El trágico hecho ocurrió la mañana del 24 de septiembre de 2020 en los alrededores de Miranda, Cauca, por la carretera transcurrían en un carro Mazda blanco Francisco Larrañaga, junto a su pareja: Juliana Galvis, quienes pasaron junto a un retén militar. Allí se presentó un confuso hecho dado que los militares señalan que el automóvil de Larrañaga no se detuvo por lo que uno de los soldados abrió fuego, hiriendo de muerte a la mujer trans de 35 años.
Pero esta versión estaría siendo desmentida por Cristian Saavedra Arias, el soldado implicado y quien se encuentra privado de su libertad esperando la audiencia de prórroga de medida de aseguramiento en su contra. Según se reveló desde el medio Semana, Saavedra estaría argumentando en su defensa que, a la hora del trágico 24 de septiembre, Juliana Galvis ya estaba sin vida en el automóvil antes de que él hubiese disparado.
“Se hace necesario que se investigue si en efecto el señor Carlos Julio Giraldo (Juliana) ya venía muerto, porque constatado por los peritos balísticos de mi defensa era imposible que yo, desde el piso, pudiera efectuar un disparo como el que asegura la Fiscalía que acabó con la vida de la víctima. Además, si bien es muy poco probable que un tiro de fusil se fraccione en la forma como sucedió, lo hallado en el cuerpo no obedece a las características de una herida de un disparo de fusil”, se indica en el documento enviado a la Fiscalía.
El soldado acusado señaló en su defensa que la situación fue extraña dado que en primera instancia el conductor del automóvil blanco lo habría pretendido arrollar y tras su reacción salió inmediatamente gritando que habían matado a Juliana, además de no permitir que le hubiesen brindado los primeros auxilios con prontitud.
“El conductor Larrañaga Restrepo hizo un amague de abrir la puerta, pero me arrolló con su vehículo, caí al piso, reaccioné accionando mi arma desde el piso, impactando la llanta trasera izquierda, impidiendo la fuga. El conductor se bajó gritando: ‘me la mataron, me la mataron’, y no permitió que tocaran a la persona que iba en el asiento del pasajero para que le prestaran los primeros auxilios”.
De igual forma el defensor del soldado, el abogado penalista José Luis Villafane, indicó que las evidencias de balística revelarían que el disparo de Saavedra no habría sido el que impactará a Juliana debido a su trayectoria.
“Revisado lo descubierto por los peritos de la Fiscalía, si Cristian impactó la llanta trasera izquierda del carro desde el piso, era imposible que el disparo ingresara por el panorámico trasero lado derecho, esquina superior, pues no se corresponde con la trayectoria determinada por el balístico de la Sijín”, así lo confirmó el abogado penalista a Semana.
La audiencia de prórroga de medida de aseguramiento en contra del soldado Cristian Saavedra Arias se adelantará ante un juzgado de control de garantías de Popayán el próximo 30 de enero sobre las 8:30 de la mañana, allí se tomará la decisión respecto al futuro judicial de Saavedra.
Al respecto del confuso caso ha explicado Gloría Díaz, madre de Juliana, que el mayor error del homicidio de su hija fue cometido por irregularidades y anomalías dentro de la institución que llevó a un soldado bachiller inexperto a impactar un vehículo.
“Hay demasiadas anomalías de las personas que están a cargo del soldado. Cuando Cristian estaba en le batallón ya tenía varias anotaciones allí por problemas y accidentes, si eso sucedió por qué no lo retiraron del Ejército, por qué lo dejan en vía pública con un fusil en la mano. Estaban en este lugar porque supuestamente un carro iba a pasar con bombas para un atentado. Hay muchas cosas que no me cuadran, estoy esperando que la Procuraduría nos responda”, mencionó hace varios meses la señora Díaz a la prensa nacional.
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