A través de su abogada, el exparamilitar Salvatore Mancuso Gómez manifestó a la Jurisdicción Especial para la Paz su interés de participar en la Audiencia Única de Verdad, su última oportunidad para ser acogido como compareciente de ese tribunal, para contar lo que conoció de la relación entre las AUC y el Estado.
En noviembre de 2022, la JEP le había dado 45 días a Mancuso para que entregara una propuesta de aporte a la verdad, en el que sustentara los aportes que podría hacer acerca de la estructura criminal a la que perteneció, sus partícipes, modo de operación, así como la penetración y el apoyo de representantes del Estado.
El pasado 26 de enero, la abogada de Mancuso Gómez remitió a la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz la respuesta, en la que confirmó su interés de participar en una audiencia pública en la que deberá demostrar a los magistrados que cuenta con información nueva respecto al conflicto armado y cómo demostrarlo.
“En dicha audiencia el señor Mancuso deberá demostrar que, como comandante paramilitar, se incorporó funcional y materialmente a la Fuerza Pública, entre 1989 y 2004″, señaló la JEP al informar de la manifestación de voluntad que hizo el exlíder paramilitar.
Sin embargo, Mancuso puso de presente que “tal comparecencia la supedita a que se le otorguen plenas garantías procesales y sustanciales”. Las mismas que considera que no ha tenido en Justicia y Paz, la ley bajo la que se desmovilizó a mediados de 2004.
“La JEP manifiesta que esas garantías se han venido reconociendo plenamente, incluso con trámites de cooperación internacional judicial; en ese sentido estudiará la comunicación del pasado 26 de enero y realizará las diligencias respectivas para continuar con la plena garantía de los derechos del señor Mancuso Gómez, en las diferentes etapas del procedimiento”, señaló la JEP.
La fecha de la audiencia se programará una vez se surtan los trámites correspondientes, tendrá participación en calidad de escucha por parte de las víctimas y se haría pública para garantizar su acceso. Tras ese espacio, si los magistrados consideran que Mancuso entrega una eficaz, eficiente y suficiente, podrá ser acogido como compareciente en la JEP.
Mancuso Gómez se encuentra detenido en los EE. UU., en el Centro de Detención ICE Stewart Detention Center, GA , Ciudad de Atlanta, Georgia. Fue extraditado a ese país en 2008 por los delitos de narcotráfico y ya cumplió su condena, por lo que está próximo a regresar al país, una vez se defina su situación jurídica.
El exparamilitar conocido bajo los alias de Santander Lozada, Manuel o Mono Mancuso tiene una tutela en estudio de la Corte Constitucional para que defina si tiene medida de aseguramiento vigente o se mantiene la libertad que, alega, le concedió Justicia y Paz. En busca de su libertad y solucionar los procesos que continúan abiertos en su contra, buscaría comparecer en la JEP a la que deberá entregar información más allá de la que aportó en su proceso de desmovilización.
Mancuso nació en Montería y actualmente tiene 58 años. Estudió ingeniería civil en la Universidad Javeriana e inglés emn la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania (Estados Unidos), pero poco antes de terminar sus estudios arrancó una vida de ganadero. Poco después se vinculó a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU)en las que ocupó el mando de segundo comandante.
Cuando se integraron con las AUC, los hermanos Castaño lo nombraron miembro del Estado Mayor del grupo paramilitar y comandó el Bloque Catatumbo del que se desmovilizó junto a 1.434 hombres. Fue uno de los miembros representantes de las autodefensas en el proceso de desmovilización.
Mancuso reconoce su participación en al menos 300 asesinatos, incluido el de una menor de 22 meses y se le atribuye la autoría como comandante de la masacre de Mapiripán, en la que se ultimó a 20 campesinos en estado de indefensión.
A su vez, en la masacre de El Aro, en la que se ultimaron 15 campesinos más, por lo cual fue condenado a 40 años de cárcel. Otro de los casos en los que incursionó fue la masacre de La Gabarra, en 1999, en la que asesinaron 35 personas y la masacre de El Salado, en febrero de 2000, en la que más de 100 personas fueron aniquiladas y es considerada una de las acciones más sangrientas de las AUC.
El presidente Gustavo Petro, a quien el exjefe paramilitar le manifestó su interés de aportar a la política de Paz Total, se pronunció al respecto de la audiencia pública. “Me parece bien que Mancuso pueda hablar ante la JEP. La Justicia Reparativa empieza por la verdad”, señaló el mandatario.