Algunos sectores de Cajicá, Cundinamarca, llevan más de una semana sin suministro de agua potable, por lo que durante el domingo 29 de enero varios habitantes decidieron salir a protestar y bloquear vías. Ante esta situación, la Alcaldía del municipio tomó la decisión de decretar emergencia sanitaria y calamidad pública. Esta medida le permite a la administración tomar decisiones respecto al servicio de agua.
“Dentro del municipio de Cajicá se viene presentando un desabastecimiento en el servicio de agua y tanto la administración municipal y la empresa de servicios públicos de Cajicá ha realizado todas las actividades posibles para poder establecer las causas a la situación”, se lee en el decreto.
El alcalde del municipio, Fabio Hernán Ramírez Rodríguez, manifestó que la problemática se viene presentando desde el 10 de enero y que aunque se han adelantado diferentes revisiones, no se ha logrado establecer la causa de la problemática. Agregó que se está trabajando de la mano con la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá para garantizar el suministro de agua.
“Nosotros venimos presentando desde el 10 de enero dificultades en nuestra red. Hemos revisado cómo mejorar el sistema que se ha afectado. Sin embargo, hay unos sectores en los que no se ha podido llegar”, dijo además el alcalde para la emisora Caracol Radio.
Los residentes aseguran que una de las causas de la problemática es que la red de alcantarillado es muy vieja y no se ha adaptado al acelerado crecimiento poblacional que ha presentado el municipio durante los últimos años, llegando a más de 90.000 habitantes actualmente.
“Hay problemas de agua, porque parece que la tubería que está es de hace 45 años y eso no lo han mejorado. Además, han construido mucho y la capacidad de esa tubería era para 45.000 habitantes y hoy somos 90.000. Nos ha tocado acomodarnos”, le dijo Aida Esguerra, habitante del municipio, al medio mencionado.
Laura Castro, vocera de la comunidad, le dijo a la Revista Semana que, incluso, el líquido llega en mal estado hasta las viviendas. “En los últimos meses, el agua ha llegado supremamente amarilla, barrosa, negra, oscura. Tenemos ciudadanos, niños de primera infancia, de 0 a 5 años y adultos mayores de 69 que no han tenido la posibilidad de acceder a líquido vital para poderse bañar”.
Una de las soluciones provisionales adoptadas por la Administración es proveer el agua por medio de carrotanques en zonas y horarios establecidos, especialmente en algunas de las construcciones más nuevas.
Por su parte, Sebastián Venegas, concejal del municipio, mencionó que una de las principales preocupaciones es que los jóvenes y niños regresan a su temporada escolar este 30 de enero, lo que podría aumentar la demanda de agua. “Hace algunos momentos se declaró la emergencia sanitaria mediante decreto por parte del alcalde, pero algo que hay que rescatar es que mañana iniciaban los colegios públicos del municipio y el decreto pidió a la Secretaria de Educación del departamento impedir que se dé este inicio hasta que la situación se arregle. Pero es algo que puede llevar fácilmente cinco meses en el mejor de los casos”, dijo en entrevista para Caracol Radio.
En el decreto, que no contiene número, se convoca al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo previo a la declaratoria de calamidad pública y se dictan otras disposiciones.
“La ley 1801 de 2016 en su artículo 14 concede poder extraordinario al alcalde para disponer de acciones transitorias de policía ante situaciones extraordinarias que puedan amenazar o afectar gravemente a la población (...) ante la ocurrencia de epidemias o situaciones de medio ambiente. Asimismo, para disminuir el impacto de sus posibles consecuencias de conformidad con las leyes que regulan la materia”, indica el documento.