En las últimas semanas, salieron a flote diferentes denuncias sobre presuntos abusos sexuales a niñas y adolescentes en San José del Guaviare, capital de Guaviare, sobre todo en la vía 40, donde funcionaría una zona de tolerancia. Allí, a altas horas de la noche, se verían niños sentados en los andenes.
Los menores harían parte de las comunidades indígenas nukak y jiw, que viven en asentamientos ubicados en cercanías al casco urbano de San José del Guaviare. Medios como El Tiempo y Semana afirman que estarían expuestos al consumo de licor y drogas.
Pero, lo más grave, es que esos menores serían utilizados para turismo sexual, y abusados por mayores de edad. “No solo borrachos, militares o los propios indígenas están abusando de los niños. Los taxistas llegan hasta los asentamientos, llevan turistas o ellos mismos saben que en ciertos puntos pueden ofrecer algo de dinero o comida para complacer sus aberraciones”, le relató una líder social a la revista Semana.
Años atrás, en 2019, la capital de Guaviare ya había sido noticia por un caso de abuso sexual masivo que dejó como responsables a miembros del Ejército. En aquella ocasión, la ONU advirtió que al menos seis soldados secuestraron y violaron a una menor nukak.
La opinión pública se escandalizó y comenzaron las investigaciones, pero, cuatro años después, no han llevado a ninguna conclusión. De hecho, las relaciones sexuales con niñas de corta edad son comunes en esa región del país, y hasta las autoridades saben lo que pasa ahí sin que se haga nada.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hizo dos recorridos por el municipio y afirmó que no encontró nada sospechoso. “Hicimos el ejercicio, con la directora de protección, fuimos dos veces, pero infortunadamente no hubo un niño”, dijo Joaquín Mendieta, director regional de la entidad.
Heydeer Palacio, gobernador del departamento, conoce la difícil situación por la que atraviesan los niños indígenas. En diálogo con el periódico El Tiempo, aseguró que para hablar de abusos sexuales a los menores nukak hay que referirse a los desplazamientos forzados de los que han sido víctimas.
“En cuanto a los casos de violación, desafortunadamente, los cultivos ilícitos, la presencia de algunos colonos en el Parque Nukak Makú y en el Reguardo Nukak han desplazado a algunas de esas comunidades, que son las dueñas de ese territorio. Ellos tienen adjudicadas 632.000 hectáreas donde vivir, pero la deforestación ha acabado con sus semillas, y el blanco los ha desplazado con sus cultivos de coca, así como las disidencias de las Farc, el principal problema que tenemos en el departamento”, dijo el mandatario departamental.
La Procuradora General, Margarita Cabello, envió una comisión especial a la zona para verificar la situación. Según el Gobierno nacional, en los últimos cuatro años se reportaron 587 casos de supuesto abuso sexual contra niños y adolescentes.
Se conoce que muchos de los casos de prostitución de menores de edad son avalados por sus padres o tutores, que terminan lucrándose a cambio de vender a los pequeños.
Por otra parte, según indica El Tiempo, los menores saltarían al río Guaviare para escapar de las autoridades que llegan a buscarlos. En redes sociales circulan todos los días videos de niños saltando al río y nadando hasta la otra orilla. Según le comentó una fuente al medio mencionado, tanto jóvenes como adultos temen que los menores terminen en manos del ICBF, porque podrían terminar en adopción.
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