Abecé de la reforma a la justicia, explicado por el ministro Néstor Osuna: justicia restaurativa y reparación a víctimas, los puntos destacados

De acuerdo con el jefe de esta cartera, el proyecto de ley estará enfocado en reformar el sistema penitenciario, eliminando el hacinamiento y ahondando en la resocialización efectiva dependiendo de los delitos cometidos

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El ministro de Justicia, Néstor Osuna, encabezará la proposición de reforma a la justicia ante el Congreso de la República.
(Colprensa-Prensa Senado).
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, encabezará la proposición de reforma a la justicia ante el Congreso de la República. (Colprensa-Prensa Senado).

En siete videos publicados en su cuenta de Twitter el domingo 5 de febrero, el ministro de Justicia Néstor Osuna explicó en qué consiste el proyecto de reforma a ese rubro que presentará ante el Congreso de la República y con el cual plantea hacer cambios profundos al sistema penitenciario en el país.

De hecho, en un debate de control político, el jefe de esta cartera fue citado a un debate de control político en noviembre del año pasado para que explicara la crisis carcelaria que atraviesan gran parte de estos lugares. Al respecto, el funcionario insistió en la necesidad de transformar la política penitenciaria a fin de mitigar problemas como el hacinamiento y la falta de garantías a la hora de acceder a servicios como el de la salud.

Ahora, Osuna volvió a explicar los beneficios que traería la aprobación de dicha reforma, cuyo proyecto será presentado desde marzo, cuando comience el periodo legislativo de 2023.

1. Modernizar el sistema penitenciario

Para Osuna, este es el centro de toda la reforma. Se trata de cambiar el sistema actual que es “puramente carcelero” que tiene a los centros de reclusión como escuelas del delito —de acuerdo con él—, y adoptar uno en el cual la sociedad pueda sacarle mayor provecho, de tal modo que estos sitios dejen de ser concebidos y utilizados como “de simple sufrimiento, de corrupción, crueldad y de carencias”.

2. No habrá rebaja general de penas

El ministro enfatizó en que las penas en Colombia son muy altas; sin embargo, no por ello se van a reducir. La propuesta que incluye la reforma, de acuerdo con su explicación, es que haya beneficios —ajenos a la rebaja de la pena— a cambio de procesos que haga el interno en la cárcel, como terminar su bachillerato, hacer cursos o ejercer algún oficio.

“(...) Si trabaja en la cárcel puede recibir algunos beneficios, por ejemplo, para que conserve su nexo con su familia, para que contribuya con ella o pueda reparar a las víctimas, y también para que se vaya preparando para cuando vuelva a insertarse a la sociedad, esclareció Osuna.

El ministro también precisó que esos beneficios tienen que ver con los subrogados penales que se traducen en ‘premios’ que existen en el sistema penal.

3. Resocialización de la población carcelaria

En este apartado, Osuna explicó que medidas como los permisos de 72 horas ya existen, solo que no para todos los presos y menos para quienes han cometido delitos graves, como los infantiles y sexuales. Sin embargo, para otras conductas sí, y una vez que se haya cumplido una parte de la condena, “existe la posibilidad de comenzar a tener permisos”.

“¿Qué sentido tiene eso? Que la persona condenada a prisión no pierda los nexos con su familia y que pueda verlos de vez en cuando” dijo Osuna. También advirtió que, si el detenido no regresa después de cumplido el tiempo del permiso, perderá este beneficio y entrará de nuevo a un “sistema penitenciario duro”. Al respecto, envió un parte de tranquilidad al afirmar que quienes tienen esta medida la acatan en las horas establecidas.

4. “Vayan a una cárcel a ver qué tan hotel les parece”

Una de las propuestas que más ha generado revuelo consiste en que los presos puedan trabajar en el día y regresar en la noche a sus centros de reclusión. Al respecto, reiteró que la iniciativa contemplada en el proyecto de reforma está basada en que esta población pueda trabajar en caso de que, por ejemplo, se celebre un convenio entre el Inpec y una empresa privada a fin de que estas personas puedan trabajar.

“¿Eso aplica para todos los delitos? No. Para los sexuales no, los delitos contra niños, niñas y adolescentes no, solo para otros delitos que no tienen ese grado de rechazo social”, manifestó el ministro de Justicia.

5. Prisión domiciliaria “en serio”

Dentro de la reforma a la justicia, el Gobierno nacional plantea una serie de cambios a la medida de casa por cárcel. Esto quiere decir que habrá un monitoreo permanente —vigilancia estatal que certifique que realmente estén en sus viviendas y que no puedan salir de ellas sin permiso del Inpec—. El objetivo, además de permitir que el presidiario comparta tiempo con su familia, es cumplir su pena en unas condiciones que le permitan prepararse para su reintegración a la sociedad al término de su condena.

6. Justicia restaurativa

Otra propuesta del proyecto de reforma tiene que ver con la reparación a las víctimas. En este apartado, el ministro Osuna señaló que el sistema actual “no repara a las víctimas (...) no les han hecho nada para restablecerlas a la situación anterior”. Pero si bien reconoció que esto es difícil en algunos delitos, pero que en otros estas medidas se pueden aplicar con mayor facilidad.

“En aquellos delitos que se pueda reparar, vamos a establecer un sistema en que esa reparación deje satisfecha a la víctima y también le otorgue unos beneficios a la persona condenada; es decir, unos pocos meses menos de cárcel”, explicó nuevamente Osuna.

7. Mejorar las condiciones de las personas condenadas

Finalmente, otro de los objetivos de la iniciativa es que el proceso de reclusión de una persona le permita a ella “salir mejor que como entró”, algo puesto a lo que ocurre en el sistema actual, según el jefe de la cartera de la Justicia y el Derecho. De hecho, insistió en que con la aprobación de dicha reforma eliminaría la concepción del castigo duro como principal medida para la población carcelaria.

También enfatizó en que “con las cárceles terriblemente abarrotadas por muchos años no hemos sentido ni más seguridad, ni menos criminalidad ni más resocialización”. Por ello, la insistencia de cambiar el sistema penitenciario actual.

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