El informe presentado por el Ministerio de Minas y Energía titulado: “Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa”, sigue generando polémica por las imprecisiones e irregularidades que contiene. Si bien la líder de la entidad, Irene Vélez Torres, ha defendido, ratificado y soportado los conceptos presentados; gremios, expertos y hasta sus mismos funcionarios han salido a contradecir las cifras expuestas. A nivel técnico, que sería lo más importante, habría errores metodológicos, lo que origina las equivocaciones y malas interpretaciones en las proyecciones, donde se estima que Colombia tendría gas natural (y otros recursos) hasta el año 2042.
Las imprecisiones del texto vienen desde el nombre. En rueda de prensa, la ministra de minas y energía, Irene Vélez, explicó que el informe no se trata sobre las reservas, pues el compilado de esto lo presentaría la Agencia Nacional de Hidrocarburos en mayo, pero, el título del archivo en cuestión sí lo sugiere.
El documento:
“Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa expone cifras potenciales para tener conversaciones propositivas, unificar cifras del sector, comprender cuáles son los contratos en fase cero y suspendidos y entender que, además de las reservas probadas, hay otros recursos de los cuales se beneficiaría el país”, explicó la ministra.
Metiéndose en la parte más técnica, el dilema principal es que la ministra sumó los valores de las reservas probadas con las probables y las posibles, que en el informe aparecen como: 1P, 2P y 3P. En síntesis, se presume que el 100% de los datos, así estos sean un supuesto (casi una apuesta), van a surtir hidrocarburos.
El error estaría en que la gran mayoría de estos datos son supuestos, estimaciones y hasta proyecciones. No es fijo que ese estimado produzca lo que se anunció, podría ser mucho menos o más. Es por esto que, si bien es válido lo que dice Irene Vélez, sobre que habría reservas de gas natural hasta 2037, que podría extenderse hasta el 2042; sería una falacia entendiendo que lo realmente probado, o que ya es un hecho, da para un abastecimiento entre 2 y 5 años.
El hidrocarburo en cuestión es el gas natural, que será el combustible protagonista de la transición energética, es por esto que resulta tan importante que lo expuesto sobre este commodity sea tan preciso.
¿Qué son las reservas 1P 2P y 3P? ¿Cómo se clasifican?
Las reservas se miden a partir de la cantidad de recursos que se pueden extraer de los puntos donde se encuentre el hidrocarburo. De aquí salen unos tipos o clases, que, por decir de alguna manera, se categorizan a partir de la probabilidad y riesgo de obtener el recurso, además de la cantidad disponible.
Para ser muy específicos con el tema de las estimaciones, y aclarando que, así como con el gas natural, también se evalúa el petróleo; son varios los términos para hacer la ecuación de dicha estimación. Según la Sociedad de Ingenieros de Petróleo, la clasificación comienza con lo encontrado en sitio, o lo que no se descubre.
En lo no descubierto aparecen los recursos prospectivos, son aquellos hidrocarburos que se creen que están en sitio, pero no está comprobado, tampoco se sabe cuánto hay, ni mucho menos cómo se extrae.
En lo descubierto hay dos categorías fundamentales: las reservas y los recursos contingentes.
Las reservas son aquellos recursos de los que se tiene la total certeza que existen, se sabe que insumo es, cómo se extrae y cuánto se puede sacar. Pero para lograr esa digamos tranquilidad, la probabilidad se mide en otras 3 categorías, que dan el nivel de certeza de la extracción: 1P (Probadas) 2P (Probables) y 3P (Posibles).
Como lo hemos explicado, todo va en estimaciones, que es el punto de la discordia con el informe, porque no es cierto que haya tantas reservas, puede que sí alcancen, lo que sería altamente beneficioso para el país; como puede que no.
- Las reservas 1P (Probadas) tienen un 90% de certeza (aproximadamente) de que ese recurso sí está en ese punto, tal cual como lo han estimado, bien sea en cantidad, métodos de extracción, etc. En otras palabras, es lo con lo que realmente se cuenta.
- Las reservas 2P (Probables) son más inciertas. La certeza es de más o menos el 50%, y esto es importante porque dentro de los análisis no se cuenta como algo que entre dentro de lo obtenido o alcanzado. Es un supuesto.
- Las reservas 3P (Posibles) solo tienen una certeza del 10%, casi que son como un ideal. Se sabe que hay algo, pero es incierto qué y cuánto se va a obtener.
En diálogo con Noticias Caracol, el exministro de minas y energía, Tomás González, ejemplificó como es que se deben considerar estas reservas, y por qué no se pueden sumar como lo hizo Irene Vélez:
“La preocupación es que se está presentando como cierto algo que no lo es. Si por ejemplo tiene un taxi y se gana un millón de pesos al mes manejando, se sabe que se tiene la certeza de recibir ese millón de pesos al mes. Si además se compra la lotería y el premio mayor es de 2 mil millones de pesos, uno no dice yo tengo seguros 2.001 millones, usted solo tiene un millón seguro y 2 mil millones que podría tener si se los gana. Entonces, si el taxista dice: yo estoy tranquilo, yo voy a dejar de manejar el taxi porque tengo 2,1 mil millones de pesos pues sería preocupante tomar esa decisión”.
Es por esto que no se pueden sumar las 3 variables, porque, si bien hay unas que sí son ciertas, seguras o probadas, como las 1P, las otras no lo son por la falta de certeza y seguridad en obtener el recurso.
Como dato adicional, los recursos contingentes se refieren a aquellos en los que su explotación y hallazgo dependen de factores externos, por ejemplo, tecnológicos, climáticos y hasta económicos.
El error de la ministra: estimar reservas por 20 años cuando realmente solo se cuenta con inventario para llegar hasta el final de la década, aproximadamente
En palabras del presidente de la Asociación del Petróleo de Colombia (ACP), Francisco Lloreda, Irene Vélez sumó peras con manzanas, o sea juntó y adicionó cifras con números que no se pueden adherir.
El problema es que a partir de supuestos el Gobierno justifica la razón de no suscribir más contratos de exploración, o sea no se permitirán nuevas labores para intentar encontrar nuevos yacimientos de hidrocarburos.
El gráfico que se presenta a continuación se extrae de la página 17 del informe “Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa”, explicando las convenciones que aparecen allí, o al menos las que importan:
- D.Media (Línea negra): se refiere a la demanda nacional de gas natural
- 1P Reservas probadas (verde más oscuro): son los recursos que ya se tienen, y en teoría las reservas reales.
- 2P Reservas probables (verde): recurso que tal vez se obtengan, pero no se cuentan como reservas logradas
- 3P Reservas posibles (verde claro): es el gas natural que se tiene noción que se extraerá. Tampoco deben incluirse en las cuentas de lo obtenido.
Las demás convenciones hacen referencias a pozos y exploraciones que proyecta el Gobierno que tiene esos recursos, como las líneas y franjas rojas o azules. Estas son aún más inciertas que las 1P, 2P y 3P, por eso se dejan aparte.
Observando el gráfico, del ministerio, con las reservas 1P se tendría garantizado el suministro hasta el 2025, más o menos, o sea por 2 años más. Si se obtuvieran todas las de 2P, el país tendría gas natural hasta el 2027; y si se concretaran las de 3P, con mucha suerte, se llegaría al 2028. Quiere decir, 9 años menos de lo mínimo que proyectó la ministra de minas y 14 menos de las mejores proyecciones.
El exministro de minas y energía, Diego Mesa Puyo, asegura que, con ese balance, Colombia tendrá que seguir explorando más o importar gas natural:
“Las cuentas del gas son simples: Reservas probadas (probabilidad 90%), probables (50%) y posibles (10%) sugieren déficit en 2028 Los recursos contingentes HOY NO son comercialmente viables y los prospectivos NI SIQUIERA han sido descubiertos Conclusión: explorar más o importar”.
Además de esto, el exdirector de hidrocarburos del ministerio, Camilo Andrés Rincón (que renunció hace 2 semanas), y la viceministra de energía Belizza Ruiz, aseguran que sí le dijeron a Irene Vélez que no se podía incurrir en esas imprecisiones, además que algunos datos son imprecisos, o carecen de verificación.
Belizza Ruiz explicó en Caracol Radio que colocar los datos como en las gráficas presentadas es un error técnico, que incluso viola las metodologías internacionales a las cuales están acogidas y sometidas la mayoría de los ministerios energéticos a nivel internacional:
“Desde el punto de vista técnico, quiero resaltar que hay unas metodologías internacionales que siguen todos los ministerios en el mundo. En esas metodologías internacionales claramente se expresa que las reservas 1P, 2P y 3P, deben presentarse en una figura separada de las contingentes y las prospectivas. Allí no sucede eso, en este documento en la figura que concentra el documento, que es la síntesis, las presentan yuxtapuestas y esto es un error técnico, que viola incluso estas metodologías internacionales a través de las cuales los diferentes ministerios, en este caso, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, y me imagino que en otros ministerios de otros países, las demás entidades siguen con rigor. Yo creo que técnicamente debemos ser rigurosos. Esa figura debe ser modificada y presentar estrictamente lo que la metodología internacional exige”.