En la tarde del martes 31 de enero, la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP― citó al general retirado del Ejército Leonardo Barrero, para que declare por posibles nexos con grupos paramilitares que tuvieron injerencia en zonas como el Urabá Antioqueño.
El tribunal de justicia transicional citó al antiguo comandante de las Fuerzas Militares para el lunes 27 de febrero y es la primero convocada por la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad y Determinación de los Hechos y Conductas en el marco del macrocaso 08, Crímenes cometidos por la fuerza pública, agentes del Estado en asociación con grupos paramilitares, o terceros civiles en el conflicto armado.
Vale recordar que el general retirado fue salpicado por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, otrora líder del Clan del Golfo y quien lo relacionó con integrantes de grupos de autodefensa en varias regiones del país. En ese sentido, la jurisdicción especial manifestó que está en plenas facultades de citar a todo integrante de las fuerzas del Estado sobre el cual exista algún tipo de información de nexos con la comisión de crímenes durante el conflicto armado interno.
Teniendo en cuenta esto, la JEP explicó que tanto las víctimas como sus representantes pidieron que “en cualquier caso, el compareciente sea llamado a responder por los señalamientos que realizó en contra de él el testigo Dairo Antonio Úsuga David” en relación con el posible vínculo que tenía el general retirado con estructuras paramilitares cuando fungió como comandante de la Decimosexta Brigada del Ejército Nacional.
Además de ello, la JEP tuvo en cuenta declaraciones obtenidas en versiones voluntarias correspondientes a muertes ilegítimas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado —llamadas también ejecuciones extrajudiciales— habrían dado cuenta de que Barrero estuvo en una posición de victimario.
Bajo ese panorama, el exmilitar tendrá que acudir a las instalaciones de la JEP en compañía de su abogado y dentro de la diligencia tendrá derecho a no declarar en su contra. Además, tendrá a su disposición todas las declaraciones entregadas por Úsuga David y que han sido de utilidad para el tribunal de paz. También asistirán víctimas de los macrocasos 03,04,06 y 08 para escuchar el testimonio del antiguo comandante.
El testimonio de Otoniel que involucró a Barrero Gordillo
El antiguo líder de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia —AGC— había declarado ante la justicia colombiana que altos mandos militares tuvieron vínculos con agentes paraestatales; incluso mencionó que algunos de ellos hicieron parte de autodefensas o de alguno de sus grupos residuales. De hecho, el nombre del excomandante del Ejército citado por la JEP fue uno de los primeros en salir del ventilador del reconocido capo.
De acuerdo con su testimonio, Barrero habría sido uno de los ejes dentro del accionar del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia —AUC— en 2002, época en la cual tuvo amplia presencia en Casanare. Incluso, reveló que se realizaron posibles pagos al general (r) Mario Montoya Uribe para el traslado de Barrero a ese departamento, justo cuando Otoniel había sido seleccionado como integrante de esa estructura paramilitar.
En su versión previa a su extradición a Estados Unidos, Úsuga David declaró que cuando el exgeneral Barrero llegó a Casanare se configuró una red de inteligencia en beneficio de paramilitares. Así las cosas, detalló que conoció “a los generales Leonardo Barrero y Henry Torres Escalante y realicé operativos conjuntos con los soldados que estaban bajo sus órdenes cuando era paramilitar del bloque Centauros de las AUC” y que después tuvo nexos con ellos en su condición de civil una vez se desmovilizó entre 2006 y 2008, cuando volvió a integrar grupos criminales.