Desde la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia rechazaron los hechos de violencia en que murieron dos trabajadores de Incauca en zona rural entre los municipios de Padilla y de Corinto (Cauca) a inicios de esta semana.
“Condenamos acciones violentas del 6 de febrero que vulneraron derechos de comunidades afrodescendientes del norte del Cauca, en Padilla, y provocaron: el homicidio de 2 comuneros indígenas, Rodolfo Dagua y Leonardo Talaga, trabajadores de @Incauca; y heridas a 2 personas (sic)”, señalaron desde la cuenta oficial del organismo multilateral.
También solicitaron celeridad a las autoridades en las investigaciones para establecer quiénes fueron los responsables de los homicidios.
“Estas acciones violentas expusieron a un grave riesgo a todas las personas de las distintas comunidades, procesos organizativos y gremiales, entre otros, que se encontraban el 6 de febrero en el lugar de los hechos. Urgimos por una investigación independiente y eficaz que esclarezca los hechos ocurridos y garantice los derechos de las víctimas a #verdad #justicia y #reparación (sic)”, trinaron.
Finalmente señalaron que cuando sean requeridos, están dispuestos a servir de mediadores en conflictos como los que hay por la posesión de la tierra en esa zona del Cauca.
“Reiteramos nuestra disposición de seguir acompañando el diálogo en el norte del Cauca como camino para superar las conflictividades existentes y avanzar en la realización de derechos para todas y todos (sic)”, concluyeron.
Según un comunicado de la compañía Incauca, no es la primera vez que este predio es objeto de ataques de grupos que se lo quieren quedar de forma ilegal, pero en esta ocasión era el más grave ya que atacaron con armas de fuego.
“Es el más grave de una serie de agresiones contra la integridad de los trabajadores, sumado a otros ataques como incendios a cultivos, destrucción de maquinaria e instalaciones de diferentes predios que han sido objeto de invasión. Incauca rechaza los ataques contra la propiedad privada que se vienen presentando desde diciembre de 2014, y que se han venido agravando en su violencia, hasta desembocar en la tragedia de hoy que enluta a dos familias”, afirmó el ingenio a través de un comunicado.
Y volvieron a hacer un llamado a las autoridades para que se lleve ante la Justicia a las personas que, señalan, se han dedicado a tratar de invadir predios azucareros. Así como enviaron sus condolencias a los allegados de las personas que perdieron la vida en el ataque.
El hecho fue confirmado por el comandante de la Policía del Cauca, el coronel José Ricardo Archila, quien detalló que se trató de un enfrentamiento entre empleados de la hacienda y comunidades ancestrales de la zona.
“El hecho se habría presentado, al parecer, cuando indígenas habrían incendiado una motocicleta de uno de los trabajadores del ingenio (...) Es de anotar que en este predio se han presentado dos confrontaciones entre campesinos e indígenas durante el año 2022, siendo la última el 6 de agosto donde resultó un indígena herido por arma cortopunzante”, informó el oficial.
Por su parte la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar (Asocaña) rechazó este nuevo hecho que involucra a un predio dedicado a la elaboración de ese producto y solicitó celeridad a las autoridades para dar con los autores de lo ocurrido.
“Desde Asocaña hacemos un llamado urgente a la Fiscalía General de la Nación y a la Justicia colombiana para que investigue y judicialice a los responsables de estos asesinatos y agresiones”, señalaron a través de un comunicado.
También recordaron que no cesan los ataques en contra de los predios en los que se desarrolla la producción de azúcar en el país.
“Solicitamos al Estado colombiano que garantice los derechos a la vida y al trabajo de los colaboradores de la agroindustria de la caña. Los derechos fundamentales no tienen distinción y lo cierto es que nuestro sector ha sido gravemente afectado”, indicaron.
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