En Cúcuta, el transporte escolar para niños, niñas y adolescentes venezolanos que estudian en colegios de la capital de Norte de Santander ha sido un problema frecuente. Se tienen reportes de protestas en 2013 y luego en 2020 por la ausencia de este servicio, que lleva a los padres de familia a pagar altas sumas de dinero cada día para que sus hijos puedan asistir a clases.
Y es que, más de 24 mil estudiantes cruzan a diario los puentes internacionales desde Venezuela, rumbo a una de las 58 instituciones educativas que acogen a menores colombianos y venezolanos en sus aulas. Tan solo por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, unos 2.000 infantes cruzan cada día, después de desplazarse desde sus casas, la mayoría ubicadas en las ciudades de Ureña y San Antonio (estado del Táchira).
Carlos Lozano, colombiano que vive hace más de 20 años en Ureña, en diálogo con Blu Radio comentó que, con planilla en mano, ha llegado a contar hasta 500 niños de la misma institución educativa cruzando.
Y, además, advirtió que en los mejores casos, los padres de familia pueden llegar a gastar hasta 12 mil pesos por menor, tan solo en un día, para que vayan de la casa al colegio y del colegio a la casa.
“El transporte escolar no lo tenemos, somos mucho más de 2.000 los afectados por esta situación. El que menos gasta usa 12.000 pesos diarios y hay otros que deben invertir entre 18.000 y 22.000 pesos. Además de los que nos vemos afectados porque debemos acompañar a los niños más pequeños porque no se pueden enviar solos evidentemente”.
La mayoría del tiempo sus quejas no son escuchadas, debido a que vienen de ciudadanos extranjeros, que no son de interés para las autoridades distritales, departamentales o nacionales.
Pero, incluso, ha sabido de padres que llegan a pagar mucho más, porque no tienen uno, ni dos, ni tres, sino hasta cuatro hijos, haciendo que los costos se multipliquen y su presupuesto semanal se vaya en buses y taxis:
“Hay gente que me llama y me dice, Carlos, yo tengo cuatro hijos, no sé qué hacer. Y es que a veces nos dicen que porque venimos de Venezuela no podemos hacer reclamos”.
Este es el caso de Rosa Niño, abuela de varios pequeños que estudian del lado colombiano y que, según advierte, estaría pagando hasta 26 mil pesos diarios para acompañarlos hasta la puerta del colegio.
“Nosotros aquí debemos pagar un taxi de 13.000 pesos para llevar a los niños, más los 13.000 de regreso. Son 26.000 diariamente que debemos pagar, ahora imagínese al mes cuanto nos sale. Esto, sin contar el costo del transporte internamente en territorio venezolano para trasladar a los niños desde sus hogares hasta el lado venezolano del puente internacional”, mencionó en entrevista con la emisora anteriormente mencionada.
Se estima que el transporte público en la zona recibe hasta seis millones de pesos de parte de los estudiantes y padres de familia que, de no encontrar una solución pronta, se tomarán el Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Mientras que el proceso de licitación de transporte público escolar para estudiantes venezolanos en colegios de la frontera sigue sin adjudicarse a ningún contratista.
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