Debido a los hundimientos y grietas que han aparecido en la Avenida Circunvalar, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) anunció una serie de medidas, con el fin de prevenir accidentes y alertar a la ciudadanía sobre las fallas geológicas.
De acuerdo con el Idiger, este fenómeno, que se presenta entre las calles 37 y 40 en el Barrio El Paraíso, y en la parte alta y media del Río Arzobispo, ubicados en la localidad de Chapinero, es producto de un deslizamiento de tierra que estaría relacionado con una falla geológica, además de la inestabilidad del terreno por las lluvias y la falta de sistemas de drenaje en el sector.
“Desde el comienzo del Fenómeno de la Niña, Bogotá ha tenido una serie de fenómenos de remoción en masa en diferentes sectores de la ciudad. Hoy nos llama la atención el que se presenta en la Avenida Circunvalar. La administración distrital ha venido desarrollando durante todo el mes de enero un proceso de revisión de las condiciones de velocidad del fenómeno de remoción de masa que se presenta. Si bien es cierto hemos tenido días de disminución de las precipitaciones, seguramente estas se van a volver a presentar y pueden ser factores detonantes para que estos sectores vuelvan a reactivarse”, señaló el director del Idiger, Guillermo Escobar Castro.
Como parte de las acciones de prevención y seguridad vial, el Idiger informó que la Secretaría Distrital de Movilidad instaló señalización en la vía, con el fin de alertar a la ciudadanía sobre dichas fallas geológicas y prevenir cualquier tipo de accidentes en ese corredor vial.
Así mismo, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) anunció que monitoreará la vía y adelantará una serie de acciones “para reducir el aumento de saturación del suelo y la base del pavimento”.
“Una de las principales causas de las fallas en los pavimentos es el agua. Por lo tanto, la actividad inicial que estamos programando es canalizar las aguas a través del mejoramiento de las alcantarillas a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, y por parte del IDU, el sellado de las grietas que van a permitir que se puedan transitar de mejor forma, pero, sobre todo, evitar que el agua se filtre a las estructuras del pavimento y al subsuelo, lo cual aumenta los problemas con el fenómeno de remoción de masa”, explicó el director del IDU, Diego Sánchez.
El Idiger así mismo subrayó que, debido a que ese corredor “es un tramo de inestabilidad geotécnica”, estará bajo monitoreo permanente con el fin de evitar cualquier tipo de emergencia.
El Instituto recordó que, en caso de una emergencia, habitantes y transeúntes del sector puede contactarse con la línea 123.
Las medidas anunciadas por el Idiger se dan a conocer a tan solo semanas de que la misma entidad advirtiera que 23 familias del barrio Santa Cecilia, en la localidad de Usaquén, en Bogotá, se encontraban en riesgo tras el deslizamiento de tierra que se registró en el sector el martes 11 de enero, por lo que ordenaron su evacuación.
Según el diagnóstico emitido por el Idiger en ese entonces, a corte del jueves 12 de enero, 18 predios de la zona se encontraban en riesgo de colapso por lo que se recomendó evacuar a 23 familias.
“Las acciones que tengamos que emprender serán objeto de revisión por parte de nuestros técnicos del IDIGER y de las demás instituciones para poder dar un parte de tranquilidad, no solo a estas familias sino a toda la comunidad que se encuentra en el barrio de Santa Cecilia”, comentó para ese entonces el director del Idiger, Guillermo Escobar.
Entre las otras medidas que recomendó Gestión del Riesgo estuvo la evaluación de las condiciones para intervenir aquellos predios que resultaron afectados por la inestabilidad del terreno.