importante antropóloga es reconocida por protagonizar el nuevo billete de 10 mil pesos, en realidad se trata de una de las figuras intelectuales claves para entender el desarrollo de las Ciencias Sociales en el País.
Sus estudios sobre la estructura de las familias colombiana aún son documentos de referencia en el país, así como las investigaciones que desarrollo en el estudio de la historia de la medicina y el rol de las mujeres en la cultura colombiana.
En 1944 se licenció en Ciencias Sociales, siendo alumna de relevantes figuras como Rudolf Holmes o Paul Revet, el antropólogo francés que fundo el Instituto y Museo nacional de Antropología.
Luz Amorocho
Se trata de la primera mujer arquitecta en la historia del país, graduada en 1945 por la Universidad Nacional de Colombia, fue la única mujer en un grupo de 26 donde destacó por sus habilidades en el dibujo.
La recién fundada facultad de Arquitectura aún estaba muy influenciada por la Ingeniería, de donde provenía el mayor número de profesores, una vez egresada entró a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas.
Participó en el proyecto de reconstrucción de Tumaco, tras el incendio de 1947, después entro a trabajar a la firma de arquitectura Cuellar Serrano Gómez, como dibujante.
La arquitecta Silvia Arango explica en el libro Luz Amorocoho: Arquitecta, que está cansada de la precesión social, que debía afrontar por ser una mujer profesional que había optado por no casarse, decidió marcharse a París a sus 38 años.
Las hermanas Uribe Bone.
Guillermo Uribe Echeverría fue un ciudadano vasco que emigro a Guatemala a inicios del siglo XX, allí se conoció y casó con María Teresa Bone, la pareja se trasladó a Medellín, donde vivieron el resto de su vida.
Sus ocho hijos se destacaron en diversos campos, pero en el campo de las ingenierías las protagonistas fueron dos hermanas: Rebeca y Guillermina, la primera entró a Universidad Católica Bolivariana (hoy UPB) a cursar estudios en Ingeniería Química; mientras que Guillermina estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Colombia.
En 1945 Rebeca se graduó, convirtiéndose en la primera mujer ingeniera del país, trabajo en el laboratorio de calidad de la fábrica de Bávaria en Bogotá. Por su parte, Guillermina, se graduó en 1948, entró a trabajar al Ministerio de Obras Públicas, su primer trabajo fue el edificio de correos del Valle; sin embargo, a los pocos años se retiró con la intención de formar una familia.