Indignación, eso es lo que sienten algunos funcionarios de carrera diplomática, tras la confirmación de Moisés Ninco Daza como el embajador de Colombia ante los Estados Unidos de México.
Pero, ante la falta de garantías del Gobierno para designar, bajo el principio del mérito, a los embajadores y cónsules en los países con los que se tienen relaciones diplomáticas activas, la de Ninco Daza, se suma a otras 22 demandas que han sido interpuestas por el nombramiento de funcionarios que no cumplen con los requisitos estipulados por la ley para asumir un cargo.
“El señor Ninco no cuenta con título profesional y acredita únicamente dos años y cinco meses de experiencia laboral, sin relación alguna con la diplomacia. El manual de funciones de la Cancillería establece como requisitos para ocupar el cargo de embajador tener título profesional, título de posgrado y experiencia profesional relacionada. Ninguno de estos requisitos se cumple en este caso”, señaló la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular.
Al conocerse el nombramiento, en noviembre del 2022, W radio, reveló que el representante de los colombianos en el país azteca suspendió, en noveno semestre, sus estudios en la carrera de Política y Relaciones Internacionales, en la Universidad Sergio Arboleda; al no cursar algunas materias, ni cumplir con el requisito de trabajo de grado.
Después de abandonar la universidad, Ninco Daza trabajó con medios de comunicación y, luego, en la revocatoria del segundo mandato del exalcalde Enrique Peñalosa; lo que le ganaría algo de notoriedad, a pesar de no haber prosperado con la iniciativa.
Si bien es cierto que, en el caso de quienes están en carrera diplomática en la Cancillería, es posible homologar el título de posgrado con dos años de experiencia laboral en cargos afines; bajo ninguna circunstancia es aceptable no haber culminado los estudios de pregrado y ser nombrado como cónsul o embajador.
María Angélica García, presidenta de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (UNIDIPLO) indicó que se han visto en la obligación de denunciar 22 casos como el de Ninco, desde el indicó del nuevo Gobierno, por nombramientos que, aunque son provisionales, incumplen la ley.
“El mérito debe ser principio rector del servicio exterior, por eso hemos tenido que demandar 22 nombramientos provisionales en cargos de carrera que no cumplían los requisitos y nos vemos obligados a seguirlo haciendo hasta que la administración justifique adecuadamente que esos cargos no pudieron ser ocupados por funcionarios de carrera”.
Y añadió que, los representantes en el exterior cumplen funciones claras para las que se necesita, no solo de un extenso conocimiento en política exterior y relacionamiento, sino también de compromiso y “vocación de servicio que requiere un compromiso con el Estado y con los colombianos para proteger sus derechos en el exterior”.
De ahí que, en su momento, el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, manifestara al posicionarse como jefe de la cartera que los cargos en el exterior serían “provistos preferencialmente con funcionarios de la carrera diplomática ¿Si no para qué existe (refiriéndose a la carrera)?”, a modo de pregunta.
Relaciones México-Colombia
Si bien es cierto que México se ofreció como país sede para el segundo ciclo de diálogos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Gustavo Petro; también, se han vuelto una constante, las denuncias de colombianos que reciben malos tratos a su llegada a migración México, en los principales aeropuertos del país. Recientemente se conoció el caso de la actriz Nina Caicedo, a quien, retuvieron el pasaporte y le negaron la entrada, dejándola durante horas en una pequeña sala, junto a otras personas, en condiciones inhumanas.
Al posesionarse, Ninco Daza aseguró que pretendía establecer “garantías para una migración digna, la descarbonización para frenar la extinción, la construcción de comunidad desde las diásporas, la ‘paz total’, una política exterior feminista, el hermanamiento étnico y cultural, la cooperación académica y científica”, sin embargo, dichos compromisos necesitan de audacia, experiencia y un extenso repertorio de medidas diplomáticas, algo que la UNIDIPLO no ve en el embajador.