En lo que va del 2023, incendios forestales han consumido 120 hectáreas de vegetación en el Huila. Debido a las alarmantes cifras, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), a través de la Resolución 0193 de 2023, declaró como prohibidas las quemas abiertas y controladas en todo el departamento.
Lo que se espera es que con esta medida se prevengan incendios en zonas de bosques, cultivos y potreros, especialmente, durante la primera temporada seca del año. Este fenómeno, es de detallar, aumentará, particularmente, en las regiones Caribe, Andina y Orinoquia.
“La CAM hace un llamado a toda la comunidad huilense a prepararse para la temporada seca que estamos afrontando. Principalmente invitamos a evitar quemas para la preparación de cultivos que es lo que genera incendios de la cobertura vegetal y la afectación directa de nuestros ecosistemas junto a la fauna silvestre”, manifestó Osiris Peralta, profesional del área Forestal de la CAM.
Desde la fecha, hasta comienzos de marzo del 2023, entra a regir la resolución. Esto debido a que el Ideam asegura que para ese mes terminará la primera temporada seca.
A esta determinación se suma el llamado que hizo la Autoridad Ambiental del Huila a entidades como las alcaldías municipales, a la Gobernación, a los Consejos Municipales y Departamentales de Gestión del Riesgo de Desastre, a organismos de socorro y empresas de servicios públicos, para activar el plan de contingencia respectivo. Estas entidades tendrán que establecer medidas preventivas para evitar y controlar emergencias consecuentes a incendios forestales y desabastecimiento de agua.
Según detalla la entidad, en el año 2015 se presentaron 810 incendios que afectaron 18.790 hectáreas. En el 2016, por el otro lado, hubo 310 hechos de este tipo que acabaron, a su paso, con 7.539 hectáreas de vegetación. El historial continúa con el 2017, cuando hubo 311 incendios y 2.121 hectáreas; el 2018, con 539 incendios y 4.690 hectáreas; el 2019, con 513 y 6.252 hectáreas; el 2020, con 366 y 6.340 hectáreas; el 2021, con 121 incendios y 1.556 hectáreas, y el 2022, año en el que se registraron 105 incendios y hubo 905 hectáreas de vegetación quemadas.
Uno de los más recientes informes técnicos del Ideam expone que en el departamento del Huila hay alerta naranja en los municipios de Acevedo, Aipe, Altamira, Baraya, Colombia, Elías, Garzón, Gigante, Guadalupe, Íquira, Isnos, La Argentina, Oporapa, Palestina, Pitalito, Saladoblanco, Suaza, Tarqui, Timaná y Villavieja.
Así mismo, en los municipios de El Agrado, La Plata, El Pital, San Agustín y Tello, en donde hay alerta amarilla.
De acuerdo con la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), los incendios forestales en Colombia se redujeron en casi un 70% durante los primeros 30 días de 2023. Esa entidad registró 13.123 alertas de incendios en espacios vegetales de todo el país en los primeros 30 días del año. Para el 2022, aquella cifra ascendía a 41.960.
“Sí habido una reducción importante, muy significativa de tumba de bosque, de rastrojos en muchas de las regiones amazónicas en donde tiempos anteriores se dio mucha deforestación”, dijo a periodistas el director general de la FCDS, Rodrigo Botero. Entre enero y septiembre del año pasado, sin embargo, Colombia perdió 86.985 hectáreas de su selva amazónica.
Las razones de este tipo de eventualidades trágicas en el país, dice aquella entidad, recaen en varios aspectos. Uno de ellos tiene que ver con las labores de quema de madereros ilegales. Así mismo, el fuego es usado para despejar la tierra y así dar paso a la cría de ganado o a la creación de industrias ilícitas como la minería ilegal. A esto se suma lo que hay detrás de los cultivos de coca.