La Corte Interamericana de Derechos Humanos citó la audiencia pública de alegatos y observaciones finales para el 31 de enero de 2023, por el caso de desaparición forzada de Arles Edison Guzmán Medina, en medio de los operativos realizados entre militares y paramilitares en la Comuna 13 de Medellín, denominada Operación Orión.
La audiencia se tiene prevista para las 9.00 de la mañana, y en la agenda aparece en primer lugar la intervención de Luz Enith Franco Noreña, presunta víctima, esposa de Guzmán Medina, con quien se había casado dos años antes del 30 de noviembre de 2002 cuando fue desaparecido.
Este es el primer caso por desaparición forzada por la Operación Orión que ha llegado a la Corte IDH. En 2011 fue admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se encarga de recibir las denuncias por violaciones contra los derechos humanos que no son capaces de juzgar los estados, para remitirlas al tribunal interamericano que en 2021 recibió el expediente.
Sin embargo, no es el primer caso relacionado con ese operativo militar adelantado durante el primer año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez en Colombia. En 2015 ya había llegado a ese alto organismo el caso de hostigamiento y homicidio contra las defensoras de derechos de la Asociación de Mujeres de Las Independencias y la Junta de Acción Comunal de la Comuna 13.
La Corte IDH garantizó la participación presencial de Luz Enith Franco en la audiencia. Ella viajó a Costa Rica el 29 de enero, la primera vez en su vida en salir del país, para repasar ante la Presidencia del organismo cómo ocurrieron los hechos, la incapacidad de los organismos judiciales colombianos por dar respuesta, los desaparecidos que conoce y los daños que causó a su vida y la de su familia.
Según el informe de fondo que remitió la Comisión a la Corte, se trató de un caso de desaparición forzada cometido por paramilitares. Se encontraron indicios que comprueban que estos se encontraban en esa zona de Medellín con el consentimiento de agentes estatales y que su presencia en la Comuna 13 fue posible por la Operación Orión que se ejecutó a finales de octubre de 2002, semanas antes de la desaparición de Arles Edison Guzmán Medina.
Él trabajaba para un restaurante de ese sector llamado Asados el 20, donde se encontraba ese sábado de hace 21 años, cuando llegaron hombres armados al local. Se encontraba con su esposa y ambos creyeron que se trataba de un atraco, pero luego se lo llevaron a él, supuestamente para que respondiera las preguntas de un comandante.
Le dijeron que no se preocupara, que más tarde regresaba. Pero desde ese día ha emprendido una búsqueda sin respuesta junto a sus hijas. Se cree que fue enterrado en La Escombrera junto a otros cientos de víctimas que fueron desaparecidas tras el operativo militar para supuestamente combatir la guerrilla en esa zona de Medellín, pero que resultó siendo uno de los evidentes casos de las alianzas entre la fuerza pública y los paramilitares.
Para la Comisión, el Estado colombiano, en el contexto de aquiescencia con esos actores armados, no brindó respuestas para la víctima. No inició la investigación de oficio pese a la gravedad de las denuncias y en 2004 las suspendió sin haber agotado la investigación. Condenó a una persona por los hechos, pero ese proceso no arrojó luces sobre lo ocurrido como forma de reparación.
La Comisión de la Verdad y el Centro Nacional de Memoria Histórica señalan que producto de la Operación Orión hay al menos 92 víctimas de desaparición, varias de las cuales habrían sido inhumadas en La Escombrera y La Arenera. Pese a las excavaciones en esa zona, son pocos los resultados. La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas halló unos huesos de la época de los hechos, tras la última intervención en 2022, que deberá ser analizada para saber si corresponde a un desaparecido.