Masacre de jóvenes en Chochó, Sucre: capturaron a otro oficial de la Policía implicado en los asesinatos

El oficial será procesado por los delitos de privación injusta de la libertad y tortura

Jóvenes detenidos en Chochó, Sucre

Este 30 de enero, unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación capturaron al mayor de la Policía Nacional Cristian Alberto Betancur Salamanca, implicado en la muerte de tres jóvenes en el corregimiento de Chochó, Sucre, en hechos ocurridos el 25 de julio de 2022.

El oficial, que será procesado por los delitos de privación injusta de la libertad y tortura, fue detenido en las instalaciones del Comando del Departamento de Policía Sucre, en Sincelejo, donde estaba ultimando detalles para entregar formalmente la oficina administrativa que estaba a su cargo, porque había sido trasladado a Tolú para comandar el distrito del Golfo de Morrosquillo.

Un patrullero fue el que involucró al oficial Betancur con su versión juramentada, que está registrada en el expediente, en la que aseguró que: “veo que mi mayor Betancurt iba de civil y chaleco negro. Él se acerca de rapidez. Se subió a una llanta de la camioneta (de la subteniente Buriticá) y se sube a la llanta trasera y le hace así (señala cómo golpeó el uniformado a una de las víctimas), le pega en la cabeza (...) Enseguida arranca el vehículo. Vi que lo golpeó con un objeto negro en la cabeza pero no alcancé a ver si era una pistola o era otro objeto”.

Con esta nueva captura, ya van 12 uniformados privados de la libertad por la muerte de los tres jóvenes. Betancur es el segundo con mayor rango, después del teniente coronel Benjamín Darío Núñez Jaramillo, señalado de haberles disparado y haber ordenado todo el operativo.

Los jóvenes que perdieron la vida en esos hechos fueron Jesús Díaz, José Arévalo y Carlos Ibáñez, con 18, 22 y 26 años de edad, respectivamente. Al parecer, los policías habrían acabo con su vida con el fin de presentarlos como miembros del Clan del Golfo.

Necropsia: cuerpos de jóvenes presuntamente asesinados por la Policía en Chochó, Sucre, presentan signos de tortura

Carlos Alberto Ibáñez, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz habrían sido asesinados por el coronel Benjamín Núñez. Archivo.

Golpes con objeto contundente, heridas con arma cortopunzante, disparos en áreas no letales del cuerpo y hasta trazas de tabaco de marihuana en los genitales para sembrar la duda de que eran consumidores de estupefacientes: según el informe de las necropsias adelantadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, los tres jóvenes fueron objeto de torturas antes de perder la vida.

De hecho, los forenses determinaron que las heridas infligidas a Carlos Alberto Ibáñez, Jesús David Díaz y José Carlos Arévalo, quienes hacían acrobacias en la calle y no opusieron resistencia a su detención o a los golpes, recibieron impactos de bala en el tórax a menos de 60 centímetros de su humanidad. Las otras heridas, dice el reporte, no tenían el propósito de causarles la muerte, pero sí de generar dolor intenso a los tres jóvenes.

“Se evidencian otras lesiones por trauma contundente (…) lo cual se interpreta como varios tipos de mecanismos de lesión, que no es lo esperado en el contexto de una intervención legal por agentes del Estado”, dicen los tres informes de necropsia, citados por el diario El Espectador.

El cuerpo de Carlos Ibáñez, mototaxista y expatrullero que murió a los 26 años, tenía tres impactos de bala: dos en el tórax y el pecho, y una más en su brazo izquierdo. También tenía heridas en su rostro y una herida circular en el cuero cabelludo, que pudo ser causada por golpes con un objeto contundente. En sus genitales encontraron tabaco de marihuana, pero su informe de toxicología no arrojó resultados de consumo para ninguna sustancia alucinógena.

Los restos de Jesús David Díaz, joven de 18 años, tenían dos heridas de bala: una en su rodilla derecha y otra en el tórax. También recibió tres puñaladas: una cerca de la ingle, otra en el muslo y una más en la otra rodilla. También recibió lesiones por trauma contundente en su cuero cabelludo, cara, cuello, tórax, abdomen y brazos.

La necropsia de José Carlos Arévalo, de 20 años, también señala tres tipos de lesiones: golpes en la cabeza y la cara, puñaladas en el dorso del hombro izquierdo y un impacto de bala en el tórax, el cual le perforó los pulmones y le costó la vida.