Promigas invertirá más de $870.000 millones en 2023 en Colombia y Perú

Con este presupuesto se espera llegar a 400 mil usuarios aproximadamente durante el año, con una estrategia que tiene un importante impacto en el componente social

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En 2022, aproximadamente un millón de personas dejaron de cocinar con leña gracias al desarrollo de Promigas. Indicó el informe entregado por la junta directiva de la compañía. Foto: Colprensa.
En 2022, aproximadamente un millón de personas dejaron de cocinar con leña gracias al desarrollo de Promigas. Indicó el informe entregado por la junta directiva de la compañía. Foto: Colprensa.

Las inversiones de Promigas en Colombia incrementarán en 2023, así lo anunció la compañía, que compartió su plan de inversiones aprobado por la junta directiva. En este acuerdo se confirmó la cifra de $877.400 millones de pesos entre los dos países suramericanos.

Con el fin de seguir desarrollando sus procesos en los territorios que aún no cuentan con acceso al sistema de gas, la compañía invertirá 625.900 millones en Colombia, mientras que en Perú serán 251.500 millones. Esta inversión representa un 12% superior con relación a la realizada en 2022 y tendrá como objetivo llegar a 368.000 usuarios.

Para cumplir con este objetivo, se invertirán $743.600 millones para la distribución de la fuente energética. Además, el presupuesto estará destinado para el desarrollo e implementación de la estrategia denominada: Inversión Social de Alto Impacto.

Además del proyecto de cobertura de gas natural, la compañía destacó el primer proyecto de hidrógeno verde en la región, que hace parte de las proyecciones de ampliación en el marco energético del país.

“Dentro de los logros obtenidos por Promigas en 2022, nos sentimos muy orgullosos de haber inaugurado el primer piloto de hidrógeno verde en América Latina para inyección en la red de gas natural y nos convertimos también en la primera empresa en América Latina en formar parte de la iniciativa de Gas Natural de la Universidad de Stanford”, dijo Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.

Con este proyecto también se plantea la estrategia de descarbonización mediante la instalación de 11.000 nuevos medidores prepago y como medida adicional, se destinarán $1,1 billones para créditos a través del programa de financiación no bancaria Brilla.

“Apoyamos el progreso de más de 3.6 millones de familias que son usuarias de las empresas de nuestra red de distribución, a través del negocio de Financiación No Bancaria Brilla, facilitándoles el acceso a productos y servicios que mejoran su calidad de vida”, indica la empresa en la presentación de este beneficio.

De esta manera, los cuatro frentes con los que la compañía pretende crecer en el país serán: Consolidación del crecimiento de sus negocios, Fomento de diversificación, créditos a través del programa de financiación no bancaria Brilla y Sostenibilidad, y generación de impacto ambiental y social responsable.

Mientras las inversiones en gas natural crecen con la implementación de estrategias como las que plantea esta compañía, en el petróleo decrecen. Así lo confirmó la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) que en su último informe reveló que la inversión destinada para la exploración de petróleo será de 1.240 millones de dólares, es decir, 4% menos de lo que se registró en 2022, con 1.290 millones.

De igual forma, la inversión de las empresas privadas estaría al rededor de los 700 millones de dólares, lo que representa un 33% menos que el año pasado. Por su parte, el Estado colombiano aumentaría la inversión en exploración del crudo.

“La caída en la inversión exploratoria de las privadas se debe, principalmente, a la incertidumbre, y el incremento de la exploración por parte de Ecopetrol obedecería a la búsqueda de reservas, con énfasis en costa afuera”, explicó Francisco José Lloreda Mera, presidente de ACP.

Estas dinámicas en el mercado de energéticos han hecho que el gas se vuelva más atractivo para las compañías, así lo explicó Lloreda en referencia a la llamada transición energética.

“La inversión en gas se viene incrementando desde hace varios años. Es una señal clara del interés de la industria en ir dando un giro hacia fuentes primarias de energía que, además de limpias, están llamadas a ser la correa de transmisión de la transición”, señaló.

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