La temporada de las competencias principales del deporte a motor está cerca a dar inicio y los pilotos colombianos preparan sus overoles y cascos para dejar la bandera del país en lo más alto dentro de los circuitos más representativos del mundo. No obstante, para Tatiana Calderón, una de las referentes del deporte nacional, que ha roto todo tipo de barreras y estereotipos, llegando a las máximas categorías de esta disciplina, el año no dibuja una participación prometedora en alguna competencia por el momento.
Luego de finalizar el 2022 con bastante reconocimiento tras ponerse detrás del volante de un Fórmula 2 con la escudería Charouz Racing System, Calderón no ha podido aclarar el camino económico para volver a este tipo de competencias, situación que le ha impedido aclarar su posición profesional para este año.
Apenas finalizó la temporada, el equipo Charouz decidió no continuar con los servicios de la bogotana y se decantó por los nombres de Roy Nissany y Brad Benavides para la campaña que se disputará este año, por lo que la piloto se quedó sin puesto en una de las categorías hermanas a la Fórmula 1.
Sobre su situación profesional, en conversación con Semana TV, Tatiana expresó que para participar en este deporte no solo basta contar con talento, sino también con una buena solvencia económica que le permita ser contratada por algún equipo:
“Es un deporte muy caro, donde hay pocas mujeres y se necesita más ese apoyo con ese mensaje que me ayudó a mandar Karol G. Hay que comenzar a concientizar a las empresas de que hay que apoyar el deporte femenino”
Cabe recordar que la oportunidad que recibió Tatiana en la categoría hermana de la F1 se dio gracias al apoyo y financiamiento de Karol G, una de las artistas colombianas con más reconocimiento internacional, que decidió apostarle al talento de Calderón, convirtiéndose en su patrocinadora principal.
No obstante, a pesar de no haber sido confirmado hasta el momento, ese patrocinio para 2023 ya habría expirado y Tatiana estaría en busca de nuevas empresas que estén interesadas en tener un espacio dentro de los vehículos más rápidos del mundo:
“Estamos mirando qué programas hay disponibles, para saber hacia donde se pueden tener posibilidades. La verdad es que ese mensaje que tuve con ella esperamos sea lo suficientemente atractivo para poder captar nuevas empresas y poder competir en este 2023″
Para complementar sus declaraciones, la corredora entregó un valor aproximado de la cantidad de dinero necesaria para competir en las principales categorías del deporte a motor como la F3, F2 o IndyCar. Incluso contando con el apoyo del Ministerio del Deporte, la cifra todavía no es suficiente para conseguirle un puesto:
“Es claro que el automovilismo es un deporte más caro a comparación de otros y que es más difícil de practicar. Para dar ese tipo de pasos en la Fórmula 3, en la Fórmula 2, aspirar a la Fórmula 1, se necesita el apoyo de muchas otras empresas... Se necesitan aproximadamente 1 millón y medio de euros para participar en estas categorías, en la IndyCar mucho más. Tienes que traer ese presupuesto con los patrocinadores”.
Por el momento la bogotana está enfocando sus trabajos deportivos en mantenerse a punto físicamente, para cuando llegue el momento de subirse nuevamente a un monoplaza o vehículo de competencia, esté en plena forma y logre firmar buenas presentaciones a toda velocidad.
Tatiana no desiste y espera con tranquilidad que los inversores lleguen para tomar su casco y seguir superando barreras. El inicio oficial de competencia, específicamente en la Fórmula 2, está agendado para los primeros días de marzo, por lo que todavía hay tiempo para llegar a un acuerdo con algún patrocinador.