Para el jueves 2 de febrero estaba programada la audiencia en la cual se iba a aceptar o no el acuerdo pactado entre la Fiscalía General de la Nación y el coronel (r) Benjamín Núñez. Sin embargo, pese a que la diligencia se llevó a cabo, la aceptación de dicha negociación quedó aplazada.
La juez cuarta de conocimiento de Sincelejo aplazó la audiencia para el viernes 31 de marzo a las 9:00 de la mañana. Hasta entonces, el expolicía, que confesó su responsabilidad y participación en el crimen de tres jóvenes en Chochó el 25de julio de 2022, seguirá recluido en la cárcel de máxima seguridad de Picaleña, en Ibagué.
Concretamente, Núñez aceptó los cargos de homicidio agravado, ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio y privación ilegal de la libertad no solo por el asesinato de Carlos Ibáñez Mercado, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz Monterroza sino por presentarlos después como presuntos integrantes del Clan del Golfo. En medio de la diligencia, lloró mientras le pidió perdón a los familiares de las víctimas
En ese orden, el acuerdo firmado con la Fiscalía establece que el señalado pagará una pena de 29 años y seis meses de prisión en establecimiento carcelario; además será testigo del ente acusador en este proceso en el cual han sido detenidos más de 10 uniformados, incluyendo patrulleros que fueron imputados por los delitos homicidio agravado, destrucción de elementos probatorios, privación ilegal de la libertad y tortura.
En esa medida, Núñez tendrá que declarar si hubo o no una posible participación del mayor Cristian Alberto Betancur, que fue capturado por unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía —CTI— el 30 de enero mientras se encontraba en las instalaciones del comando de la Policía de Sucre entregando su oficina, pues iba a ser trasladado para dirigir el distrito del Golfo de Morrosquillo.
Sumado a eso, la defensa del procesado dijo que, incluso, este se había ofrecido como gestor de paz y negó la existencia de algún tipo de beneficios en prisión. “Nunca se le han encontrado elementos de prohibida tenencia (...) No tiene un régimen alimenticio especial y simple y llanamente y que ha cumplido sus obligaciones como cualquier otro privado de la libertad”, indicó Sergio Ramírez, abogado del antiguo uniformado.
La Fiscalía, por su parte, había señalado en septiembre del año que el coronel (r) estaba en plena capacidad de sus funciones mentales y fue totalmente consciente de que sus acciones contra los tres jóvenes eran ilegales: no podía detenerlos ni asesinarlos, incluso en el caso de que estuvieran involucrados en alguna actividad delictiva.
“Él conocía que estaba privando de la libertad a tres personas sin que mediara orden de captura, disparó con el fin de vengarse, lesionando la vida”, explicó el organismo de control. Vale indicar que las necropsias arrojaron que los jóvenes Carlos Ibáñez Mercado, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz Monterroza recibieron impactos de bala en el tórax a menos de 60 centímetros de su humanidad. Las otras heridas, dice el reporte, no tenían el propósito de causarles la muerte, pero sí de generar dolor intenso a los tres jóvenes.
En total, han sido 12 los uniformados capturados por estar relacionados con este triple ‘falso positivo’ el 25 de julio de 2022. Ese día, los jóvenes presenciaban una carrera de motocicletas cuando de repente fueron abordados por efectivos de la Policía. De acuerdo con el testimonio de la hermana de Jesús David, vio la forma en que varios patrulleros le pegaban patadas a su familiar y a los otros dos jóvenes en el operativo que surgió como respuesta al plan pistola decretado por el Clan del Golfo por aquel entonces.