Tras alcanzar la mayoría de edad, la cédula es el documento con el que todo ciudadano colombiano se identifica y realiza sus trámites, al interior del país. Por ello es casi imposible de imaginar una vida sin este documento. Prueba de ello es la ciudadana Barranquillera, Carmen Díaz, que a sus 56 años nunca ha tenido una cédula.
Sus padres —según dijo en una entrevista para Blu Radio— jamás consideraron necesario registrarla tras su nacimiento. Así que, desde entonces, ha tenido problemas para conseguir un documento de identidad y, más que eso, acceder a los servicios que el Estado colombiano debió proporcionarle desde la niñez.
Tuvo que dejar sus estudios en tercero de primaria, y tampoco, a su avanzada edad, ha podido acceder a servicios de salud o un empleo formal, ni tampoco participar de las elecciones, debido a que no se encuentra registrada en las bases de datos del Estado y tampoco tiene un número de identificación con el cual pueda realizar este proceso:
“Mis padres nunca me registraron y yo siempre les preguntaba a ellos que por qué no me registraban. Me decían que no era necesario, solo tenía una partida de bautismo. Así crecí, y estudié hasta tercer año, y he seguido hasta este tiempo sin cédula “, dijo en medio de su entrevista para el medio anteriormente mencionado.
Actualmente, no sufre de ninguna enfermedad grave, o es lo que, a simple vista, puede decir. Sin embargo, cada vez que se enferma debe costear atención medica privada, ya sean consultas, exámenes, medicamentos o procedimientos:
“Ya estoy bastante preocupada porque ya estoy en una edad avanzada y no sé hasta donde voy a llegar sin cédula, sin EPS. Le doy gracias a Dios que me ha agarrado de su mano ni me he enfermado, cuando me ha dado algo he tenido que acudir a un médico particular”, señaló durante su conversación con la emisora.
Doña Carmen, ha intentado en distintas ocasiones conseguir su cédula de ciudadanía, pero varias personas se han aprovechado de su desconocimiento del procedimiento de expedición y le han robado considerables sumas de dinero.
“He gastado plata, me han pedido plata. La hija que se me murió me dio $300.000 para sacar la cédula y se la dimos a un señor y se llevó el dinero, los papeles, y nunca lo volví a ver”, comentó.
Y por ello hizo un llamado directo al Gobierno Nacional y a la Registraduría, para que la ayuden en su proceso de conseguir una cédula y de esta manera, recobrar los derechos a los que no ha podido acceder en todos estos años.
“De corazón les pido que me ayuden, necesito esa cédula cuanto antes porque miren la edad que tengo, no sé qué me espera, el destino, si muero, se los pido en el nombre de Dios que los va a bendecir si me ayudan”.
Usuarios en redes conocieron su caso y denunciaron que “esta es la triste historia de muchos barranquilleros, sobre todo de los barrios populares, que sin cédula no logran acceder a salud, empleo digno, educación y otros derechos fundamentales que el Estado debe garantizarles”, por lo que, desde un profundo sentimiento de indignación, insisten en que este “es un estado de vulnerabilidad que debe cambiar”.
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