John Poulos es el hombre acusado por el feminicidio de la Valentina Trespalacios, la DJ cuyo cuerpo fue encontrado en un contenedor de basura.
Durante el proceso de expulsión por parte de las autoridades panameñas y captura de la Policía Nacional de Colombia le fueron puestas unas esposas de color púrpura.
Según las autoridades, con esta acción se pretendía representar la justicia a favor de la mujer y demostrar las acciones globales que desarrolla la institución en contra de este tipo de delitos.
“Estas son las esposas con las que fue capturado John Poulos al llegar a Colombia 🇨🇴. Esposas de color #púrpura que representan justicia a favor de la mujer. Una demostración global de la acción de las policías. Perseguimos el delito sin importar las fronteras”, indicaron desde la Policía de Metropolitana de Bogotá, por medio de un tuit.
Aunque esta acción pretendía tener un carácter reivindicativo, por medio de las redes sociales distintos influenciadores, usuarios, políticos y organizaciones sociales expresaron su inconformidad hacia esta acción, la cual fue calificada por algunos como “payasada” y “show mediático”.
Tal es el caso de la ONG Temblores, que por medio de Twitter comunicó:
“Para qué esposas púrpura, si lo que necesitamos es construir y aplicar un enfoque de género en la institución policial, que responda a las necesidades de mujeres y personas con géneros no normativos y desnaturalice la violencia basada en género por parte de agentes policiales”.
Asimismo, esta ONG afirmó que en su plataforma Grita han registrado 16 casos de violencia sexual en el 2022, que habrían sido cometidos por policías en activo, por lo que llamaron a la institución a erradicar la violencia sexual por parte de la fuerza pública y garantizar la justicia para las víctimas.
Por último, señalaron que “las víctimas de violencia sexual son revictimizadas por agentes policiales, obligándolas a repetir el testimonio, negándoles acompañamiento y haciendo comentarios revictimizantes”.
Similar fue la posición de la Corporación Justicia y Democracia, desde donde criticaron la revictimización a la cual son expuestas las mujeres cuando se acercan a denunciar casos de violencia de género y solicitaron acciones “reales”, bajo el lema “¡Con esposas moradas no se combate la violencia de género!”.
Otra de las voces en contra de la medida fue la concejal de Bogotá Heidy Sanchez Barreto, que durante una intervención aseguró: “Aquí hay que estar tranquilas colegas, compañeras (...) porque si nos matan, no se preocupen, el feminicida va a tener unas esposas moradas para reivindicar la lucha contra los feminicidios”.
“Lo que realmente aporta a eliminar el feminicidio, las violencias basadas en género, es que cuando lleguen a una casa porque los llamaron porque el señor está acabando a golpes a su esposa; porque reconocen casos de violencias de género en bares, no que salgan corriendo”, aseveró la cabildante.
Por su parte, la periodista Carol Ann Figueroa criticó la medida y aseguró mediante un video “No es su trabajo de la Policía alzar símbolos y darle un toque de marketing a su trabajo, ni respaldar a las feministas ¡No! El trabajo de la Policía es hacer su trabajo”. Al final solicitó el retiro del cuerpo policial de la persona que tuvo esta idea.
La ciudadanía también ha expresado su inconformidad, en especial las mujeres. Tal es el caso de la usuaria @gamboakaren068, que no solo criticó la medida por parte de las autoridades, sino que también lamentó que durante la audiencia de legalización de captura no se contara con un traductor. Una línea común que han compartido varios usuarios en esta red social.