El comerciante Luis Gerardo Vásquez Pimiento fue asesinado por sicarios el lunes 30 de enero de 2023 en Mogotes, municipio de Santander. La polémica se presentó por la forma en la que la familia decidió enterrar el cuerpo del hombre, atacado por hombres armados.
La esposa del fallecido, Marlene Figueroa, fue quien solicitó cavar una tumba de forma vertical con el fin de que en la sepultura, el cadáver quedara de pie. La decisión fue rechazada por la hija de Luis Gerardo, Andrea Vásquez, que no entendía el motivo por el cual su mamá insistía en realizar este atípico ritual.
El párroco del municipio emitió un comunicado en el que afirmó que al tratarse de una celebración diferente a lo que dicta la Iglesia católica, no estaría presente en el sepulcro y no acompañaría a la víctima ni a sus familiares.
“Dadas las circunstancias y según las exigencias de su familia de un entierro no convencional que no corresponde al ritual cristiano católico, nos eximimos de cualquier responsabilidad y se permite a la familia realizar las exequias en el rito que ellos han elegido a su criterio y parecer”, indicó el sacerdote, según el documento en poder de Vanguardia.
Se conoció que Luis Gerardo Vásquez Pimiento, de 52 años, fue interceptado por dos hombres al rededor del medio día mientras conducía su motocicleta en inmediaciones de la vereda La Palma, en Mogotes.
Finalmente, el 3 de febrero del mismo año se efectuó el funeral bajo las indicaciones de la familia de la víctima, generando rechazo en la comunidad. A pesar de ello, uno de los familiares manifestó que esta era una decisión que debía respetarse, pues son sus familiares más cercanos quienes sufren la pérdida y tienen el derecho a proceder con el entierro según lo establezca su religión, además, no existe algún tipo de ley que prohíba realizar este tipo de procedimientos de la manera en que la familia decidió hacerlo.
“Es una decisión de sus allegados que tienen pensamientos diferentes a las religiosas tradicionales. Él fue sacado a las dos de la tarde de la Funeraria Napoleón y no pasó a la iglesia sino de una vez al cementerio, se nos prohibió utilizar los teléfonos celulares mientras se hacía el ritual de su sepultura”, dijo un allegado en declaraciones para el medio citado.
Este tipo de entierros son propios de los masones, logia que defiende el progreso del hombre y su desarrollo filosófico, espiritual y filantrópico. Contrario a otras religiones, la masonería prohíbe el proselitismo, es decir, convencer o persuadir a una persona o una institución para ganar más adeptos y hacerlos parte de una doctrina en específico.
Estos principios vienen desde la época de la ilustración y la Revolución Francesa, y tienen como fin, propagar los principios de libertad, igualdad y fraternidad.
La sepultura de Luis Gerardo pudo estar relacionada a esta ideología, que por tradición indica que el ser humano no debe doblegarse ante nadie, inclusive después de la muerte, por esta razón son enterrados de pie.
Santander es uno de los departamentos de Colombia donde más fuerza tomó esta logia, en particular en Socorro, donde fue enterrado el Conde del Cuchicute, un habitante de este municipio que fue asesinado en 1945 y solicitó previamente ser enterrado de esta forma. Desde ese entonces no se había registrado un hecho similar, hasta 2023 con el sepelio de Vásquez.
Pese a que la familia no se pronunció ante este ritual, se cree que son practicantes de la masonería, que en Colombia tendría cerca de 1.500 adeptos.