El 24 de enero de 2022 la vida de Egan Bernal se partió en dos. De competir en las grandes carreteras europeas, de ser el primer colombiano en vestir el maillot amarillo en los Campos Eliseos como campeón del Tour de Francia en el 2019, de estar en la lucha por ser el primer colombiano en ganar las tres carreras del ciclismo (ya había ganado el Giro de Italia en 2021 y buscaba la Vuelta a España); el pedalista pasó a luchar por su vida luego de sufrir un grave accidente en las inmediaciones del municipio de Gachancipá, en Cundinamarca.
El 24 de enero de 2023 Egan Bernal disputa la Vuelta a San Juan en Argentina con su equipo, el Ineos. Más allá de que se lo toma con calma en las primeras etapas, lo cierto es que nadie esperaba que pudiera recuperarse tan rápido, mucho menos con la gravedad de sus heridas.
A un año de uno de los momentos que paralizaron al país, Infobae Colombia hace un repaso de todo lo ocurrido desde el accidente, pasando por su recuperación hasta su regreso a las carreteras.
Una contrarreloj por la vida
Era la tarde del lunes 24 de enero de 2022. Acompañado de algunos gregarios y su equipo de carrera, Egan Bernal realizaba una práctica de contrarreloj en la carretera que de Bogotá conduce a Tunja, en las inmediaciones del municipio de Tocancipá. Ya había tomado la posición acostumbrada en esta modalidad, con el abdomen pegado a la bicicleta para generar la menor resistencia posible al viento y así alcanzar una mayor velocidad. Encabezaba su grupo, mientras se preparaba para las carreras del 2022, particularmente el Tour de Francia y la Vuelta a España.
En ese punto, mientras Egan pedaleaba y debido a que su cabeza estaba agachada, no veía muy bien lo que había alrededor y al frente suyo. Nadie de su equipo logró avisarle a tiempo del bus intermunicipal que en ese momento se había detenido a un costado de la carretera, en un tramo de alta velocidad, para dejar a un pasajero. El pedalista impactó a una velocidad superior a los 40 kilómetros por hora contra la parte trasera del intermunicipal. Sus compañeros sí lograron esquivar al vehículo a tiempo.
Egan quedó tendido en el piso con un fuerte dolor en todo su cuerpo, pero permanecía consciente. Pronto fue llamada una ambulancia que lo llevó a la Clínica Universidad de La Sabana, cercana al lugar del choque y considerada como una de las mejores del país. Cuando ingresó al lugar todavía portaba su casco y demás elementos de protección. La noticia no tardó en regarse por todo el país, que ahora estaba a la expectativa no de las elecciones presidenciales o de la Selección Colombia que todavía disputaba un cupo al Mundial de Qatar 2022, sino del estado de salud del hombre que estaba llamado a ser el gran protagonista del ciclismo colombiano a lo largo de esta década, tal y como Nairo Quintana lo fue en la anterior.
En cuestión de pocas horas, los cirujanos y médicos deportólogos presentes en la Clínica La Sabana lo sometieron a un total de cinco cirugías de alto riesgo que fueron un éxito rotundo. El parte médico señaló que Egan sufrió un trauma de cráneo leve, una fractura de columna cervical no desplazada, perforación del pulmón con presencia de aire y sangrado en la cavidad torácica, fractura de la vértebra torácica t5 y t6, y fractura tanto del fémur como de la rótula derecha.
El 19 de febrero de 2022 en entrevista con revista Semana, Egan recordó que cuando despertó una vez realizadas las intervenciones quirúrgicas, el neurocirujano le manifestó la suerte que había tenido:
“El 95% hubiera podido morir o quedar parapléjico. Que fue una cirugía muy grave y que en su carrera había operado cientos de columnas y que, de esta magnitud, solo dos habían salido bien. Yo era la segunda. Imagínese. Es un neurocirujano muy bueno y cuando me dice eso yo dije: ‘pucha, fue algo muy grave. Entre cientos, salí bien yo’”
La diligencia y eficiencia en su atención médica durante esas dos semanas que duró internado en La Sabana, sumado a su biotipo como atleta profesional fueron la clave para que Egan recibiera el alta el 6 de febrero e iniciara la que sería una larga y dura rehabilitación.
La recuperación
Un aspecto que jugó a favor en la recuperación de Egan Bernal es que años atrás Ineos ya había tenido que lidiar con un episodio similar con Chris Froome en el 2019. Durante un reconocimiento del que sería el trayecto de Critérium del Dauphiné, el británico cuatro veces ganador del Tour de Francia se distrajo por unos segundos e impactó contra un muro cuando circulaba a más de 60 kilómetros por hora. Su femur y codo derechos así como varias de sus costillas resultaron afectadas, por lo que se perdió el resto de la temporada de 2019. La misma en la que Egan se hizo con el Tour de Francia.
De este modo con lesiones parecidas, pero con su juventud como ventaja (Froome tenía 35 años cuando sufrió ese accidente), el Ineos y su equipo de trabajo ya sabían cómo orientar las terapias para que el colombiano se recuperara satisfactoriamente y pudiera volver a las pistas.
Lo primero fue enfocarse en volver a caminar para comprobar el estado de su columna y las vértebras afectadas en el accidente. El siguiente paso fueron ejercicios sencillos para comprobar la motricidad de su cuerpo y finalmente se puso a prueba en bicicleta estática para comprobar su ritmo de pedaleo. A través de sus redes sociales fue compartiendo los avances en su recuperación mientras la temporada se desarrollaba sin él y los pedalistas colombianos verían pocas alegrías.
A finales de marzo se difundieron imágenes de Egan entrenando en bicicleta por las carreteras colombianas, cuando no habían transcurrido todavía dos meses del accidente. A pesar de que había esperanza de volverlo a ver para la Vuelta a España 2022, de común acuerdo entre el ciclista y el Ineos, optaron por ir de a poco y probar en clásicas o carreras menores.
Regreso a las carreteras
El 16 de agosto de 2022, a casi siete meses de su accidente, Egan Bernal volvió a la actividad oficialmente en el Tour de Dinamarca, donde dio indicios de su recuperación pero se mostró muy cauteloso para realizar algún ataque o incluso durante la contrarreloj. A pesar de una caída en la cuarta etapa sin consecuencias, el colombiano disputó las cinco etapas aun cuando no terminó la carrera, abandonando a falta de 28 kilómetros para la meta.
Lo mismo ocurrió en el Tour de Alemania: disputó todas las etapas, pero abandonó en la última fracción antes de finalizar. También corrió en dos clásicas italianas, la Coppa Sabatini y el Giro della Toscana para cerrar su 2022. Pero a pesar de tener dificultades para completar dichas carreras, el hecho de estar pedaleando nuevamente capturó la atención de los amantes del ciclismo, sobre todo en un momento donde la controversia por la sanción a Nairo Quintana por presunto consumo de tramadol se había desatado. A finales de 2022 Egan se sometió a una intervención quirúrgica en su nariz que le permitiría mejorar su respiración.
El futuro
A pesar de que pasó el 2022 prácticamente en blanco y no tuvo la oportunidad de competir contra algunos de los grandes nombres como Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard o Remco Evenepoel, el Ineos ha depositado su confianza en Egan Bernal para la temporada 2023. El colombiano ha asegurado que se siente muy bien, y ya señaló que tiene como objetivo prioritario del año participar en el Tour de Francia 2023. Luego, y dependiendo de su rendimiento en la carrera gala, podría participar en la Vuelta a España.
Como preparación, Bernal disputa actualmente la Vuelta a San Juan junto a nombres como Sam Bennett, Remco Evenepoel, Geraint Thomas, así como sus compatriotas Sergio Higuita y Miguel Ángel López para poner a prueba su condición física de cara al que puede ser el año de su definitiva redención.
Una vez disputada la válida argentina y una vez participe en los Campeonatos Nacionales de Ruta en Bucaramanga que se celebrarán en febrero, el calendario de Egan incluye la participación en la Vuelta a Cataluña y en la clásica París-Niza, con las que espera ponerse a punto para el Tour de Francia.
A pesar de la gran expectativa que genera el hecho de ser el primer colombiano en conseguir la “triple corona”, Egan se lo toma todo con calma. Ha manifestado ser consciente de la responsabilidad que tiene en Ineos como líder del equipo, pero a la vez asegura que su batalla más difícil ya la ganó sobreviviendo a un accidente donde muchos otros habrían muerto, y volviendo a montarse en una bicicleta después de lo ocurrido.
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