La Secretaría de Gobierno de Bogotá confirmó por medio de un comunicado la muerte de un menor de un año y siete meses perteneciente a la comunidad emberá katío, que se encuentra resguardada en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja, en Bogotá.
El menor, identificado como D. Arce Viricha, fue encontrado sin vida por sus familiares en la mañana del 22 de enero, quienes de inmediato le avisaron al gestor comunitario del espacio. “En conversación con la progenitora (y según lo confirmado por los gestores), manifiesta que en noviembre viajó al departamento del Chocó por sus propios medios y que retornaron el viernes 20 de enero del año 2023″, indicó la Secretaría de Gobierno en su comunicado.
Las autoridades realizaron el respectivo levantamiento del cuerpo, para trasladarlo a las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en donde se tratará de determinar las causas del deceso.
Ya el menor había sido atendido en diferentes centros asistenciales por complicaciones en su salud que indicaban que padecía de problemas respiratorios. El 14 de enero de 2022 recibió apoyo de la Secretaría de Salud, pues se identificó que el niño, oriundo de Bagadó (Chocó), no contaba con el esquema de vacunación completo.
“El 15 de enero de 2022, el menor de edad tuvo una atención médica en consulta externa de la Subred Centro Oriente con cuadro sugestivo de escabiosis. El 31 de enero de 2022, el niño fue trasladado al Hospital Santa Clara por presentar tos, fiebre y alteración en el patrón respiratorio. En el hospital recibió tratamiento médico y fue diagnosticado con bronquiolitis aguda, bronconeumonía, malaria (adquirida en el territorio de origen) y anemia moderada. El menor estuvo hospitalizado hasta el 15 de febrero de 2022″, dice la Secretaría de Gobierno.
El Distrito advirtió además que luego de que el niño regresara a la UPI La Rioja, un equipo de salud emberá de la Subred Centro Oriente “hizo seguimiento diario del estado de salud del menor y se encargó de la administración del medicamento ordenado para tratar la malaria. Además, le dio continuidad al esquema de vacunación”.
La Alcaldía Mayor de Bogotá le hizo un llamado a la comunidad indígena resguardada en La Rioja para que permita una atención oportuna en salud, sobre todo a menores de edad.
“Las entidades del Distrito reiteran el llamado a la comunidad indígena para que permita la oportuna atención en salud por parte de los equipos extramurales, especialmente a los menores de edad. De igual manera, la Administración Distrital le hace un llamado al Gobierno Nacional para que los retornos de la población emberá a sus territorios ancestrales, estén siempre acompañados y con el seguimiento pertinente para garantizar el cuidado de la salud y la vida de cada uno de sus miembros”, dijo la Secretaría en su comunicado.
Varias comunidades se encuentran en esa UPI desde que se firmó un acuerdo de diez puntos entre la Administración distrital, el Gobierno nacional y los indígenas, en el que estos últimos se comprometían a abandonar el Parque Nacional, ubicado en la carrera séptima, entre calles 39 y 45, tras ocho meses de ocupación.
Hace unos días, la concejala de Bogotá Ana Teresa Bernal visitó la UPI y pudo evidenciar serios problemas de salubridad que estarían lejos de garantizar el bienestar de las comunidades que allí se resguardan. Hacinamiento, dos baños para más de 1.000 personas y la falta de agua fueron algunos de los problemas evidenciados.
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