La Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación del Cauca (Asoinca) arribó este martes 7 de febrero, al Congreso de la República en Bogotá, para protestar. Sin embargo, pese a la respuesta del Gobierno nacional y la actuación del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), los dirigentes anunciaron que buscan tomarse otros recintos de la capital hasta que sus peticiones no solo sean escuchadas, sino también solucionadas.
Ese gremio no solo aglutina a los docentes caucanos sino también busca, según reseñan en su sitio web, que mediante las huelgas y manifestaciones, principalmente pacíficas, defender varios de sus ideales como la “educación pública y popular, los derechos laborales y prestacionales, liderar la defensa de la carrera docente, estabilidad laboral y libertad de cátedra”, aseguran en su página.
Los profesores, además, no solo aseguran que sus valores son “justicia, solidaridad y unidad sindical”, sino que también buscarán sumar esfuerzos para “mejorar la calidad de vida de los asociados y el conjunto de los trabajadores y ciudadanía en general, convirtiendo el sindicato como base de la construcción de una país donde reine la justicia social”.
Estos son los caucanos que, desde este martes, tienen a todos los colombianos hablando al respecto de la toma que, recientemente, confirmaron que se extenderá si el gobierno del presidente Gustavo Petro les incumple lo prometido y pactado en campaña.
“Somos consecuentes con el derecho. Exigimos que la salud sea restablecida como principio de vida. Exigimos respeto a los compañeros que están en Bogotá. Y, así mismo, les notificamos que si sigue en su inconsecuencia seremos más maestros y maestras que desde el Cauca iremos. Levantemos las manos para demostrar que somos capaces de conquistar nuestros derechos”, advierten en un video que publicaron en Twitter.
Así mismo, celebrando lo que llaman la “lucha del magisterio del Cauca” dieron a conocer otros de los objetivos que tendrán en la capital: “En medio de una acción pacífica los docentes agremiados en Asoinca hemos llegado al Capitolio en la ciudad de Bogotá para que sean escuchadas nuestras peticiones frente a la salud de los educadores”, detallan.
Este martes cuando la situación de orden público estaba tensa en el Congreso, la Defensoría del Pueblo y algunos miembros de la Fuerza Pública lograron contener lo que estaba pasando; sin embargo, varios de los involucrados aseguran que son más de 10 mil los sujetos que quieren hablar con el jefe de Estado para encontrar soluciones.
“Estamos en Bogotá, pero si el gobierno no escucha seremos todo el magisterio de ASOINCA, nos tomaremos toda Bogotá, seremos 10.000 docentes en las calles de la capital”, dicen en sus redes sociales.
Entre sus exigencias, además de la educación, está el tema de mejorar el sistema de salud en el departamento. Esas luchas son las que vienen adelantando por más de 24 años y, según dicen en su página web, esos objeticos “vienen jugando un papel fundamental en el departamento, mediante procesos colectivos con padres de familia y estudiantes, viene forjando la unidad de masas, logrado varias movilizaciones por la defensa de la educación pública y popular en toda su magnitud, la estabilidad laboral de los docentes y por el derecho a una educación de calidad para el pueblo colombiano”, aseguran.
Por otra parte, también indicaron que el largo viaje desde sus territorios hacia Bogotá fue financiado con recursos propios y que, en esa medida, no hay ninguna organización o entidad detrás de estas manifestaciones. Vale resaltar que dichas protestas se llevaron a cabo mientras se realizó la instalación de las sesiones extraordinarias para la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, la prohibición del fracking y la reforma a la salud.